La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por el primer implante artificial de tronco cerebral realizado en la República Argentina a comienzo de marzo a una niña de dos años. La novedosa técnica, de gran complejidad, estimula directamente el cerebro permitiendo oír artificialmente, intervención que se realiza "por primera vez en América a un niño".

Señor presidente:

A comienzos de marzo de éste año una niña de dos años oriunda de Salta, quien nació sin cócleas ni nervios auditivos, recibió un implante artificial de tronco cerebral que le permitirá unir el oído con el cerebro, en la primera intervención de este tipo en salud infantil que se realiza en el continente americano.

La instalación de la cóclea artificial, conocida como caracol y que aloja el órgano del sentido de la audición fue realizada en un hospital privado por médicos de la Fundación Argentina de Otorrinolaringología y el Centro de Implantes Cocleares.

Se trata, pues, de un dispositivo que provee la percepción del sonido a través de electrodos implantados directamente en los núcleos de la audición, en el tronco del cerebro. Este implante es fundamental hacerlo antes de los tres años, porque es entonces cuando los niños están a tiempo de aprender. Es un proceso lento, ya que éstos pequeños nunca oyeron nada y el aprendizaje del lenguaje les llevará tiempo, explicó el Dr. Diamante.

Las estadísticas señalan que 3 de cada 1.000 niños menores de dos años padecen hipoacusia severa en la República Argentina. El 5% de esos casos se debe a la falta de desarrollo de las cócleas y los nervios.

La decisión de operar a ésta pequeña no fue fácil de tomar. Según explicó el neurocirujano Jorge Salvat, quien también participó, con su equipo médico en ésta intervención expresó: "Es una operación riesgosa, porque significa colocar un chip dentro del tronco cerebral, lo que puede provocar paros cardíacos o dificultades en la respiración, por eso se necesitan equipos de altísima complejidad para éstas cirugías".

El aparato implantado tiene un costo de 30.000 dólares fue cubierto por Osecac (Obra social de los comerciantes) y subvencionado por el Ministerio de Salud de la Nación, a través de la Administración de Programas Especiales (APE).

Por todo lo expuesto precedentemente, solicito a los Señores Diputados que acompañen el presente con su voto afirmativo.