El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1º: Incorpórase el día 8 de marzo, DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER, entre los feriados nacionales previstos por la Ley Nº 21.329 y sus modificatorias.

ARTICULO 2º: La presente ley entrará en vigencia a partir del día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial.

ARTICULO 3º: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

El día internacional de la mujer trabajadora se justifica porque recuerda la lucha de la mujer por sus derechos y sus libertades.

Sobre el 8 de marzo existen diversas versiones. La más conocida es la de un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York en 1857, donde habrían muerto quemadas las obreras que hacían una huelga.

Diez años después, en 1867, también en el mes de marzo, tuvo lugar una huelga de planchadoras de cuellos de la ciudad de Troy, en Nueva York, quienes formaron un sindicato y pidieron un aumento de salarios. Después de tres meses de paro, las huelguistas se vieron obligadas a regresar al trabajo sin haber logrado su demanda.

En 1910 en Copenhague, Dinamarca, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas se institucionalizó la celebración anual del Día Internacional de la Mujer, dedicándolo a la agitación a favor de sus derechos.

La historia del 8 de marzo está cruzada por situaciones y hechos que muestran un escenario más complejo y rico en acontecimientos marcados por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, las pugnas entre socialistas y sufragistas, y el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

En el año 1975 la ONU declara el 8 de marzo como día Internacional de la mujer.

De cara al nuevo derecho internacional y al reconocimiento de los derechos humanos en las modernas constituciones, la Reforma Constitucional de 1994 ha significado un importante avance cualitativo en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, ya que ha asignado a la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer la mayor jerarquía en la pirámide legal. Es mucho lo que se ha avanzado desde la concepción de la incapacidad de la mujer y su consecuente cosificación, sin embargo, la posición históricamente desfavorable de la mujer trasciende el plano formal y continúa.

Esta aseveración se hace evidente con sólo considerar que a pesar de ser el 51,1% de la población, las mujeres constituyen la mayoría pobre, fenómeno que se conoce como " feminización de la pobreza".

Es víctima de la violencia que se ejerce en el ámbito doméstico, provocada por patrones de una cultura patriarcal que se manifiesta en todo tipo de opresión: desde los golpes, la ofensa, la descalificación, hasta el violentamiento sexual, su sometimiento a la prostitución, su compra y su venta.

Sufre discriminación salarial y segregación ocupacional, que queda claramente demostrado al observar su mínima presencia en puestos relevantes y directivos, estos temas, entre otros, marcan la persistencia de importantes diferencias entre la condición jurídica, política, económica y social del hombre y la mujer.

En el último informe de UNICEF sobre el Estado Mundial de la Infancia 2007, el énfasis fue puesto sobre la eliminación de la discriminación entre los géneros y la promoción de la autonomía de la mujer y su participación en la toma de decisiones para producir consecuencias profundas y positivas sobre la supervivencia y el bienestar de la infancia, porque se ha demostrado que allí, donde la mujer toma decisiones, hay menos desnutrición y menos analfabetismo.

No se trata de una competencia de sexos sino de un mundo mas justo para las mujeres que también habrá de mejorar la calidad de vida de los hombres.

Esta iniciativa, que se suma a la de muchos otros países como Puerto Rico, China, Palestina, Francia, y la Unión Soviética (en sus tiempos por iniciativa de Leonid Brezhnev), y recientemente la Provincia de Misiones que declaró asueto administrativo y escolar, intenta propiciar el crecimiento de la conciencia pública sobre lo que verdaderamente significa esta tan trillada " discriminación de género", esto es ni más ni menos que una clara y palpable violación de derechos humanos en pleno siglo XXI.

Tratándose de una batalla cultural la tarea debe ser persistente a los fines de erradicar las raíces de la discriminación que se hallan en las relaciones de la vida cotidiana.

Por los motivos expuestos, solicito el voto afirmativo de mis pares.