La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través del Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, informe a esta Cámara de Diputados sobre los siguientes puntos relacionados con la instalación de un reactor nuclear Carem, que brindará un aporte energético superior a los 150 Mw., en la provincia de Formosa, por parte de la empresa Dioxitek S.A.

1. Cuáles son los estudios de impacto ambiental existentes o que se llevarán adelante para evitar la contaminación del ambiente que podría implicar la instalación de la planta

2. Si se tienen programadas audiencias públicas con la ciudadanía de Formosa

3. Si se ha informado a las autoridades del Paraguay acerca de este proyecto, fundamentalmente por razones de cortesía y buena vecindad.

Señor presidente:

Todos sabemos - y es causa de sano orgullo - que la Argentina en pionera en el generación y tratamiento de energía nuclear en América Latina. Sin embargo debemos tener amplio cuidado sobre qué medidas preventivas para contrarrestar y neutralizar la contaminación que puede generar este tipo de energía para los ciudadanos que viven en las inmediaciones de las plantas. Siempre es exigible la máxima prevención.

Una central o planta nuclear es una instalación industrial empleada para la generación de energía eléctric. Se caracteriza por el empleo de combustible nuclear fisionable que mediante reacciones nucleares proporciona calor que a su vez es empleado, a través de un ciclo termodinámico convencional, para producir el movimiento de alternadores que transforman el trabajo mecánico en energía eléctrica. Estas centrales constan de uno o más reactores. Asimismo, el enriquecimiento de uranio es el proceso al cual es sometido el uranio natural para obtener el isótopo 235U conocido como uranio enriquecido. El uranio natural se compone principalmente del isótopo 238U, con una proporción en peso de alrededor del 0,7 % de 235U, el único isótopo en cantidad apreciable existente en la naturaleza que es fisionable mediante neutrones térmicos. Durante el enriquecimiento, el contenido porcentual de 235U en el uranio natural se incrementa gracias al proceso de separación de isótopos.

Estos tratamientos pueden generar contaminación radiactiva y esta puede llegar a comprometer los siguientes aspectos:

1. La contaminación de las personas: Esta puede ser interna cuando han ingerido, inyectado o respirado algún radioisótopo, o externa cuando se ha depositado el material radiactivo en su piel.

2. La contaminación de alimentos: Del mismo modo puede haberse incorporado al interior de los mismos o estar en su parte exterior.

3. La contaminación de suelos: En este caso la contaminación puede ser solo superficial o haber penetrado en profundidad.

4. La contaminación del agua: Aquí la contaminación aparecerá como radioisótopos disueltos en la misma.

Es dable señalar que la empresa Dioxitek S.A., que es una sociedad anónima estatal argentina, perteneciendo el 99 % de sus acciones a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el 1 % restante a la provincia de Mendoza, ha tenido registros de los siguientes incidentes a saber:

En mayo de 1998, el Juez en lo Penal Económico Bernardo Vidal Durand impidió la salida, desde el puerto de Buenos Aires, de 11 camiones sin habilitación, cargados con 350 tambores de 200 litros cada uno. Tanto Dioxitek S.A. como CNEA (y la transportista) habrían transgredido las leyes de Córdoba, y las normas de los Municipios por los que pasaron.

El 2 de enero de 2001 la fábrica de Dioxitek ubicada en barrio Alta Córdoba sufrió una pequeña explosión e incendio, sin registrarse daño ambiental o personal.

En noviembre de 2007 se produjo una denuncia de presunta malversación de fondos que dio origen a un expediente, cuando la CNEA firmó un convenio con Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa pública responsable de terminar Atucha II. La Comisión debía recuperar la capacidad técnica y brindar su asistencia para poner en marcha la central nuclear. A cambio, recibió 6 millones de pesos. Pero la CNEA no cumplió con lo pactado. Argumentó que para respetar los cronogramas y terminar la central a tiempo necesitaba subcontratar a otra empresa. Recurrió, entonces, a Dioxitek S.A. Le transfirió las obligaciones y el dinero. En 2007 la investigación se vio paralizada por falta de fondos para realizar nuevos estudios.

La planta ha sido denunciada por vecinos y ambientalistas quienes aseguran que emite radiactividad debido al polonio 210 que almacena. Los especialistas indicaron que esta sustancia es de baja actividad y vida media. No obstante, los vecinos quieren que la planta se mude. Por supuesto que esta pretensión puede originarse en el descrédito que han sufrido las plantas nucleares a partir de los desastres acaecidos en Rusia y en Japón. Afortunadamente en la Argentina nuestras plantas nucleares tienen un historial de seguridad casi perfecto.

Según detalla textualmente el medio Perfil.com: "La mayor preocupación recae en la reinstalación en Formosa de la planta de uranio que perteneció hasta su clausura a la firma Dioxitek, una sociedad perteneciente en 99% a la CNEA y en 1% a la provincia de Mendoza, y que desde 1996 estuvo instalada en Córdoba, en las afueras de la capital, en la zona conocida como Alta Córdoba. A partir de 2002, esta empresa estatal se hizo cargo de la producción y comercialización de fuentes selladas de material radiactivo conocido como cobalto 60. Esta planta fue clausurada en el año 2012 por la Municipalidad cordobesa, lo que fue ratificado por su Gobernación, debido a que contaminaba el medio ambiente."

"Hoy, según el profesor de Biología Evolutiva de la Universidad de Córdoba y director de Funam, doctor Raúl Montenegro, el "chichón", como se conoce a los residuos tóxicos de la planta, que hay debajo de Dioxitek "asciende a 57 mil toneladas de residuos de uranio, que es doblemente riesgoso porque es químicamente tóxico y además radiactivo". Y aclara que este tipo de depósitos de residuos no sólo contienen uranio, sino también sus descendientes radiactivos como el radio 226, el gas radón 222 y el plomo 210, todos cancerígenos", explica."

Es menester que esta Cámara reciba un informe completo que despeje dudas. Está en juego la salud de los formoseños que habitan la zona donde se emplazará la planta.

Debo destacar que quien suscribe adscribe al objetivo de seguir desarrollando el plan nuclear argentino y proseguir con la instalación de plantas que utilicen esa energía. Este Pedido es para que se disipen incertidumbres.

Por todo lo expuesto solicito a este cuerpo, el apoyo para este importante pedido de informes.