PROYECTO DE TP
Expediente 1089-D-2013
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LAS MUERTES A CONSECUENCIA DE LOS AGROTOXICOS QUE SE REGISTRARON EN EL PERIODO 2007/2013.
Fecha: 19/03/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 13
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo, tenga a
bien informar, a través de las autoridades competentes, lo siguiente:
1.- Informe cuántas muertes a
consecuencia de los agrotóxicos se registraron en el período 2007 hasta la
actualidad.
2.- Informe cómo se distribuyeron
esos fallecimientos por jurisdicción en todo el País.
3.- Informe el nombre y apellido, la
edad y el sexo de las personas fallecidas.
4.- Informe qué porcentaje de
muertes fueron por:
a) Cáncer
b) qué tasa de abortos espontáneos,
c) el porcentaje de aumento de la
infertilidad,
d) cantidad de malformaciones,
e) de trastornos inmunitarios y de
problemas inmunitarios,
a causa de las fumigadas
sistemáticas por agrotóxicos.
5.- Informe qué medidas ha tomado
ó tomará el Poder Ejecutivo, ante la comprobación científica acerca de que los
agrotóxicos provocan patologías que llegan a provocar hasta la muerte.
6.- Informe si se han realizado
investigaciones tendientes a determinar la peligrosidad de los agrotóxicos. En caso
afirmativo indique cuales. En caso negativo indique los motivos.
7.- Informe qué actividades y
medidas ha tomado la Comisión Nacional de Investigación sobre la contaminación
por el uso de plaguicidas, creada por el Decreto 21/2009 16-01-09.
8.- Informe si se han remitido los
trabajos realizados y conclusiones de la Comisión Nacional de Investigación a la
autoridad que corresponda.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Médicos del Hospital Garrahan
denunciaron la muerte de un niño por contaminación con agrotóxicos. Aseguran
que no es el único caso que reciben y denuncian la falta de políticas que regulen a
las fumigaciones.
"Primero se murieron los pollos,
luego el perro y los chanchos (...), fue entonces cuando tuvimos que mudarnos,
pero era difícil porque no tenía quién me ayudara". Así recuerda David Rivero la
trágica semana en la que los químicos a los que tanto les temía entraron de
manera silenciosa a su casa. Se llevaron primero la vida de los animales y luego la
de su hijo, de cuatro años.
José, el menor de los cuatro hijos de
don David, empezó a vomitar un lunes a la tarde. Su padre lo llevó a la salita de
Lavalle, desde donde lo remitieron a Santa Lucía. De allí pasó a Goya y luego, en
ambulancia, a Corrientes. Los médicos correntinos lo remitieron el jueves al
Hospital Garrahan, cuando lograron estabilizarlo, pues el niño sufría continuas
convulsiones. "Llegó a Buenos Aires debatiéndose entre la vida y la muerte, no era
mucho lo que podían hacer", recuerda David.
José se fue la segunda semana de
mayo de este año. Antes de morir su hígado dejó de funcionar y tuvo muerte
cerebral.
Mercedes Méndez, enfermera del
Hospital Garrahan y miembro de la fundación Médicos de Pueblos Fumigados,
aclara que no se trata de un caso aislado.
Gladys Arévalo, vecina de la Valle
Corrientes, vivió el mismo drama que David en abril de 2011. Su hijo Nicolás, con
tan sólo 4 años, y su sobrina Celeste de 5 fueron hospitalizados el mismo día por
intoxicación.
Tenían idénticos síntomas, les
diagnosticaron hepatitis fulminante. Los dos pequeños fueron remitidos al Hospital
Goya y de ahí al Hospital Juan Pablo II. Celeste entró en coma
profundo y la trasladaron al Hospital
Garrahan, donde estuvo 17 días en Terapia intensiva, 30 más en sala y tres meses
más bajo estrictos controles médicos que incluían estudios y tratamientos diarios
en Buenos Aires. Nicolás no alcanzó a ser remitido. Murió el 4 de abril de
2011.
Un año después con el resultado de
la autopsia de su hijo, la cual certifica que murió a causa del envenenamiento
provocado con los químicos usados en la chacra vecina, la familia de los niños
tiene claro que quiere : "Nosotros queremos justicia y que se deje de fumigar,
porque nos están matando lentamente" reclama Josefina Arévalo, tía de los
niños.
El doctor Medardo Ávila, investigador
de la Universidad Nacional de Córdoba, ha adelantado estudios en provincias con
alta exposición a las fumigaciones. Su informe revela que el aumento de la
utilización de químicos para la producción del campo - un 1.000% en los últimos
10 años - ha ocasionado que en estas poblaciones se presenten casos agudos con
consecuencias inmediatas "Vemos complicaciones respiratorias, irritación en la piel
y en los ojos, intoxicaciones hepáticas y problemas neurológicos".
Sin embargo, no son estos casos los
que más llaman la atención del médico cordobés "Hemos notado, que como
consecuencia a mediano y a largo plazo, las poblaciones expuestas están
manifestando un cambio de patrón de enfermedad (...) es muy frecuente
encontrar una serie de cánceres, enfermedades inmunológicas y endocrinológicas
que antes no veíamos" Asegura el doctor Medardo, y agrega: "Llama la atención el
gran número de abortos espontáneos y niños nacidos con malformaciones, entre 3
y 4 veces más que en ciudades como Buenos Aires"
En enero de 2012, la Defensoría del
Pueblo de la Nación publicó un informe que estudiaba la relación entre la
exposición a los agroquímicos con la discapacidad. Allí aseguro que: "resulta
apremiante pedir a las autoridades públicas nacionales y provinciales, la toma de
medidas de resguardo y cautelares,
para evitar la discapacidad producida por el uso de agrotóxicos".
El informe, aunque enfocado
exclusivamente a la problemática de la discapacidad, hace recomendaciones
relacionadas a la regulación de uso de químicos agrícolas a varias entidades
gubernamentales. A la Comisión Nacional de Investigación de Agroquímicos
(CNIA), creada en 2009 por Presidencia de la República, le pide que se hagan y
publiquen investigaciones más frecuentemente - La última publicación se hizo en
2009- y que se organice internamente de una manera que haga más eficaz su
trabajo.
En el informe también se pide al
Ministerio de Salud que tome medidas preventivas y eficaces que garanticen el
bienestar de la población en riesgo. Al SENASA, lo cuestiona por otorgar un
permiso de importación y comercialización de productos elaborados con
Endusolfán, a pesar de que en 2010
se haya comprobado las graves consecuencias del químico para la salud
humana.
Hoy 12 millones de argentinos
conviven a diario con las consecuencias de los agrotóxicos, y el número aumenta
a medida de que avanza la frontera agrícola. "Cuando viene la fumiga a mi me
duele la cabeza, me hace mal. Tengo miedo por mi hijo de 2 años que se la pasa
jugando", confiesa Gladys Arévalo, que con el dolor de haber perdido a un hijo a
causa de los agroquímicos, se consume en la impotencia de no tener recursos
para irse de la zona.
A partir de la década de 60 se
implementó en América Latina un nuevo modelo agrícola relacionado a la
tecnología genética y al uso de químicos para obtener mejores rendimientos. Más
de cuarenta años después, este modelo está lejos de ser un instrumento de
desarrollo o de soberanía alimentaria y, muy por el contrario, se ha convertido en
una maquinaria de dominación, muerte y beneficios para unos pocos.
Sucede que las grandes
corporaciones del agro, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial
(BM), han logrado, con la complicidad de los estados neoliberales, imponer el
monocultivo para la exportación a modo de una nueva distribución internacional
del trabajo.
Los beneficios para ellos no son
pocos: las corporaciones que venden semillas transgénicas y agrotóxicos tienen
ganancias millonarias, al tiempo que la renta de las exportaciones sirve para pagar
la deuda externa de los agobiados países latinoamericanos. Ni la soja de
Argentina, Brasil y Paraguay, ni las bananas o el algodón de los países
centroamericanos sirven para calmar el hambre de los pueblos, más bien sirven
para alimentar las arcas del sistema.
Mucho se ha dicho sobre los
perjuicios que este modelo trae para Latinoamérica y para los campesinos.
Normalmente se habla de la concentración y el agotamiento de las tierras, de la
proliferación de los transgénicos, de la baja rentabilidad y de la intromisión de las
grandes corporaciones en las políticas nacionales. Mientras tanto, un asesino
silencioso recorre América Latina, cobrándose miles de vidas al año: los
agrotóxicos, piezas esenciales de un modelo al que no le importa matar a los
pobres, mientras pueda extraerse de ellos y de sus tierras hasta la última
gota.
Según la FAO (Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura) los plaguicidas son causantes de 20 mil muertes
accidentales al año, y 200 mil suicidios. Otro dato publicado por la OIT
(Organización Internacional del Trabajo) en 1994 afirma que ese año hubo entre
dos y cinco millones de casos de envenenamientos por plaguicidas, en sólo 40 mil
establecimientos relevados. Por otra parte, cabe destacar que no hay forma de
relevar las peligrosas intoxicaciones crónicas, o bien las que son tratadas por sus
síntomas sin saber nunca cuales fueron las causas. De la misma forma, es
imposible saber la cantidad de envenenamientos por los que no se hace una
consulta médica.
La precariedad en la que trabajan los
campesinos pobres de América Latina, los expone aún más a los perjuicios de los
agrotóxicos. En principio, no utilizan el equipo de aplicación necesario para no
mojarse con los productos, y prevenir así envenenamientos cutáneos. Muchos de
ellos son analfabetos, y se ven imposibilitados de leer los marbetes o rótulos que
indican las formas de aplicación y los cuidados que debe tenerse. A pesar del
riesgo al que están expuestos, los campesinos, quinteros o chacareros optan por
comprar productos como el Glifosato, debido a la necesidad imperante de tener
altos rendimientos, cosa que en muchos casos ni siquiera ocurre. Mientras ellos
gastan cientos de dólares en agrotóxicos e invierten su salud para lograr mantener
a sus familias, los ejecutivos de Monsanto ganan cientos de miles de dólares al
año, y sin tocar una gota del veneno que producen.
Los agrotóxicos están diseñados para
destruir determinados organismos vivos, siendo muchas veces no selectivos al
cumplir su función, pudiendo ocasionar efectos no deseados en otros seres vivos,
incluyendo al ser humano.
Algunos agrotóxicos son persistentes
y pueden permanecer largos períodos en el ambiente antes de desintegrarse,
acumulándose así en los tejidos de la mayoría de los organismos vivos cuando
estos respiran, ingieren alimentos o beben líquidos.
Hay agrotóxicos persistentes que
pueden viajar rápidamente largas distancias arrastrados por el viento y el agua,
produciendo intoxicaciones a grandes distancias de donde fueron aplicados.
Estos productos contaminan:
-La Tierra: destruyendo los
organismos que forman la materia orgánica
-El Agua: dañando la vida acuática en
las aguas superficies y contaminando las napas profundas
-El Aire: contaminado por las
fumigaciones áreas y terrestres, la quema de envases y el polvo arrastrado por el
viento desde el suelo.
Todos los agrotóxicos utilizados en
este cultivo transgénico producen efectos en la salud de las personas, produciendo
tanto intoxicaciones crónicas como agudas.
En lo que respecta a intoxicaciones
crónicas, algunos son cancerígenos, como es el caso del insecticida cipermetrina,
en tanto que otros producen daños neurológicos, respiratorios, en desarrollo
reproductivo, inmunológico, endocrinos hormonales, hepáticos y renales.
Las intoxicaciones agudas ocurren
inmediatamente o algunas horas después de la exposición a agrotóxicos. Los
síntomas que se observan con mayor frecuencia en trabajadores que manipulan
agrotóxicos son: cefaleas (dolor de cabeza), mareos, náuseas, vómitos,
enrojecimiento y erupciones en la piel, dificultad para respirar y tos.
Son altamente peligrosos para peces,
abejas, organismos del suelo y acuáticos.
En Misiones denuncian que el uso de
glifosato provoca retraso mental.
Casi 87% de los niños de hasta dos
años de edad que habitan en la Colonia Alicia, en la provincia de Misiones,
padecen retraso mental, denunció el científico Hugo Gómez Demaio, en la
presentación de un proyecto de ley para prohibir los agrotóxicos.
"El 86.6% de los niños de hasta dos
años de la Colonia Alicia padece algún retraso mental demostrable como
consecuencia de la aspersión de agrotóxicos", reveló Gómez Demaio, jefe del
Laboratorio de Biología Molecular de Misiones.
El científico reveló que en dicha
provincia "se detectan 60 niños por año con malformaciones" y alertó que el
contacto con el plaguicida (glifosato), provoca "modificaciones en su genoma
humano", que se transmitirán a sus descendientes.
Gómez Demaio hizo las afirmaciones
durante el encuentro "Observatorio del glifosato" realizado en Buenos Aires en la
Cámara de Diputados, donde se presentó un proyecto de ley para prohibir el uso y
venta de agrotóxicos.
El profesional precisó que los niños
no sólo padecen retraso mental sino malformaciones físicas, diferente tipo de
cáncer e insuficiencias renales, respiratorias o hepáticas, entre otras
enfermedades. El glifosato es utilizado para la eliminación de hierbas y arbustos
en extensos territorios donde se cultiva soja transgénica, que cubre el 60% del
área cultivable de Argentina.
El glifosato (N- fosfonometilglicina,
C3H8NO5P, CAS 1071-83-6) es un herbicida no selectivo de amplio espectro,
desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los
perennes.
Es un herbicida total. Es absorbido
por las hojas y no por las raíces.
Se puede aplicar a las hojas,
inyectarse a troncos y tallos, o asperjarse a tocones como herbicida forestal. La
aplicación de glifosato mata las plantas debido a que suprime su capacidad de
generar aminoácidos aromáticos.
El glifosato es el principio activo del
herbicida Roundup (nombre comercial de Monsanto) (su patente expiró en
2000).
Monsanto patentó en algunos países
el evento "40-3- 2" en soja, el cual confiere resistencia al glifosato. Las plantas
resistentes a glifosato se han obtenido por medio de transgénesis. Es el herbicida
más usado en EE.UU usándose, 2.000- 4.000 t/año en lawns, y 40.000-50.000
t/año en su agricultura.
El modelo agroindustrial imperante
en Argentina desde hace más de una década, en base a monocultivos,
transgénicos y uso de agrotóxicos: intoxica, enferma y mata. Los niños son las
primeras víctimas. El Estado, principal responsable: mira para otro lado.
Por todo lo expuesto, solicito a mis
pares que me acompañen con la firma del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |