PROYECTO DE TP
Expediente 1362-D-2008
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA H CAMARA LA CREACION DE LA "ESCUELA DE EDUCACION TECNICO PROFESIONAL DE NIVEL MEDIO EN PRODUCCION AGROPECUARIA Y AGROALIMENTARIA" DEPENDIENTE DE LA FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES - UBA -.
Fecha: 10/04/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 22
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Declarar de interés de la H. Cámara
de Diputados de la Nación la creación de la primera Escuela de Educación
Técnico Profesional de Nivel Medio en Producción Agropecuaria y
Agroalimentaria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dependiente de la
Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, que inicia sus
actividades en este 2008, Año de Enseñanza de las Ciencias.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En la República Argentina existen 342
establecimientos educativos agropecuarios. En la provincia de Buenos Aires hay
108 servicios, 83 de los cuales son gestionados por actores públicos. La matrícula
total de las escuelas agropecuarias bonaerenses es de 17.491 alumnos, con 12.436
en la gestión pública. Existe una tasa de incremento anual de la matrícula
procedente del medio urbano de un 47 % , siendo de un 25 % del medio rural y
un 28 % del medio suburbano.
Estas escuelas consolidan la
articulación de la educación media con carreras universitarias consideradas de
importancia estratégica para el país, pero aún en el caso de aquellos estudiantes
que no continúan con estudios superiores, egresan a enfrentar el mercado laboral,
cada vez más exigente, con un conocimiento técnico que les permite
desenvolverse en una actividad productiva fundamental para nuestra economía.
El desarrollo y modernización de la
actividad agropecuaria dependen en buena medida del número y calidad del
personal de nivel intermedio con que pueden contar los empresarios agropecuarios
y los organismos del agro, desde mayordomos a técnicos de conservación de
suelos, personal de cooperativas, etc.
Es por ello fundamental formar
técnicos competentes que respondan a una demanda insatisfecha tendiente a
obtener una mejor utilización de los recursos existentes, para lo cual resulta
determinante prestigiar las ocupaciones agropecuarias, mediante la creación de
establecimientos educativos de nivel medio que atiendan las tempranas
inquietudes de los jóvenes que procuren obtener una educación especializada en
este sentido.
El aumento de la productividad en el
agro está supeditado a la asimilación, por parte de los productores, de
conocimientos básicos de técnicas agropecuarias, mejores métodos de utilización
de la tierra, su conservación, y medios de obtener la mayor rentabilidad de las
inversiones realizadas. Para lograr lo señalado es imprescindible procurar la
modernización y la tecnificación de la agricultura de todos los sectores productivos,
no tan sólo de los grandes productores. Pero también así acompañar esta
modernización en la educación, a los
fines de lograr la equidad y democratización real en la distribución de la
riqueza.
Ahora bien, necesario es advertir que
los pequeños y medianos productores no se encuentran en condiciones de
competir con los grandes en orden a obtener ciertos recursos. Se impone por ello
la necesidad de superar el modelo de desarrollo agropecuario convencional. En
éste la dependencia de los agricultores a los factores externos (crédito; insumos y
equipos modernos; subsidios; semillas y sementales de alto potencial genético;
etc) limitan las posibilidades de competir con aquellos que concentran enormes
recursos económicos. Es imperioso lograr un desarrollo más endógeno que anule o
modere la dependencia antes denunciada.
El técnico agropecuario es el actor
fundamental, al contar con los conocimientos necesarios que le permiten conciliar
las necesidades del productor con los recursos que éste último realmente posee.
Al contar con la instrucción teórica y práctica necesaria para encarar los desafíos
que presenta toda empresa agropecuaria, más allá de la dimensión de la
explotación, puede aplicar tecnologías y formas organizativas dirigidas a una
utilización racional de los recursos que pueden prescindir de factores externos y de
difícil acceso. Una utilización racional implica la intervención del técnico para poner
en práctica cambios en la agricultura convencional a los fines de superar la
mentalidad minera ( que sólo extrae) y la industrial ( que exige que todos los
insumos sean externos a la actividad productiva), garantizando el especialista al
productor sustentabilidad y competitividad.
La dramática situación de los
pobladores de las zonas rurales exige la preparación de los recursos humanos que,
capacitados, capaciten a los trabajadores de la tierra para hacer competitiva su
actividad, aún cuando no dominen grandes extensiones de ella. La inversión
estatal en establecimientos educativos técnicos agropecuarios siempre debe ser
celebrada. Se trata de centros de formación de especialistas que al aplicar los
conocimientos obtenidos, favorecen la productividad e incrementan los ingresos de
las poblaciones rurales. El éxodo que, desde el campo, satura de habitantes los
grandes centros urbanos con los efectos por todos conocidos, encuentra un eficaz
remedio en la educación técnica agropecuaria. Los cuantiosos recursos "invertidos"
por el Estado (que no son más que efímeros paliativos), para solucionar los
problemas de las cada vez más pobladas urbes encuentran un destino más acorde
con una solución definitiva al ser dirigidos a la creación
de escuelas medias , como la que
interesa a este proyecto. En vez de dilapidar recursos fiscales enfrentando los
efectos, ciertamente visibles pero efectos al fin, la escuela técnica permite atacar
las causas, si bien no tan visibles ni mediáticamente interesantes, del éxodo rural y
el consiguiente hacinamiento en las más populosas ciudades o, más bien, en los
márgenes de ellas. Soluciones que no receptan las verdaderas causas son
meramente estéticas, artificiosas, inútiles ante una demanda que siempre supera
la capacidad de la oferta de los servicios públicos.
Como bien indican los especialistas
Zepeda del Valle y Polan Lacki "La migración rural... se detendrá ofreciendo a los
agricultores oportunidades concretas para que ellos puedan producir con más
eficiencia, aumentar la productividad, reducir los costos de producción, producir
bienes de mejor calidad y en mayor cantidad, incorporar valor a los productos,
disminuir las pérdidas postcosecha y reducir la intermediación en la colocación de sus
productos. Porque son estas medidas realistas, las que aplicadas en conjunto,
producirán como resultado mayores ingresos; y con éstos, ellas se alimentarán
mejor, tendrán una mejor vivienda, se vestirán mejor, podrán mandar a sus hijos a la
escuela, al médico, al dentista, etc., y no necesitarán, entonces, migrar a las
ciudades." (1)
Queda claro que los productores, en
especial los pequeños y medianos, para lograr la eficiencia y la productividad que
haga rentable y competitiva su actividad deben producir más y mejor dependiendo,
en forma decisiva, de la calidad de la asistencia técnica que reciban. No es otro el
propósito que determinó la creación de la primer escuela agropecuaria en toda la
capital federal. Aportar, en definitiva, a la economía argentina los recursos humanos
imprescindibles para que el campo (con todo lo heterogéneo que es este concepto,
tantas veces difundido como un sector idéntico y no conflictivo en los intereses de los
sectores que lo componen) contenga a sus productores, trabajadores y beneficiarios
indirectos de la economía rural.
El colegio técnico agropecuario a que
se refiere este proyecto, cabe reiterar, será el único de su tipo en toda la Capital
Federal, ciudad de 3 millones de habitantes. Los adolescentes de este distrito se
encontraban, hasta este momento, impedidos de cursar estudios técnicos
agropecuarios ya que la escuela más cercana se encuentran en el conurbano
bonaerense. Es de destacar, no obstante, que el conurbano, con 8 millones de
habitantes, cuenta con una sola
escuela de esta naturaleza, que está en el partido de Quilmes, con lo cual la novel
institución podrá incluir estudiantes de la propia provincia de Buenos Aires.
Contarán, estos estudiantes, con una
formación completa que incluirá horas dedicadas a prácticas y pasantías, tanto en
el propio establecimiento de estudio como también en estancias y empresas
productoras. El agrónomo Carlos Cheli, encargado de la puesta en funcionamiento
de la escuela, precisó en entrevista realizada por Infovet (2) : "En este tipo de
colegios se aprende no sólo por medio de la teoría sino sobre todo desde la
práctica. Se aprende haciendo, en contextos reales de producción...Tenemos que
adaptar la preparación de los técnicos para que puedan manejar esa tecnología. Y
eso se consigue hablando con las empresas, concertando con los productores y los
fabricantes, para acordar cuales son los saberes que tiene que tener el
alumno".
La organización curricular, receptando
lo señalado anteriormente, es de esencia interdisciplinaria al reunir conocimientos
específicos de las actividades agrícolas, en conjunción con conocimientos del
bachillerato humanístico. Sin embargo, apunta muy especialmente a proveer una
base científica sólida para carreras universitarias afines: Ciencias Biológicas,
Química, Bioquímica, Medicina, etc. A esto hay que agregar que los egresados de
esta casa de estudios podrán ingresar directamente a las carreras de Veterinaria,
Gestión en Agrolimentos y Agronomía de la U.B.A.
La escuela otorgará el título de
"Técnico en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria" y tendrá una cursada con
una duración de seis años, dividida en dos ciclos: uno básico, los tres primeros
años, que prioriza la formación general y brinda una introducción a lo agropecuario
y agroalimentario. El ciclo superior profundiza ya la formación técnica e incorpora
contenidos del Ciclo Básico Común de la U.B.A., permitiendo, esto último, que el
tránsito de la secundaria a la Facultad para el egresado que elija esta opción no
resulte en manera alguna traumático.
En definitiva se trata de la
imprescindible formación de los recursos humanos que, en forma creciente,
demanda una actividad económica estratégica para los intereses actuales y futuros
del país. Nada menos que la capacitación para realizar las operaciones de
todas las fases de los procesos de
producción vegetal y de producción animal con modernos criterios de rentabilidad
y sustentabilidad. El técnico contará con la formación suficiente para ocuparse del
mantenimiento primario y manejo de instalaciones, máquinas, equipos propios de
la actividad agropecuaria, pero también para organizar y gestionar explotaciones
empresariales pequeñas y medianas, conforme a sus recursos disponibles, para
lograr el desarrollo endógeno antes descrito.
Siendo éste el Año de Enseñanza de
las Ciencias, el presente proyecto es una oportunidad inmejorable para celebrarlo
con su tratamiento y aprobación por parte de los Sres. Legisladores.
Es por lo expuesto que solicito a mis
pares la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
MARTIARENA, MARIO HUMBERTO | JUJUY | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
PEREYRA, GUILLERMO ANTONIO | MENDOZA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
SNOPEK, CARLOS DANIEL | JUJUY | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GULLO, JUAN CARLOS DANTE | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
EDUCACION (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
07/05/2008 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 0354/2008 | 06/06/2008 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION | 20/08/2008 | APROBADO |