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PROYECTO DE TP


Expediente 1198-D-2010
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA PREVENIR Y ATENDER LAS SITUACIONES CONFLICTIVAS QUE DERIVAN EN SITUACIONES DE VIOLENCIA EN EL AMBITO ESCOLAR.
Fecha: 18/03/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 17
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo disponga las medidas necesarias para sensibilizar, concienciar y ofrecer formación a toda la comunidad educativa, con el objeto de prevenir y atender las situaciones conflictivas que afectan la convivencia y el respeto por los otros derivando en situaciones de violencia en el ámbito escolar.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Los cambios vertiginosos que afectan la realidad social actual también influyen en el ámbito escolar como consecuencia del dinamismo y cambio acelerado del marco social, económico, cultural y político. Esto conlleva a una redefinición de las políticas y estrategias en el ámbito escolar para procurar atender las necesidades que surgen de esta realidad mencionada.
La necesidad de atención a los nuevos valores que surgen de las demandas actuales, sitúa a la educación y a la escuela en un marco de atención complejo. Las profundas transformaciones sociales derivadas de la crisis social actual exigen nuevas categorías de análisis que den cuenta del nuevo estado situacional que se genera en la escuela, y así permitirnos transformar y construir estrategias que puedan colaborar en la atención de situaciones conflictivas que surgieren como reflejo de la realidad social actual en el ámbito escolar.
Debemos erradicar la creencia de que la conducta violenta es natural, la violencia es un problema social. Debemos comprender esto a fin de restituir valores como el respeto por el otro.
El sociólogo Alberto Morlachetti explica que: "los pibes son hijos de una sociedad despatarrada, que es nuestra creación, que de algún modo supimos construir. También es nuestra creadora; sin ésta no existirían los jóvenes que nos atemorizan. La violencia es hija de muchos silencios: nace de sus profundidades, aparece por un instante y regresa a sus abismos. Por eso la infancia debe ser territorio, de familia, escuela y juego".
En general, cuando se hace referencia a la violencia escolar, suele abordarse la problemática desde el punto de vista de los niños, niñas y adolescentes como portadores de violencia o agresión. Para el Presidente de la Fundación Centro de Actividades Psicológicas Asistenciales Comunitarias (CAPAC), Doctor Pablo Rispo, el adolescente es el último eslabón, de la violencia. Afirma: "uno de los errores más comunes es preguntar a dónde está el culpable de lo que sucede, cuando todos somos responsables de esta situación, si esto no se entiende así, vamos hacia la destrucción social... los chicos están expuestos todo el tiempo a un doble discurso, en la escuela les dicen una cosa, en la casa otra, y en la televisión otra. Hoy el chico y todos nosotros comemos con la televisión- verdad puesta en la mesa; ¿De que se habla durante la comida? De muerte, de odio, de violencia extrema de violaciones, de angustia de desolación... por eso no busquemos un culpable, no culpemos a los jóvenes de todos los males; aceptemos que todos somos culpables".
Consideramos, desde nuestra postura, que los niños como portadores de violencia y agresión no son las únicas situaciones "violentas" que se dan en las instituciones escolares. Además estamos convencidos que no es conveniente "etiquetar" o denominar al niño, niña o adolescente de agresor o víctima debido a que en estas edades en las que se encuentran en pleno desarrollo, tanto físico como psíquico, estas etiquetas pueden condicionar sin duda su futuro accionar. Nuestra postura avanza sobre la línea de la prevención de posibles situaciones violentas en el ámbito escolar que involucren a niños o a adultos. Para esto será necesario un accionar multidisciplinario para encontrar posibles soluciones. Siempre es más valedero generar espacios recreativos, artísticos, culturales, que permitan expresarse, dialogar, ser uno mismo, reconocer al otro en tanto otro, que pensar en reprimir, sancionar o castigar.
Es importante diferenciar entre una medida disciplinaria y un acto de maltrato o castigo abusivo. Educar es una función amorosa y de cuidado, por lo tanto no debe causar daño. Ninguna forma de maltrato es educativa. Se puede criar y educar sin pegar ni humillar. La violencia es un problema de salud pública y de salud personal pero fundamentalmente es una cuestión de derechos humanos.
En la actualidad la violencia social es un tema de Salud Pública Internacional, explica la Dra. María Luisa Agritos, pediatra, sanitarista y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría, y consultora de organismos internacionales, quien agrega: "la violencia se instaló con más fuerza y se difunde a cada hogar con mayor velocidad. Pero no es un invento de los medios. Ellos funcionan como la caja de amplificación de hechos dolorosos, relacionados con la falta de equidad". Es por esto que consideramos la posibilidad de hablar de violencia en el ámbito escolar, reemplazando al término violencia escolar, ya que las situaciones que se generen en la escuela no son más que el fiel reflejo de la situación social, y solamente contribuirán a que los medios de comunicación "amplifiquen" estás situaciones, dándoles entidad e instalándolas, sin darnos opción alguna para luego poder trabajar con ellas.
Es necesario no dejar de lado que también, en el ámbito escolar, se dan situaciones en donde los alumnos son agredidos por docentes y donde los docentes son agredidos por padres y alumnos.. Esto, igual que las situaciones anteriormente relatadas, no tiene otra explicación que el reflejo de la crisis social que estamos viviendo. Lo complejo de la situación amerita considerar la realidad tanto del "victimario", que también es víctima, como de la víctima propiamente dicha. Ambas partes necesitan ser atendidas, acompañadas, contenidas.
En la misma línea, especialistas en psicología explican en una nota en el diario Clarín de noviembre de 2000, relatan: "La escuela, el colegio, aquellos lugares donde personas de todas las edades estudian y se capacitan, resultan ser como extensiones de la propia casa y de la familia. El modelo que reciben no sólo se refiere a datos y conocimientos sino también a formación y preparación como personas. Todo proceso educativo se da o debería darse en un contexto afectivo y de transmisión de valores y principios, tanto en la teoría como en la práctica. Esto se encarna en personas concretas, cuyo rol de educadoras las coloca como ejemplos vivientes. De maestras/os, profesores/as, docentes en general, se observa y se aprende mucho más de lo que formalmente ofrezcan como enseñanza. Dada la relevancia del papel que cumplen las educadoras y educadores es que resulta especialmente necesario que se capaciten y formen también como transmisores y multiplicadores de otro tipo de cultura, hábitos y actitudes que aporte a la disminución de la violencia que afecta a la sociedad. Resulta conveniente entonces que puedan obtener una capacitación básica y realista de lo que significa un cuadro de Violencia Familiar para orientar eficazmente a quienes pueden estar en peligro de muerte y que ya han sufrido graves daños, dado que las víctimas tardan bastante en relatar a alguien lo que sucede en sus hogares.
La autoridad que da el rol de educador/a y el ejercicio de una tarea de dedicación y servicio a las personas de la comunidad, son factores decisivos para ejercer una influencia constructiva en aquellas/os que se pueden encontrarse en una situación de riesgo".
Sería conveniente que los educadores puedan obtener una capacitación básica y realista de lo que significa un cuadro de Violencia Familiar para orientar eficazmente a quienes pueden estar en peligro de muerte y que ya han sufrido graves daños, dado que las víctimas tardan bastante en relatar a alguien lo que sucede en sus hogares.
Desde nuestra perspectiva la violencia escolar no existe, sino que esto se debería englobar en una categoría mayor: violencia social en crecimiento que también se manifiesta en las escuelas, pero que no deja de esta presente en su conjunto. En realidad sí hay una violencia institucional, simbólica seguro pero no solamente, que es propia de la escuela. Sucede que tenemos una escuela del Siglo XIX, con docentes del Siglo XX, para atender a alumnos del Siglo XXI. Deberíamos estar pensando un cambio estructural que, indirectamente, posibilitaría prevenir, matizar, estas situaciones de violencia.
El Lic. Jorge Garaventa, en un Congreso sobre la violencia en la escuela, decía que "cuando se ahonda en la historia de la niñez se comprende que en todos los tiempos de la historia, y en el actual, no son ajenos los maltratos, abusos y todo tipo de excesos hacia niños y niñas son moneda corriente, y por supuesto la educación no está ajena a este tipo de excesos... recuerdo los golpes con el puntero, el tirón de orejas, mantenerse parado en penitencia, los gritos desaforados ante travesuras, las orejas de burro ante el fracaso escolar; este tipo de prácticas contaban con el beneplácito de la comunidad y de los padres en general". Lo que los chicos aprenden, sobre todo en los tiempos de su desarrollo, es difícil que no lo repitan.
En esta misma línea, la nicaragüense María López Vigil relata: "Si en la casa la violencia es vista como algo natural. El padre le grita y le pega a la madre, la madre le grita y le pega a los hijos, los hijos mayores golpean y gritan a sus hermanos más pequeños y los más pequeños apalean al perro y salen a la calle a matar pájaros a pedradas... Generación tras generación cada uno de los eslabones se engarza con el otro en una cadena sin fin".
Consideramos que los problemas pueden llegar a ser el comienzo de la solución de algo que no está bien. Es por esta razón que, en primer medida, creemos necesario dejar de lado los dispositivos disciplinarios que se utilizaban hasta hace poco tiempo, y parecen no producir efecto en los alumnos, ya que no solamente estamos frente a un funcionamiento distinto de la sociedad sino también en la constitución misma de la subjetividad humana. Entre otras cuestiones, explica el Lic. en Psicología Zerbino, profesor de la UBA, "está en juego nuestra relación con lo normativo. El tipo de relación que el individuo-ciudadano producido por la Modernidad tenía con las normas jurídicas e institucionales, no es idéntico al modo de relación que tienen los sujetos contemporáneos. Esta variación, en general, no se tiene en cuenta cuando se piensa que la solución a estos problemas tiene que ver con mejorar las normas y con buscar mejores modos de vigilar y castigar. Este es el motivo por lo que asistimos a fracaso tras fracaso".
La escuela fue pensada con una lógica homogeneizante, del "para todos igual", todos tienen que hacer lo mismo, todos bajo las mismas normas. El "para todos igual" cada vez agrava más la situación de la escuela. Es indispensable para solucionar esta problemática, como propone Zerbino, diseñar dispositivos de transición que lleven adelante micropolíticas que operen ahí donde las macro políticas no alcanzan o fracasan. Estos dispositivos deberían incluir lo colectivo en la elaboración de soluciones y poder pensar los problemas no en términos de caos o catástrofes sino en situaciones que se generan dentro de una institución. Es decir, incluir variables que sean propiamente institucionales: en todos los casos no se pueden dar las mismas soluciones, sino algunos lineamentos generales para que cada institución pueda buscar su situación adecuada a su realidad.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
GUZMAN, OLGA ELIZABETH NEUQUEN MOV POP NEUQUINO
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
EDUCACION (Primera Competencia)
Trámite
Cámara Movimiento Fecha Resultado
Diputados SOLICITUD DE REPRODUCCION DEL PROYECTO PARA EL PERIODO 129 (2011), SEGUN LOS TERMINOS DEL ARTICULO 7 DE LA RESOLUCION DE LA HCD DEL 05/06/1996 16/03/2011