La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar su beneplácito por la celebración del centenario de la "Biblioteca Popular Vélez Sarsfield", fundada el 11 de mayo de 1909 en la ciudad de Córdoba.-

Señor presidente:

La "Biblioteca Popular Vélez Sarsfield Nº 0534" es la más antigua de la ciudad de Córdoba y la que inspiró como niños lectores a algunos de los escritores más destacados y reconocidos tanto de la provincia como de nuestro país. Una biblioteca centenaria, fundada el 11 de mayo de 1909 por un grupo de vecinos con el propósito de "propender a la elevación cultural y moral del pueblo mediante la difusión de los libros y publicaciones afines y la realización de conferencias, exposiciones, actos culturales y cívicos y demás actividades que permitan un eficaz logro de la finalidad propuesta". En 1912 logró obtener la personería jurídica y en 1921, por gestiones del entonces Gobernador Rafael Nuñez, la Provincia adquirió el inmueble para uso exclusivo de la biblioteca donde funciona hasta hoy (Ley provincial Nº 3079). En el año 2006, por ordenanza municipal Nº 11.190/06 y en el marco de las "Acciones de Protección del Patrimonio Construido de la Ciudad" se incorporó el edificio de la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield y la casa colindante que le pertenece al "Catálogo de Bienes Inmuebles y Lugares del Patrimonio" de la ciudad de Córdoba.

La Biblioteca, desde sus comienzos, integra la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). También es una de las 69 bibliotecas populares con categoría "A", una distinción que, según el artículo 3º de la ley 23.351, se concede por la cantidad de libros que posee, el movimiento diario de consultas y las actividades culturales que desarrolla. La Biblioteca Popular Vélez Sarsfield cumple acabadamente con esos requisitos: cuenta con 40.000 volúmenes, un promedio de 1.700 lectores mensuales y unos 800 libros cedidos en préstamo a domicilio. Afiliada a la Federación De Bibliotecas Populares de Córdoba (FEBIPO), miembro del Centro Regional de Preservación y Conservación del Patrimonio Cultural en Obras sobre Papel, unos 500 socios apoyan a esta institución barrial. Toda una trayectoria que atraviesa el siglo XX y honra el espíritu de la ley citada: "Las Bibliotecas Populares se constituirán en instituciones activas con amplitud y pluralismo ideológico y tendrán como misión canalizar los esfuerzos de la comunidad tendientes a garantizar el ejercicio del derecho a la información, fomentar la lectura y demás técnicas aptas para la investigación, la consulta y la recreación y promover la creación y difusión de la cultura y la educación permanente del pueblo." También la UNESCO, en su "Manifiesto de la Biblioteca Popular" de 2004, destaca el rol de esas instituciones tanto para la participación comunitaria como para la formación de ciudadanía: "Es el centro local de información, brindando toda clase de conocimiento e información disponible a sus usuarios. Deben fungir como centros de actividades comunitarias culturales, complemento de la educación formal, como centros de apoyo al desarrollo intelectual de los/las ciudadanos y deben, asimismo, tener en cuenta el desarrollo de hábitos de lectura en la población desde niños y tener también una acción dirigida a formar en el usuario /as las destrezas y habilidades en el uso de la información".

La Biblioteca Popular Vélez Sarsfield es una institución que no sólo integra el cambiante paisaje urbano del barrio General Paz de Córdoba sino que está íntimamente unida a la vida de algunos de los escritores más reconocidos de la provincia. Juan Filloy, tal vez el mayor de todos y uno de los grandes novelistas de América Latina, la inmortalizó en sus recuerdos. En el último reportaje concedido antes de su muerte, a los 102 años, evocó el origen de su vida de escritor en aquel niño que cambiaba los juegos callejeros por un rincón en aquella biblioteca: "... A una cuadra de donde yo nací, en el barrio General Paz, de Córdoba, existía una biblioteca popular recién fundada. Yo era un chico... y en vez de estar jugando a los trompos o a la pelota con los chicos en las calles de aquel entonces, me iba a la biblioteca a leer los diarios y a ver los libros infantiles con figuritas. Mi vocación literaria ha nacido por mi frecuentación de una biblioteca; de la cual, pasados los tiempos, fui durante once años bibliotecario ad honorem". Agradecido a esa institución que forjó su amor por los libros y una vida dedicada a la literatura, el mismo Filloy reconoció el valor social de la biblioteca como institución comunitaria: "Para bien de todos, ese foco de irradiación espiritual del barrio, destella todavía en el contorno y en el ámbito de la ciudad. Fue su primera biblioteca circulante y su hemeroteca mas frecuentada. Y, lo que es más para la vida de relación, un punto de confluencia ciudadana en donde el respeto y la tolerancia fijaron normas en convivir colectivo". Héctor Yánover, el librero y escritor cordobés que presidió la Biblioteca Nacional, nos dejó también una bella y profunda definición sobre la importancia de las bibliotecas públicas: "Es la Biblioteca la que preserva los mitos y alienta el misterio, protege lo que no sabe, obra catárticamente entre lo pasajero y lo eterno. Por eso defenderla es sostener la historia, dar crédito a nuestra inmortalidad".

En el marco de los festejos por los cien años de su fundación, la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield realizó en el transcurso del año 2008 un conjunto de actividades culturales orientadas hacia la comunidad que se denominó "Camino al Centenario": se llevaron a cabo charlas temáticas, obras de teatro, presentaciones de los diversos talleres que funcionan en la institución, recitales, presentaciones corales, muestras fotográficas sobre la historia de la biblioteca y el barrio, entre otras. En ese contexto, también está en elaboración un libro que recuperará en sus textos los orígenes del barrio cordobés y su biblioteca, edición especial que será presentada en el acto de conmemoración de los cien años.

En momentos en los que la piqueta de la especulación inmobiliaria amenaza con tirar abajo las que fueron las viejas casonas del barrio y a la par se revaloriza la función comunitaria y educativa de las bibliotecas populares para que recuperen esa función luminosa evocada por todos, es que solicito a mis pares acompañen el presente proyecto de resolución.