La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su repudio por la nueva militarización que la potencia ocupante, el Reino Unido, lleva a cabo en nuestras Islas Malvinas.

Señor presidente:

Todo comenzó como si de un mal cuento, de esos tan usuales en la prensa mundial, se tratara. Un diario sensacionalista británico, The Sun, publicó una insólita denuncia: que con ayuda rusa, Argentina se estaba rearmando para liberar a nuestras Islas Malvinas. Podría haber quedado en otra equivocación periodística, pero el gobierno del Primer Ministro David Cameron vio su oportunidad y la tomó: a días de las elecciones donde buscará un segundo mandato, su ministro de Defensa anunció una inversión de 180 millones de libras para apoyo militar e infraestructura en telecomunicaciones y puertos en las Islas Malvinas. Se contempla el envío de dos helicópteros Chinook para entrenar a tres mil agentes de infantería.

¿Es lógico pensar que nuestro país podría intentar una nueva escalada violenta sobre las islas? Argentina, el país que año a año pide en Naciones Unidas que se reactiven las negociaciones de paz, que no ha apoyado a ninguna coalición militar en las últimas décadas en sus guerras contra países del Tercer Mundo, la nación que fue miembro fundante de UNASUR, organismo que desde que nació detiene conflictos potenciales en Sudamérica... No, señor Presidente. Un medio sensacionalista puede decir lo que quiera: a eso ya estamos acostumbrados en nuestro país. Pero el gobierno de una nación soberana, potencia mundial, miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con sólidas relaciones diplomáticas y comerciales con nuestro país, ¿puede tomar una denuncia tan burda y usarla de justificación para militarizar una zona de paz?

La respuesta es que sí, porque evidentemente lo ha hecho, pero estas acciones no tienen ningún asidero en la realidad argentina o latinoamericana. Las Malvinas no son más que una pieza en el tablero de ajedrez pre electoral del Reino Unido. Cameron y su gabinete saben que el gasto anual en las islas es injustificado en un contexto de recesión. Necesitaban una excusa para mantener su base militar en el Atlántico Sur y The Sun se las otorgó: la excusa nacionalista que se aferra a fantasmas del pasado, a una época en que Argentina no era sí misma, porque no podía elegir a sus representantes ni votar sus decisiones.

Cuando gran parte de Medio Oriente sufre los embates del Estado Islámico, Nigeria y sus países vecinos las atrocidades de Boko Haram y Yemen se divide, ¿es necesario que Gran Bretaña use preciosos recursos en una zona del mundo que no tuvo ni siquiera una amenaza de guerra en 33 años?

No, señor Presidente. Por ello solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.