PROYECTO DE TP
Expediente 0911-D-2008
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA CONVOCAR A UNA "MESA DE DIALOGO" CON EL FIN DE SOLUCIONAR EL CONFLICTO AGROPECUARIO.
Fecha: 26/03/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 13
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Ante la grave
situación existente por el conflicto del sector agropecuario,
1- Convocar al
Gobierno Nacional a una "Mesa de Diálogo" que permita
recuperar un espacio de convivencia y paz social,
2- Solicitar al Poder
Ejecutivo Nacional la suspensión de las medidas que han generado el
estado de la situación
1- Establecer que el
Consejo Federal Agropecuario Ampliado se constituya en el ámbito
técnico de análisis de las políticas nacionales agropecuarias.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La economía argentina
transita este 2008 su sexto año de crecimiento económico a tasas
excepcionalmente elevadas. Esta inédita expansión económica descansa
indudablemente en el benévolo contexto internacional vigente para los países
emergentes como la Argentina, caracterizado por altos precios internacionales de
los productos exportables (fundamentalmente commodities) y la vigencia de bajas
tasas de interés en el mercado de capitales. Ello ha permitido desarrollar una
política económica que se ha revelado exitosa en términos macro, basada en un
círculo virtuoso de tipo de cambio real elevado - altos niveles de superávit externo
- altos niveles de retenciones impositivas a las exportaciones - fuerte superávit
fiscal, conjunción que permitió alcanzar tasas de crecimiento jamás observadas en
la Argentina.
El país se encuentra atravesando de
esta forma una coyuntura externa altamente favorable en cuanto al valor de sus
exportaciones, sin precedentes en por lo menos 50 años de historia.
En el marco de esta coyuntura
favorable, el sector agroindustrial respondió con un dinamismo tal que lo convirtió
en pilar fundamental de la recuperación económica general. En la salida de la crisis
profunda que sufrió la economía argentina, que hizo eclosión en 2001, la
contribución del sector agroindustrial resultó fundamental. Y este dinamismo
merece destacarse, ya que el sector de la cadena productiva agroindustrial no
resultó ajeno a las políticas implementadas en los noventa que castigaron a todos
los sectores productivos. Durante dichos años se sintieron particularmente en el
campo, las consecuencias del peso sobrevaluado, de los créditos a tasas
exorbitantes que generaron un sector endeudado al límite de su supervivencia, de
un sistema tributario altamente distorsivo que incentivaba la evasión y elusión
tributaria, de la falta de política de contención de la familia rural y el proceso
continuo de concentración de la tierra expulsando a los pequeños
productores.
Existen opiniones dispares acerca de
si la apreciación de los commodities en el plano internacional responde a un
cambio estructural debido fundamentalmente al creciente peso como demandantes
de las economías de China e India o si solo se trata solo de una coyuntura
exacerbada en los últimos tiempos por una burbuja para este tipo de commodities,
producto de la crisis financiera en los EEUU donde parte del flujo financiero
internacional por pánico a la caída de otros instrumentos financieros, se refugia en
este tipo de activos reales. Evidentemente si se trata de esta segunda opción,
tarde o temprano se ajustarán los precios a la baja con el consiguiente perjuicio
para la economía argentina.
Por otra parte, si se trata de un
cambio estructural, Argentina solo podrá aprovecharlo en el largo plazo si crea las
condiciones necesarias para un aumento sustancial de su capacidad productiva y
de la productividad de todos sus factores.
En ambos casos pensamos que el
Gobierno esta desaprovechando la oportunidad, no administrando correctamente
la bonanza en términos de política económica.
Una estructura
tributaria regresiva y fuertemente centralizada
El Gobierno Nacional viene
manteniendo una estructura tributaria regresiva y fuertemente centralizadora de
los ingresos fiscales en manos del Poder Central. A su vez, no impulsa la discusión
de un nuevo régimen de coparticipación federal de impuestos, manteniendo
intacto el anterior esquema enmarañado que le otorga una importante
discrecionalidad en el reparto de los recursos, amen de beneficiarse con la
coyuntura positiva que atraviesan las cuentas públicas nacionales, explicadas en
buena medida por el espectacular aumento de las retenciones a las exportaciones
que no son coparticipables.
En tal sentido, vemos que las
retenciones a las exportaciones (con una recaudación estimada para el año 2008
de $24.231 Millones) representan casi el 100% del superávit primario que obtiene
el gobierno Nacional (que está previsto para el 2008 en $ 25.900 Millones, un 3%
del PIB). Esto explica claramente la reticencia del gobierno nacional a discutir una
reforma del sistema impositivo y del régimen de coparticipación: las retenciones
son recursos no coparticipables, y sustituirlas, reintegrarlas o diseñar un esquema
de participación de las provincias, implicaría el esfuerzo para la Nación de recaudar
el doble, ya que más de la mitad debería girarse a las provincias.
La política tributaria sin duda resulta
relevante para el fortalecimiento de la cadena productiva, en particular del sector
agroindustrial. Sabemos que las retenciones a las exportaciones constituyen un
factor que desincentiva en parte la producción de bienes exportables y afecta
principalmente al eslabón más débil de la cadena productiva que son los pequeños
y medianos productores agropecuarios.
Para su correcto desarrollo, toda
cadena productiva debe tener una base sólida, y en nuestro país dicha base es el
sector agropecuario. En primer lugar para fortalecer el mismo, es necesario
promover la sostenibilidad de las pequeñas y medianas empresas familiares
agrarias, para la cual se debe impulsar una verdadera política agraria que frene la
desaparición de agricultores e inicie el camino de recuperación progresiva de los
agricultores que le dan sustento al interior de nuestro país.
La producción de 100 millones de
toneladas de granos, tiene que formar parte de la estrategia nacional y beneficiar
a todos los eslabones de la cadena productiva, y no sólo engrosar las ganancias de
un puñado de empresas exportadoras.
Impacto del nuevo
esquema de retenciones
El gobierno nacional, dispuso,
mediante la resolución 125/2008 del Ministerio de Economía y Producción, un
nuevo esquema de retenciones móviles para el sector agroexportador. El esquema
consiste centralmente en establecer diferentes rangos de precios de exportación
sobre los que se les aplica una alícuota marginal creciente de derecho de
exportación.
Con este nuevo nivel de retenciones
más el anterior aumento dispuesto en octubre pasado, el Gobierno Nacional va a
incrementar su recaudación en u$s 5.100 Millones anuales, llegando a obtener un
superávit record del 4% del PIB.
Con la modificación del esquema de
retenciones (que implica a los valores actuales de los commodities un aumento
sustancial de las mismas), vemos que el Gobierno refuerza su actitud de privilegiar
la consecución de un elevadísimo superávit fiscal castigando a un sector productivo
que ha sido el motorizador del crecimiento en la Argentina.
Para efectuar un análisis de esta
situación deberíamos considerar las distintas situaciones de los productores que
soportan las retenciones a través del cobro de un menor valor por sus
exportaciones. En este sentido, existen claramente dos sectores diferenciados. Una
gran cantidad de pequeños y medianos productores que si bien han sido
beneficiarios de esta coyuntura internacional, experimentan crecientemente
problemas de rentabilidad de sus explotaciones que justifica la protesta en la que
están involucrados. Estos productores han visto crecer en el último año sus costos
de producción medidos en dólares en aproximadamente un 20%. Se les dificulta el
acceso al crédito y solo lo obtienen a tasas exorbitantes, y la infraestructura que se
les brinda para su producción es pobrísima. A nadie se le escapa que escasea el
combustible y que existen períodos que solo logran obtenerlos pagando
sobreprecios.
A estos pequeños y medianos
productores, se debe incentivarlos para que inviertan e innoven tecnológicamente
de forma tal que puedan aumentar considerablemente su productividad y generar
así mayor riqueza que en este caso sin duda, por su cantidad y su inserción en el
tejido social y productivo argentino, derramará sobre toda la economía.
No se logra incentivar la producción
cuando el Estado, sin otorgar nada a cambio, se apropia del 95% de los
incrementos internacionales de precios. El gobierno argumenta que pretende con
este nuevo régimen evitar la "sojización" del campo. Claramente manifiesta por lo
tanto que se trata de un desincentivo a esta producción agrícola. Sin embargo a lo
largo de estos años ha destruido con sus políticas erradas las producciones
alternativas como la lechera o la cárnica. Es decir, desincentiva una producción sin
ofrecer alternativas productivas válidas. Solo le queda al productor la venta o el
abandono de su explotación agrícola.
Seguramente resulta
diferente la situación de los grandes productores y los pool de siembra que
administran miles de hectáreas y que no sufren los problemas antes mencionados
por lo cual su rentabilidad es ampliamente superior a la de los pequeños y
medianos productores. La consecuencia de estas diferencias es la creciente
concentración en la tenencia de la tierra y la producción agraria que se verifica en
nuestro país.
Una propuesta que
proteja a los pequeños y medianos productores.
El gobierno no está administrando
correctamente este período de bonanza económica.
En el camino hacia una de
distribución más equitativa de la riqueza nacional, es imprescindible comenzar a
desmontar la estructura regresiva que ha caracterizado a nuestro sistema
tributario.
Es necesario reconocer las asimetrías
existentes entre pequeños y medianos productores, y las grandes empresas y
pooles de siembra, y establecer un esquema de retenciones que sea diferencial
según el tamaño de la explotación agrícola, zona en que está ubicada, tipo de
cultivo y volumen de producción obtenida.
Hay que generar mayores condiciones
para el aumento de la inversión productiva en la Argentina. Si no se genera un
salto cualitativo y cuantitativo en el nivel de inversión; poco importará el contexto
internacional favorable, ya que la Argentina no estará en condiciones de transitar
un sendero de desarrollo económico y social sustentable.
En este sentido, es necesario
promover mecanismos de diálogo y consenso entre los actores involucrados en el
conflicto, a fin de rever una medida que no sólo perjudica a los pequeños y
medianos productores, sino que también destruye las producciones alternativas
como la lechería y la ganadería, desincentivando la producción sin ofrecer
alternativas viables y consolidando lo que retóricamente dice querer evitar que es
la "sojización" del campo y la concentración de la tierra en pocas manos.
Por las razones expuestas, solicitamos
la aprobación del presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
AUGSBURGER, SILVIA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
SESMA, LAURA JUDITH | CORDOBA | PARTIDO SOCIALISTA |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
MARTIN, MARIA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
ZANCADA, PABLO V. | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
GEREZ, ELDA RAMONA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia) |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | MOCION APARTAMIENTO DEL REGLAMENTO (AFIRMATIVA) | 26/03/2008 | |
Diputados | MOCION SOBRE TABLAS (AFIRMATIVA) | 26/03/2008 | |
Diputados | CONSIDERACION Y RECHAZO | 26/03/2008 | RECHAZADO |