La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través de los organismos competentes, se sirva informar sobre los siguientes puntos:

1) Cuáles son los recursos económicos destinados a solventar el desarrollo del Programa Nacional de Lucha contra el Mal de Chagas. Explicite montos y procedencia.

2) En qué fecha se efectuó el último censo nacional de personas afectadas por la enfermedad. Resultados del mismo.

3) Cuáles son las acciones desarrolladas en el marco del Programa mencionado, en todo el país, en los últimos cinco años, con el fin de interrumpir la transmisión vectorial, a través de la eliminación de insectos vectores de la enfermedad de Chagas.

4) De qué forma el Estado Nacional promueve la producción de medicamentos y la investigación sobre la patología mencionada.

5) Cuáles son las campañas o programas de prevención y educación puestas en práctica dentro del citado Programa.

Señor presidente:

La enfermedad de Chagas-Mazza es actualmente la endemia de principal importancia sanitaria en la Argentina.

Si bien el número de infectados es desconocido, la Red de Chagas de los hospitales del Gran Buenos Aires y del Consejo de Chagas de la Sociedad Argentina de Cardiología, señalan como afectado al 7,2 por ciento de la población, aunque es dable suponer que atento el aumento de la desocupación, la pobreza, la marginalidad y la precariedad habitacional, el número de chagásicos sea aún mayor. Por otro lado la Fundación Argentina de lucha contra el Mal de Chagas (Falcha) y la Asociación de lucha contra el Mal de Chagas (Alcha) hablan de 3 millones. En cualquier caso, sobre lo que sí tenemos certeza es que esta enfermedad constituye el cuadro sanitario más importante de nuestro país.

El mecanismo más frecuente de transmisión de la enfermedad al hombre es el vectorial y los insectos de los géneros Triatoma y Rhodnius son los vectores más importantes. Estos insectos son conocidos en el continente con los nombres de vinchuca, pito, barbeiro y chinche voladora, entre otros; son hematófagos, se alimentan habitualmente de noche y su picadura es indolora. En nuestro país la especie predominante es el Triatoma infestans, de hábitos principalmente domiciliarios. Otras vías de transmisión son la transfusional y la transplacentaria. El contagio por estas vías es más común de lo que podría imaginarse dado que muchos de los afectados desconocen que sufren la enfermedad y muchos otros la ocultan por sus experiencias de exclusión laboral.

Las manifestaciones clínicas más importantes del mal de Chagas son las miocarditis y la meningoencefalitis, así como lesiones en el sistema nervioso autónomo del intestino (megacolon y megaesófago)". El Dr. David Gorla, afirma que no menos de un 10 por ciento de los chagásicos desarrollará patologías cardíacas o digestivas que harán peligrar su vida y necesitarán de algún tipo de atención sanitaria de alta complejidad por parte del sistema público de salud." (Entrevista publicada en la edición del 22/12/03 del Diario La Nación)

La distribución de la enfermedad tiene relación con la distribución de su vector, que suele habitar zonas rurales y cálidas. Sin embargo, en los últimos años la enfermedad se ha extendido a provincias del sur del país y se ha "urbanizado". La vinchuca, su agente portador, fue detectada en la propia ciudad de Buenos Aires, así como en otras importantes concentraciones humanas. Por otra parte, el Chagas es una enfermedad de la pobreza, y en nuestro país hay cada vez más pobres, circunstancia que favorece el incremento de la misma.

La situación es preocupante y merece un tratamiento serio y urgente. En ese sentido es necesario, en primera instancia, contar con un censo actualizado de los afectados por la enfermedad para diseñar políticas públicas eficaces que permitan dar respuesta a esta problemática. Los datos fehacientes permitirán establecer los sitios con más afectados así como sus condiciones de vida y las posibilidades de contagio por las diferentes vías conocidas.

A pesar del avance de las ciencias médicas todavía no se ha encontrado remedio para curar la enfermedad ni vacuna para evitarla. Una vez instaladas las lesiones en el organismo, ya nunca más se puede alcanzar la restitución integral de la zona afectada. Por ello el único camino idóneo para combatir este mal es la prevención. Y las medidas preventivas más efectivas son las dirigidas al control del vector, de la sangre a transfundir y el seguimiento del hijo de madre chagásica hasta el año de edad.

Con respecto a interrumpir la transmisión vectorial "los antecedentes existentes en Latino América, muestran que este es un objetivo alcanzable a corto plazo si se garantiza la continuidad de las actividades. Los mismos antecedentes demuestran que un programa que interrumpa la transmisión de la enfermedad de Chagas tiene una relación costo / efectividad que representa un retorno financiero para el país equivalente a 30-64% anual. " "Desde el silencio, el Chagas continúa sumando más de 2.000 niños infectados por año, sobre un total de unos 100.000 menores de 15 años. Los nuevos casos podrían evitarse si se sostuviera un programa efectivo y eficiente de control de vectores en las regiones endémicas." ( Entrevista al Dr. David Gorla publicada en la edición del 22/12/03 del Diario La Nación).

Asimismo, es necesario implementar políticas de educación sanitaria y de información para que la población tome conciencia de la gravedad de la enfermedad y participe activamente en su prevención.

En 1980 se promulgó el decreto ley 22.360, que declara de interés nacional y asigna carácter prioritario dentro de la política sanitaria nacional, a la prevención y lucha contra la enfermedad de Chagas. Por ello el Gobierno Nacional es el que debe brindar los medios e instrumentos a ponerse en práctica en todo el país con el fin de prevenir, tratar y erradicar este mal.

El Chagas está lejos de ser solo una anécdota de individuos pobres que viven en ranchos muy lejanos, es la principal endemia argentina, con más de 300.000 argentinos que sufren el mal en forma crónica, y no menos de 3 millones que son portadores del virus.

Los números son muy preocupantes. Son muchos los compatriotas que además de padecer la enfermedad, padecen la indiferencia, la discriminación laboral y que se encuentran desprotegidos del sistema de seguridad social.

Atento lo expuesto nos urge saber acerca del desarrollo del Programa Nacional de Lucha contra el Mal de Chagas, por ello solicitamos a los Sres. Diputados acompañen esta iniciativa con su voto afirmativo.