La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que informe, a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, detalladamente sobre la situación de los bosques, especialmente nativos, en el país, a partir de la vigencia de la ley 26.331 sancionada en el año 2007, dado que diversas denuncias alertan sobre que el proceso de desforestación no se acotado como manda la norma vigente y la previsión presupuestaria del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos no cumple con el porcentaje establecido por dicha ley.

Señor presidente:

Señor Presidente: Nadie duda a esta altura de los benéficos dones que brinda el árbol, al cual alguna vez llamé "nuestro amigo y vecino", aludiendo a los que sobreviven en las áreas urbanas, más allá del maltrato y/o destrato que sufren, prodigados por autoridades y particulares, con lastimosa desaprensión.

Si un árbol es benefactor, ¡qué decir de un bosque! Y si es nativo, ya no hay palabras para ponderar su nobleza.

La ley 26.331 vino a mitigar el devastador proceso de desforestación que durante siglo y medio ha venido empobreciendo a la Argentina en esta materia y que se ha agudizado en las últimas dos décadas por la incesante expansión de la frontera agropecuaria a horcajadas del incremento de los precios internacionales de los alimentos primarios.

Desde la sanción de la mencionada norma, el P.E.N. ha destinado cada vez menos fondos para atender a la preservación de los bosques nativos. En 2012 debieron preverse unos $2.300 y sólo se presupuesto poco más de un diez por ciento, es decir $267 millones. Inferior al monto que dispone el artículo 31 de la citada ley, un 0,3% del presupuesto nacional, más el 2% de las retenciones a las exportaciones agrarias, ganaderas y forestales. Los presupuestos de 2008, de 2009, de 2010, de 2011 y de 2012 violan la ley 26.331, ya que incluyen partidas para el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos que no respetan esos porcentajes. En 2010 y 2011, por caso, las partidas fueron de $300 millones y en 2012 de $267 millones.

El presupuesto de 2013 empeora más la situación del Fondo Nacional consignado: los recursos serán de $230 millones. El presupuesto degrada al Fondo.

En 2010, el entonces Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, reasignó $144.209.091 previstos para la protección de los Bosques para destinarlos a "Fútbol para Todos". Sin comentarios.

Según informes confiables, desde la vigencia de la ley de 2007 hasta 2012 se siguieron desforestando 1.145.044 hectáreas, principalmente en Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. Sólo en 2012 desaparecieron 40 millones de árboles.

La desforestación inclusive devastó 275 mil hectáreas de áreas especialmente protegidas contra el desmonte por tratarse de especies nativas irreemplazables en el corto plazo. Se pueden replantar árboles, pero no ecosistemas, como bien señala el profesor cordobés Raúl Montenegro (La Nación, 16/02/13).

Existe un desbalance notorio entre ambiente nativo y ambiente productivo. Así colapsan las fábricas naturales de agua (cuencas hídricas) y de suelo (sólo los bosques nativos lo reponen). Bien dice el citado catedrático: "A la naturaleza se la domina obedeciéndola".

En un metro cuadrado de suelo y hasta los 30 centímetros de profundidad pueden vivir 1.500 millones de microorganismos, 120 millones de gusanos, 440 mil insectos, 400 mil ácaros, 3 mil ciempiés y 500 hormigas. Los plaguicidas exterminan a todos, sin contemplaciones y, mucho menos, piedad. "Sin la vegetación nativa y con la biodiversidad afectada, la naturaleza deja de producir suelo. En ambientes templados se requiere de 220 a 1100 años para regenerar 25 milímetros de suelo. En las selvas frías patagónicas ese proceso demanda mucho más tiempo, varios miles de años para reponer un centímetro", conforme señala el citado experto.

El desmonte alienta la maldita erosión.

Está amenazada el área protegida, es decir el 7% de la superficie argentina, de por sí muy pequeña.

En Formosa, para consignar un caso extremo, han muerto argentinos por defender la tierra y los bosques.

Es un panorama azorante para quienes tenemos sensibilidad por la preservación del ambiente, que es lo mismo que decir la vida.

En nuestro Programa electoral - votado en la provincia de Buenos Aires por más de 600 mil ciudadanos-, nos comprometimos, como proclama el Dr. Alberto Rodríguez Saá, a celebrar un solemne pacto entre el progreso y el ambiente. Ni segar la expansión productiva ni lesionar la biodiversidad; lograr una armónica combinación entre ambas. Este Pedido de Informes cumple, pues, con el mandato recibido del pueblo bonaerense.

Por lo expuesto, pido el respaldo para este Pedido de Informes.