La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional a fin solicitarle la presencia en el seno de la Comisión de Agricultura y Ganadería de esta Honorable Cámara, del Secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación Ingeniero Miguel Campos y Autoridades del SENASA, a fin de informar detalladamente sobre el reciente brote de fiebre aftosa en la Provincia de Corrientes y la declaración de emergencia sanitaria nacional.

Señor presidente:

Las autoridades políticas y sanitarias argentinas miran con desconfianza y preocupación el nuevo brote de aftosa. El virus que hoy ataca a la argentina no es la aftosa es la sospecha y la incertidumbre. A principios de febrero, el brote de fiebre aftosa que afecto a 70 cabezas de ganando bovino en un campo de San Luis de las Pampas encendió la alarma sanitaria y acorraló a la Argentina ganadera.

Los productores ganaderos envueltos, con anterioridad al brote en una disputa de precios con el gobierno propusieron una tregua en pos de un objetivo común: Saber cual es realmente el origen de este brote, ya que si bien el virus no provoca daños en la salud de los consumidores, los daños que ocasionaría la aftosa desde lo económico, llevaría a firmar la partida de defunción del sector ganadero, con el cierre de mercados internacionales, podría causarse estragos en la economía de los exportadores y en la estratégica cuenta fiscal de la gestión del gobierno nacional.

Un gobierno nacional empeñado en hacer bajar el precio de la carne, un Ministerio de Economía que incurre en errores múltiples al momento de llegar a un acuerdo con el sector ganadero, la Secretaría de Agricultura desarticulada por luchas internas de poder, y la aparición del mal mas temido para los productores en una estancia del norte de nuestro país, hacen que el escenario sea muy confuso.

La histeria por el virus se diluyó tan rápido como apareció. En menos de quince días las rápidas gestiones comerciales impidieron que los mercados, que importan carnes argentinas, prolongaran las barreras, y de esa forma amortiguaron el daño comercial. La Unión Europea y Rusia reabrieron sus puertos dando por válidas las afirmaciones del SENASA que aseguró que el brote estaba bajo control. Como consecuencia los productores de todo el país respiraron aliviados, salvo en la provincia de Corrientes que debe mantener su hacienda inmovilizada, donde el origen del virus que los aqueja muta entre acusaciones de contrabando y la falta de controles sanitarios y fronterizos.

Desde el comienzo existen tres hipótesis en diferentes sentidos: pérdida de la cadena de frío de las vacunas (opción prácticamente descartada por el Senasa), mala aplicación de las inyecciones o un movimiento de ganado contrabandeado desde Paraguay, esta ultima opción fue sugerida públicamente por el Director del Senasa.

Por cierto la desaparición mágica de la principal sospecha, El Contrabando, no hizo mas que estimularla, en caso de comprobarse que la aftosa surgió por un hecho de estas características, sería la segunda vez consecutiva que la Argentina estaría infectada con el virus por falta o ineficiencia de controles fronterizos, situación que dejaría en evidencia el mal funcionamiento de media docena de organismos públicos que deberían ejercer los controles y que deberían evitar el trafico de animales en pie proveniente de países vecinos.

En los 400 kilómetros de frontera litoral que comparten la Argentina y Paraguay el trafico de mercaderías se encuentra a la orden del día, pero las estadísticas de las fuerzas de seguridad no existe una sola mención al trafico de ganado. Extraña omisión si se tiene en cuenta que los últimos tres brotes de aftosa aparecieron en regiones fronterizas y la causa que les dio origen fue el contrabando de ganado en pie.

Haciendo un poco de historia, en el 2001 la Argentina registró su último brote que se extendió desde la provincia de Formosa hasta la localidad bonaerense de General Villegas, una investigación posterior del SENASA descubrió que la epidemia recorre la ruta del tráfico de hacienda afectando el ganado de las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y la pampa bonaerense.

El informe que emitieron especialistas del Senasa detalló que parte del ganado estaba infectado por la cepa A24, exótica en el país pero extendida en el Paraguay, Señor Presidente, la aparición de la fiebre aftosa, además de modificar la categoría y el status sanitario de nuestro país en los mercados internacionales, muestra el lado mas oscuro y crudo desde el punto de vista económico, el posible cierre de los mercados internacionales produce una pérdida millonaria de ingresos, y desde lo sanitario, la declaración de la emergencia sanitaria nacional pone de manifiesto la ausencia de controles por parte del organismo que tiene a su cargo la sanidad animal.

Debemos tener en cuenta que Argentina es el tercer exportador mundial de carne vacuno, en el 2005 se exportaron 390 millones de dólares , los ganaderos calculan que las perdidas que sufrirían por el cierre de mercados serían millonarias.

En referencia a los controles sanitarios realizados por el SENASA se percibe una falta de eficiencia y eficacia en lo que depende del organismo, hasta el momento la investigación sobre las causas que provocaron la aparición de la enfermedad, se desconocen, extraoficialmente se manejan dos hipótesis posibles, se analiza un eventual corte en la cadena de frió de la vacuna, así como un eventual contagio con animales que ingresaron de contrabando de países vecinos.

La aparición del brote de aftosa y las prohibiciones impuestas a nuestro mercado, ponen en evidencia nuevamente la cuantía y la trascendencia de las cuestiones sanitarias en el escenario internacional. Mientras no se conozcan los motivos de la aparición del brote y principalmente hasta que no se verifique si se trata de un hecho fortuito y aislado, no debemos olvidar que los organismos encargados del control no están actuando con la eficiencia debida., por lo que no podemos permitir que la argentina quede aislada nuevamente de los mercados internacionales por una causa biosanitaria que pudo ser evitada con los debidos controles.