La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito y apoyo irrestricto a la resolución de creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños que tendrá como objetivo fundamental la intensificación del proceso de integración de la región, adoptada en la reciente II Cumbre de América Latina y del Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), y en la XXI Reunión del Grupo de Río que se realizaron simultáneamente en Cancún, México, los días 22 y 23 de febrero de 2010.-

Señor presidente:

El 23 de febrero pasado en la denominada Cumbre de la Unidad, que reunió a 32 mandatarios y altos representantes de la región, se acordó la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Como bien señalo el anfitrión del encuentro, el presidente mexicano Felipe Calderón el objetivo de dicha comunidad "será proyectar a nivel global a la región con fundamento en el respeto al derecho internacional, igualdad de estados, respeto a los derechos humanos y la cooperación".

Enfatizando también que "esta debe ser la hora, esta es la hora de América Latina y El Caribe, debemos asumirlo así y trabajar para que así sea. Las promesas que hicieron los libertadores y héroes latinoamericanos se mantienen vigentes y, con una instancia tan importante como esta, cobran ahora más fuerza y valor y se convierten en el motor principal para impulsar la unidad en la región.

Se trata de la constitución de una nueva organización regional que agrupara a las 33 naciones de America Latina y del Caribe, exceptuando a Estados Unidos y Canadá, y asumirá el "patrimonio" del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC).

Su nombre definitivo se definirá a lo largo del proceso de constitución que se inicio en esta Cumbre y culminara en las próximas reuniones de Venezuela (2011) y Chile (2012) en las que se fijaran los estatutos y normas de funcionamiento.

Conforme a la declaración final, que consta de 87 puntos, al establecerse su creación se fundamento que "La región requiere de una instancia de concertación política fortalecida que afiance su posición internacional y se traduzca en acciones rápidas y eficaces que promuevan los intereses latinoamericanos y caribeños frente a los nuevos temas de la agenda internacional", para lo que plantea "intensificar el diálogo, la coordinación, la interacción, los consensos, la sinergia y la convergencia de acciones entre los mecanismos regionales y subregionales de integración en América Latina y el Caribe para profundizar la integración y acelerar el desarrollo regional mediante la articulación de proyectos comunes y complementarios".

Es evidente que este acontecimiento constituye un hito muy importante en la historia de las relaciones entre los países de America Latina y del Caribe.

En un mundo cada vez mas descentralizado e interdependiente, donde prácticamente se borraron las fronteras ideológicas y las zonas de influencias, y las estructuras políticas y económicas de poder están en permanente cambio, nuestra región podrá construir a partir de esta nueva estrategia de acción conjunta, respetando su diversidad, escenarios de mayor equilibrio y equidad en las grandes decisiones regionales y mundiales que preserven y/o promuevan mejor los intereses de sus estados y de sus pueblos.

Sin dudas, el nuevo organismo dará mayor autonomía a la región ayudándonos a garantizar valores y principios históricamente compartidos, tales como el respeto al derecho internacional, la igualdad soberna de los estados, el no uso ni la amenaza del uso de la fuerza, la democracia y el respeto a los derechos humanos