La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional, que a través del organismo que corresponda, proceda a incorporar, en el Salón "Mujeres argentinas del Bicentenario", ubicado en la Casa Rosada, el nombre de "María Remedios del Valle, la Madre de la Patria".

Señor presidente:

Por medio de esta resolución quiero homenajear a la Sra. María Remedios del Valle quien fue la única mujer admitida por el General Manuel Belgrano en su ejército y que le confirió el grado de capitana por su arrojo y valor.

La historia de esta heroína data de las invasiones inglesas, cuando decidió guardar las mochilas de los soldados del Cuerpo de Andaluces que necesitaban aligerar la marcha hacia los Corrales de Miserere (hoy Plaza Miserere, en el Once). El 6 de julio de 1810 se sumó, junto a su marido y sus dos hijos, a las filas del Ejército Auxiliar del Norte, donde hizo cuanto pudo y le dejaron. Era mujer entre hombres y, aún más raro, era negra.

El 23 de septiembre de 1812, en la víspera de la Batalla de Tucumán, se presentó ante Belgrano y le suplicó que la dejara asistir a los heridos que se amontonaban en las primeras líneas. Belgrano se negó: el campo de batalla no era cosa de mujeres. No tuvo en cuenta que la rabia de la libertad no sabe de géneros. Remedios del Valle actuó en la retaguardia desafiando las órdenes del general. Pronto se convirtió en leyenda entre la tropa, que comenzó a llamarla la Madre de la Patria. Belgrano terminó cediendo: fue la única mujer admitida en su milicia.

María Remedios perdió a su marido y a sus hijos bajo las balas enemigas, pero se destacó en las batallas de Salta, Vilcapugio y Ayohuma. Tras la derrota, cayó en manos españolas. Tenía seis heridas de bala en su cuerpo y fue azotada en público durante nueve días. Cada azote abría una rajadura hasta el hueso, por donde avanzaba un ejército invisible de gérmenes y bacterias. Infecciones que, al final, ahorraban munición a los realistas.

Sobrevivió al castigo y burló el cerco, para volver a pelear, aun cuando no eran tiempos para que las mujeres se les atrevieran a las armas.

Cuando la revolución triunfó, se la podía ver ofreciendo pastelitos en la Recova (hoy Plaza de Mayo), pobre de toda pobreza, con 60 años y más arrugas de las que pudiera contar.

En ese preciso momento fue reconocida por el general Juan José Viamonte, quien le insistió para que solicite una pensión y que dejara de mendigar.

María Remedios presentó su pedido. El 11 de octubre de 1827, los diputados votaron el otorgamiento de una pensión de $ 30, desde el mismo día que María Remedios la había pedido. Para tener una idea de la escasa generosidad para con una heroína revolucionaria, vale precisar que una lavandera ganaba 20 pesos, mientras que el gobernador cobraba $ 666. La libra de aceite rondaba $ 1,45, la de carne $ 2 y la de yerba $ 0,70. A María Remedios le otorgaron un peso por día.

Un diputado quiso ir más allá de la pensión y pidió que "se forme y componga una biografía y que se haga un monumento". Fue demasiado. "Esto es materia de un proyecto de decreto y debe presentare en forma conforme al reglamento", le respondieron. Por no violar el reglamento de la Honorable Sala de Representantes, hoy no existe la biografía oficial de María Remedios del Valle. Tampoco el monumento. Apenas dos calles, una en la ciudad de Buenos Aires, en Parque Avellaneda, y otra en Mar del Plata; una escuela en Villa Soldati y otra en el partido bonaerense de Azul; una escuela municipal de Enfermería y una Casa de la Mujer en San Isidro.

Murió sola el 8 de noviembre de 1847, después de haberse cambiado el nombre por el de Remedios Rosas, en reconocimiento al gobernador Juan Manuel de Rosas, quien la había ascendido a Sargento Mayor, en 1829. La Argentina sigue con sus dos padres. De la "Madre de la Patria" no hay siquiera un retrato. Ni una ilustración.

María Remedios del Valle fue víctima de una triple discriminación; por ser pueblo, por ser mujer y por ser negra.

Por la importancia que María Remedios del Valle fue tomando en estos últimos años, la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto 6310-D-2012, el 28 de noviembre de 2012, por el cual se instituye al día 8 de noviembre como el "Día Nacional los/as afro argentinos/as y de la cultura Afro" en conmemoración de María Remedios del Valle.

Pese a esta media sanción encuentro muy oportuno solicitar al Poder Ejecutivo que incluya su retrato en el Salón de las Mujeres del Bicentenario, dada la importancia que esta mujer representa en la historia argentina.

Por los motivos esgrimidos anteriormente, solicito a mis pares acompañen esta resolución.