El Senado y Cámara de Diputados...

CONVOCA A CONGRESO PEDAGÓGICO NACIONAL.

Artículo 1º - Convócase a un Congreso Pedagógico, que se efectuará con la más amplia participación de todos los niveles de enseñanza, estudiantes, padres, cooperadoras escolares, gremialistas, docentes, estudiosos del quehacer educativo y el conjunto del pueblo a través de los partidos políticos y organizaciones sociales representativas.

Artículo 2º - El Congreso Pedagógico tendrá por objetivos los de plantear, estudiar y dilucidar los diversos problemas, dificultades, limitaciones y defectos que enfrenta la educación en nuestro país y proponer alternativas para su solución. Sus conclusiones constituirán la principal fuente de asesoramiento para la sanción de una nueva Ley Federal de Educación

Artículo 3º - La conducción de las actividades del Congreso Pedagógico estará a cargo de una comisión organizadora presidida por el Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología e integrada por el Secretario de Educación, el presidente y un miembro de la Comisión de Educación del Senado, el presidente y un miembro de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, los otros miembros del Comité Ejecutivo del Consejo Federal de Cultura y Educación y la secretaría permanente del mismo. Una comisión honoraria de asesoramiento será designada por el Poder Ejecutivo, a propuestas de la comisión organizadora, entre personalidades del quehacer educativo.

Artículo 4º - Las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires organizarán en sus respectivas jurisdicciones educativas las actividades del Congreso Pedagógico.

Artículo 5°.- El Poder Ejecutivo dará difusión masiva a las actividades y conclusiones del Congreso Pedagógico a los fines de posibilitar a los ciudadanos una participación activa.

Artículo 6º - El Poder Ejecutivo proveerá los fondos necesarios a fin de atender los gastos emergente6 para cumplimiento de la presente ley.

Artículo 7º - De Forma.

Señor presidente:

A través del presente proyecto de ley propiciamos la convocatoria a un nuevo congreso pedagógico nacional a los fines de que con la más amplia participación de todos los niveles de enseñanza, estudiantes, padres, cooperadoras escolares, gremialistas, docentes, estudiosos del quehacer educativo y el conjunto del pueblo a través de los partidos políticos y organizaciones sociales representativas; se debatan y diluciden los diversos problemas, dificultades, limitaciones y defectos que enfrenta la educación , se propongan alternativas de solución y se asesore respecto a la sanción de una Nueva Ley Federal de Educación.

La aprobación de la Ley de Financiamiento Educativo, que postula como objetivo para el próximo quinquenio llegar al 6% del PBI de inversión para Ciencia, Técnica y Educación; y el anuncio del Presidente Nestor Kirchner referido a la discusión de una Nueva Ley Federal de Educación, han acentuado el protagonismo del debate educativo en la agenda pública.

Debate que, sostenemos, debe extenderse al conjunto de la sociedad; impulsando sus efectos transformadores, por la fuerza del consenso, más allá de las buenas intenciones del gobierno de turno. La complejidad de los desafíos de la educación en nuestro país así lo requiere; ésta no puede ni debe ser afrontada bajo la exclusiva responsabilidad del gobierno ni de los educadores, los individuos o familias, sino mediante el esfuerzo colectivo de toda la sociedad. Esfuerzo expresado a través de una reflexión y debate que incluya las identidades y realidades de todos los territorios y culturas pero con el ánimo de sintetizarlas creativamente en un proyecto nacional.

Claro que el Estado no es un actor más; y debe recuperar la iniciativa que demostrara en las primeras décadas del siglo19 en materia de educación, cuando llevaba la delantera sobre la sociedad que estaba constituyéndose. Por aquel entonces Domingo Faustino Sarmiento convocó al primer Congreso Pedagógico, llamado Internacional en su momento, el que se desarrolló en Buenos Aires durante abril y mayo de 1882, en el marco de la exposición Continental de la Industria. El Congreso, que contó con la concurrencia de más de 250 delegados y la participación de las figuras más importantes del elenco político e intelectual de la época, debatió acerca de las ideas y principios que debían regir la educación pública. Sus resoluciones suelen considerarse un antecedente de la legislación escolar nacional (ley 1420) y el hito que le dio legitimidad.

Los delegados fueron convocados para discutir sobre el estado de la educación, los medios para impulsar su progreso, el influjo de los poderes públicos en su desarrollo y el estudio de la legislación educativa; temas que se tradujeron en duros debates respecto a secularización de la educación, el papel adjudicado a la sociedad civil, la relación entre el Estado Nacional y las provincias en la dirección del sistema educativo, y las orientaciones pedagógicas.

Hoy frente a preguntas similares a las se hicieran los gestores de la ley 1420, y a más diez años de la sanción de la Ley 24.195 denominada Ley Federal de Educación que naciera del segundo Congreso Pedagógico realizado en la ciudad de Embalse del 27 de febrero al 6 de marzo de 1988 (1) ; el Estado debe ponerse a la cabeza de un nuevo eslabón en el largo proceso de construcción de consensos.

La puesta en práctica de la Ley 24195 ha puesto en evidencia; más allá del incumplimiento de las metas presupuestarias, errores y deformaciones que inhiben la capacidad de inclusión educativa y calidad del servicio. La fragmentación y desarticulación del sistema, a partir de la modalidad que asumió el proceso de provincialización , se manifiesta en la existencia en la práctica de 24 sistemas educativos; cuyas condiciones varían enormemente, influyendo en las desigualdades dentro y entre los propios sistemas. Situación que refuerza los procesos de fragmentación social.

Los elevados índices de fracaso escolar, deserción e inasistencias a las aulas, segmentación y diferenciación clasista entre escuelas privadas y estatales y al interior de estas entre turnos, entre otros, han conmocionado la creencia de que nuestro sistema de educación general básica había alcanzado una satisfactoria democratización de las oportunidades educativas y era una base para posibilitar metas mínimas de cierto bienestar, desarrollo económico y democracia social.

Una sociedad más democrática requiere que las mayorías accedan en mayor medida a los recursos de la misma, entre ellos los educativos, tecnológicos y de conocimiento.; así como de una distribución más igualitaria de tales recursos. Una escuela de calidad para todos es una reivindicación de esta igualdad.(Garay L., 2005)

No tenemos dudas de que la sociedad argentina responderá con todos sus recursos y energías a la convocatoria de un Estado que manifieste su voluntad de construir junto a ella y de forma sostenida una mejor educación para todos.

Sr. Presidente, por las razones expuestas, solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de Ley.

En ese sentido y refiriéndose al área educacional, Juan Carlos Tudesco afirma "Lograr acuerdos en educación no solo es socialmente necesario. A pesar de las dificultades, tiene que ser posible... Al respecto la experiencia reciente indica que la concertación es rechazada o resistida particularmente desde dos perspectivas. La primera de ellas es la que proviene de los enfoques económicos y políticos de inspiración "neoliberal", según los cuales las decisiones educativas no pueden someterse a procesos de concertación ni de negociación política, sino que deben ser dejadas- como el resto de las decisiones sobre distribución de bienes y servicios - a los mecanismos del mercado donde la lógica del comportamiento ciudadano es reemplazada por la del "cliente". La segunda es la que proviene de los enfoques fundamentalistas autoritarios, según los cuales las decisiones son o deben ser tomadas solo por los que controlan el manejo del aparato del Estado, con exclusión de toda posibilidad de pluralismo y debate. (documento: Pactos educativos: difíciles pero necesarios. Foro Latinoamericano de Educación, organizado por la Fundación Santillana. Marzo 2005.)