La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

En solidaridad con la hermana República de Chile, a raíz del devastador sismo ocurrido el pasado 27 de febrero en gran parte del territorio de mencionado país, se solicita al Poder Ejecutivo Nacional, que mediante el Organismo que corresponda, disponga de la entrega de pasajes aéreos sin cargo con destino a Chile, a los ciudadanos chilenos residentes en la República Argentina. Los pasajes serán otorgados por nuestra Línea de bandera, Aerolíneas Argentinas. Este beneficio será válido hasta el 30 de Junio de 2010. A tales efectos, su implementación será coordinada por la Cancillería Argentina y el Consulado de la República de Chile.

Señor presidente:

Nuestro vecino y hermano pueblo de Chile, se encuentra atravesando uno los momentos más duros de su historia, a raíz del terrible terremoto ocurrido el pasado 27 de febrero.

Un sismo devastador, por su magnitud y duración, sorprendió a toda la geografía chilena, fundamentalmente a las regiones de Valparaíso, O´higgins, La Araucaria, Maule, Bio Bío y Metropolitana de Santiago.

Su epicentro se ubicó a 47 Km de profundidad bajo el océano Pacífico, a 12 km aproximadamente de la costa, cerca de las ciudades de Cobquecura y Curanipe. Por su intensidad (entre 8Mw y 9Mw, según distintas mediciones), este terremoto es considerado el segundo más fuerte de la historia de Chile y uno de los más intensos de los registrados hasta el momento en todo el mundo.

Para apreciar más la dimensión de este evento telúrico, debemos percatarnos que se pudo percibir en casi todo el Cono Sur, incluyendo en zonas de la Ciudad de Buenos Aires y otras ciudades del continente muy lejanas del epicentro, y geológicamente ajenas a padecer estos fenómenos.

Hasta el día de hoy, se continúan suscitando las replicas y remezones que despiertan y reviven en la población la angustia y el temor, complicando a su vez las tareas de reconstrucción y normalización de sus vidas diarias.

Asimismo, la magnitud de estas replicas siguen produciendo derrumbes, tal como ocurrió en la mañana del 28 de febrero, alcanzando 6,2 grados de intensidad, haciendo colapsar definitivamente muchas estructuras ya dañadas.

El efecto devastador de este sismo se completo con los estragos producidos por el tsunami. Esta inmensa masa de agua a gran velocidad azotó las costas e islas de esa región de Chile. Olas de 8 y 10 metros destruyeron todo a su paso, ingresando en algunos casos como en Pelluhue unos 150 metros de la costa, y hasta 200 metros en Coi Coi. En otros lugares, como en algunas islas, su magnitud fue tal que arrasaron con pueblos enteros.

Así, esa madrugada, millones de chilenos vieron como sus casas, edificios, escuelas y hospitales se desplomaban. Vieron como sus carreteras y puentes se caían y cortaban. Vieron como las olas gigantes barrían sus costas, puertos y arrasaban poblados enteros en sus islas.

Así, millones de chilenos vieron como en minutos, sus vidas también se derrumbaban, al ver como sus esfuerzos de años de trabajo y sacrificios caían con sus paredes.

Mas de 800 muertos, medio millón de viviendas derrumbadas y otro millón y medio dañadas seriamente, provocando la pérdida total o parcial de sus casas a mas de dos millones de chilenos, niños sin clases por destrucción de sus colegios, millones de puestos de trabajo perdidos por colapso de sus fábricas, empresas, negocios y comercios, son parte de la triste realidad que nuestros hermanos chilenos sufren hoy.

En las zonas gravemente afectadas viven 13 millones de personas, lo que representa cerca del 80% de la población de ese país. Ciudades del tamaño e importancia como Constitución y Concepción (una de las más pobladas de Chile) han quedado prácticamente en ruinas.

Este fenómeno de la naturaleza, como en otras oportunidades, ha despertado en Chile un sentimiento de unidad y lucha de todo un pueblo frente a la adversidad. La administración actual y la próxima, ideológicamente opuestas, se han unido dejando atrás las diferencias, para llevar adelante las tareas de socorro y reconstrucción es su país. Este será seguramente el espíritu que dominará a Chile en los próximos tiempos, posibilitando así su reconstrucción y renacer.

En nuestro país reside la comunidad más grande de chilenos en el extranjero. Aproximadamente 400.000 chilenos viven en la Argentina, fundamentalmente en la Patagonia, Cuyo, en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires.

La Argentina y Chile tiene la segunda frontera mas larga del mundo. Esa frontera, que en otras épocas nos dividían, hoy nos une más que nunca. Nuestros países y su gente han dejado ese pasado de resabios y desencuentros para comenzar a transitar caminos comunes y cultivar el encuentro como pueblos hermanos.

Es por ello, que frente a este duro momento que le toca vivir al pueblo trasandino, debemos estrecharnos en un abrazo fraternal y brindar cada uno desde nuestro lugar, toda la colaboración y ayuda posible que este a nuestro alcance.

Ante la angustia observada entre los chilenos que viven en nuestro país, considero que la solidaridad se debe plasmar con hechos concretos.

En consecuencia, el objetivo del presente Proyecto es brindar a los hermanos chilenos que residen en la Argentina, la posibilidad de viajar en forma gratuita a su país para reencontrarse con sus familias, su gente, sus afectos, sus raíces.

La implementación de esta herramienta solidaria debe ser ejecutada por las autoridades del Poder Ejecutivo Nacional que correspondan, junto a la Compañía de Aviación Aerolíneas Argentinas, y con la coordinación de la Cancillería Argentina, el Consulado y la Embajada de la República de Chile en nuestro país.

Por lo expuesto, es que solicito a los señores diputados la aprobación del presente Proyecto de Resolución.