El Senado y Cámara de Diputados...

PROGRAMA FEDERAL

SALUD Y EDUCACIÓN PARA LA REPÚBLICA

ARTÍCULO 1º - Todas las personas tienen derecho a la atención integral de su salud, a recibir la asistencia médica necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de prevención, promoción, información, educación, protección, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y recuperación de la salud, al pleno desarrollo de su personalidad hasta el máximo de sus potencialidades, así como al goce de una vida plena y digna.

ARTÍCULO 2º - El Estado nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen, en sus respectivas jurisdicciones, la responsabilidad principal e indelegable de garantizar la salud integral para todos los habitantes de la Nación, en condiciones de igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio de este derecho, con la participación de las organizaciones sociales y las familias.

ARTÍCULO 3º - Créase el Programa Federal "Salud y Educación para la República", en adelante SER, en el ámbito del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, quien será la autoridad de aplicación y designará la Unidad Ejecutora del presente programa.

ARTÍCULO 4º - La Unidad Ejecutora designada se integrará con representantes de los siguientes organismos: Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia; Ministerio de Desarrollo Social; Ministerio de Salud y Ambiente, Ministerio de Educación, Consejo Federal de Salud, y Consejo Federal de Educación. Los funcionarios que integren la Unidad Ejecutora deben desempeñar el cargo de Director Nacional o superior en el escalafón de cada organismo.

ARTÍCULO 5º - Son objetivos del Programa Federal SER:

a) Garantizar el derecho a la salud integral de todos los educandos que asisten a los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal o privada, en los niveles inicial, primario, secundario y superior, de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal.

b) Facilitar el acceso al sistema de salud a todo educando que se encuentre en situación de vulnerabilidad, indigencia, pobreza, exclusión o riesgo social.

c) Generar las condiciones que posibiliten una igualdad real de oportunidades y posibilidades.

d) Integrar el sistema educativo con el sistema de salud, optimizando los recursos y estructuras ya existentes.

e) Favorecer la coordinación de acciones de prevención, diagnóstico y tratamiento de todos los educandos que integran el sistema educativo nacional.

f) Efectivizar políticas de promoción de la igualdad educativa, en el marco del Capítulo II, Título V de la Ley 26.206.

ARTÍCULO 6º - Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal garantizarán la realización obligatoria, a lo largo del ciclo lectivo, de acciones sistemáticas en los establecimientos escolares, para el cumplimiento del Programa Federal SER, adaptando las propuestas a su realidad ambiental y sociocultural.

ARTÍCULO 7º - Son acciones del Programa Federal SER, entre otras:

a) Vincular las instituciones educativas con los centros de atención primaria.

b) Fomentar, fortalecer y difundir programas y líneas de acción que tengan por objetivo la educación para la salud de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

c) Sistematizar información confiable que favorezca la intervención profesional, eficiente, eficaz y oportuna que posibilite la salud integral de todos los miembros de la comunidad.

d) Generar mecanismos adecuados para el diagnóstico, revisión y control periódico integral de los educandos, en el marco de su crecimiento y desarrollo.

e) Promover la vinculación intersectorial e interinstitucional con las áreas que se consideren pertinentes, a fin de asegurar la provisión de servicios sociales, psicológicos, psicopedagógicos y médicos que garanticen condiciones adecuadas para el aprendizaje.

f) Favorecer y articular la participación de los distintos actores que constituyen la comunidad educativa: directivos, docentes, padres, madres y/o tutores/as, alumnos/as, ex alumnos/as, personal administrativo y auxiliar de la docencia, profesionales de los equipos de apoyo que garantizan el carácter integral de la educación, cooperadoras escolares y otras organizaciones vinculadas a la institución.

g) Favorecer el uso de las instalaciones escolares para acciones sistemáticas de prevención y diagnóstico de enfermedades.

h) Facilitar el acceso al tratamiento profesional adecuado, procurando los medios necesarios para realizar un acompañamiento y seguimiento de dicho tratamiento.

ARTÍCULO 8º - Son funciones de la Unidad Ejecutora del Programa Federal SER, entre otras:

a) Diseñar las estrategias para la implementación del Programa Federal SER, en el marco de los objetivos del artículo 5º y las acciones establecidas en el artículo 7º de la presente ley.

b) Fijar los mecanismos de control y supervisión que permitan una evaluación permanente de la marcha del Programa y de sus resultados.

c) Dar la más amplia difusión del Programa en todos los niveles del sistema educativo.

d) Diseñar propuestas de enseñanza, con secuencias y pautas de abordaje pedagógico, en función de la diversidad sociocultural local y de las necesidades de los grupos etarios.

e) Diseñar, producir y/o seleccionar materiales didácticos que se recomiende utilizar a nivel institucional.

g) Promover programas pertinentes de capacitación permanente y gratuita de los educadores en el marco de la formación profesional continua.

ARTÍCULO 9º - El gasto que demande el cumplimiento de este programa se imputará a la jurisdicción 20 -Presidencia de la Nación-, subjurisdicción 01 -Secretaría General-, Unidad Ejecutora Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Programa Federal SER, del Presupuesto General de la Administración Nacional.

ARTÍCULO 10- Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente ley.

ARTÍCULO 11 - De forma.

Señor presidente:

Hay pilares esenciales en la vida de una sociedad. Es fundamental no sólo reconocerlos sino impulsar políticas de acciones efectivas que los fortalezcan permanentemente para un mejor desarrollo de sociedades saludables, potenciando la calidad de vida de sus habitantes. Dentro de esas grandes políticas, encontramos la educación y la salud.

El ámbito escolar brinda la oportunidad insustituible e insoslayable de impartir conocimientos sanitarios, crear hábitos higiénicos y fomentar modos de vida saludable; la educación para la salud debe tener un enfoque integral. Pero también se debe trabajar en la inclusión de servicios de salud que posibiliten incorporar desde la escuela el diagnóstico, asistencia y tratamiento oportuno para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Este proyecto de ley parte de una triste realidad: en nuestro país hay grandes desigualdades de origen y de acceso, enmarcadas en un contexto de inequidad social e injusticia. Y esto se plasma nítidamente en la salud y educación de nuestra población.

Pese a los avances alcanzados en el plano jurídico internacional y en las Declaraciones de Compromiso de las Naciones Unidas que han llevado a los diferentes gobiernos a asumir compromisos que salvaguardan el derecho de las personas a gozar del más óptimo estado de salud, en nuestro país el ejercicio real de este derecho aún parece ser un sueño inalcanzable. Sin embargo, dichos acuerdos e instrumentos internacionales han permitido relevar a nivel mundial la importancia de comprender los Derechos Humanos desde un marco más amplio contemplando las necesidades específicas de los diversos grupos poblacionales: niños, niñas y adolescentes, entre otros.

Este proyecto busca, principalmente, promover procesos de cambio social con autonomía, que generen mejores condiciones y mayores oportunidades de desarrollo para todas las personas. Asumimos que la equidad es condición indispensable para alcanzar el desarrollo y, en consecuencia, buscamos contribuir a fortalecer capacidades y mecanismos para que todas las personas tengan acceso a la salud y al bienestar integral. Todo esto enmarcado en el respeto a los Derechos Humanos y a las obligaciones personales e institucionales que de ellos se derivan. Valoramos y promovemos que las personas ejerzan sus derechos ciudadanos, particularmente en el ámbito de la salud y la educación, sin que sean consideradas como instrumentos u objetos.

En este contexto, hay un crecimiento significativo de teorías que tienden a justificar este aumento de la desigualdad. Se hace hincapié en la responsabilidad personal, sin tener en cuenta el orden social injusto. Esto implicaría que las políticas sociales poco pueden hacer para cambiar el comportamiento de los individuos. Sin embargo, como dice el P. Farinello, "los pobres no es que están ahí y son pobres porque ´fatalmente` son pobres o porque son vagos y no les gusta el trabajo y entonces optan por esa vida. Para ellos no hay opción. Son las estructuras de una sociedad determinada las que los van expulsando y llevando a un callejón sin salida. Vivimos en un sistema que ´fabrica pobres`... La pobreza a la que han sido condenados millones de hermanos, víctimas inocentes e indefensas de sistemas económicos injustos". En el ámbito educativo sabemos que el nivel socio-económico y la educación de los padres son los indicadores más significativos a la hora de hablar de abandono escolar. No es falta de esfuerzo o capacidad, son víctimas de ese orden social injusto que no les permitió desarrollarse normalmente, de ese contexto donde crecieron sin posibilidades de progresar. Y si hay falta de capacidad, puede ser por falta de alimentación o estimulación por vivir en un hogar pobre. Sabemos que lo que no se adquiere en el momento adecuado, luego cuesta mucho más o directamente no se consigue. Los pobres empiezan la carrera más tarde... si es que encuentran el camino.

Hasta ahora se ha insistido mucho en que la educación es un factor de equidad social. Educación, pública y gratuita, para todos. Sin embargo, se ha demostrado que los resultados escolares dependen de ciertos factores de educabilidad. En consecuencia, como plantea Juan Carlos Tedesco, "es necesario considerar que si bien la educación es un factor de equidad social, ciertos niveles básicos de equidad social son necesarios para que sea posible educar con posibilidades de éxito". En vez de preguntarnos cuál es la contribución de la educación a la equidad social, habría que preguntarse ¿cuánta equidad social es necesaria para que haya una educación exitosa?. Las condiciones materiales de vida de los alumnos son un factor fundamental del éxito educativo. Como bien afirma Iván Illich, el "forzar a los niños a trepar una escalera sin fin no puede realzar la igualdad sino favorecer a quienes empiezan más temprano, mejor alimentados, mejor preparados". La equidad es un fenómeno sistémico y, por ende, sin transformaciones profundas en la distribución del ingreso será casi imposible avanzar en los logros educativos que permitan a la población tener acceso a niveles de educación adecuados para su inserción productiva en la sociedad.

Bernard Kliksberg afirma que "los elevados niveles de deserción y repetición aparecen estrechamente vinculados a la pobreza y la inequidad. La pertenencia a familias pobres va a significar desventajas para los niños en aspectos clave para su permanencia y resultados en la escuela... como se ha visto en diversas realidades, la pobreza viene acompañada de secuelas de desnutrición. En esas condiciones el niño difícilmente puede rendir". Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la primera infancia son los más lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro.

Daniel Filmus afirma que "las limitaciones a la capacidad democratizadora de la educación son producto de que la escuela es un factor necesario pero no suficiente para alcanzar mayores niveles de igualdad... Los beneficios de la educación sólo pueden fructificar en plenitud en un contexto de políticas económicas y sociales que promuevan la integración del conjunto de la ciudadanía". Y aquí recordemos lo que decía Paulo Freire: "la educación funciona como instrumento para la preservación de la sociedad". Si en la sociedad no hay equidad social, la educación no lo va a lograr. Pero si bien la educación no es la palanca de cambio de la realidad, no olvidemos que tendrá mucho que ver en la orientación de tal proceso.

En temas de salud y educación la regla es el divorcio entre el discurso y las acciones. Hay un consenso generalizado en torno a la necesidad de universalizar el acceso a una educación de calidad y servicios de salud integral. Sin embargo los datos muestran que la eficacia y la calidad de las intervenciones son bajas. Hay una marcada inequidad de la cobertura a nivel socio-económico y geográfico lo que más allá de violentar criterios básicos de consideraciones distributivas, aminoran el impacto de la intervención porque precisamente no llegan a la población de mayor riesgo y, por lo tanto, la que más necesita de este tipo de intervención.

Desde la sanción de la Nueva Ley de Educación sabemos que el Sistema Educativo Argentino comprende a las personas desde los 45 días, aunque recién se exige la universalización del servicio desde los 4 años, y la obligatoriedad desde los 5 hasta terminar el secundario. Esto implica que todos nuestros niños, niñas y adolescentes, o al menos gran cantidad de ellos, pasan aproximadamente 13 años de su vida en la escuela. Esto convierte a la institución educativa en un ámbito privilegiado para que las personas puedan ejercer el derecho a la atención integral de su salud, a recibir la asistencia médica necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de prevención, promoción, información, educación, protección, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y recuperación de la salud, al pleno desarrollo de su personalidad hasta el máximo de sus potencialidades, así como al goce de una vida plena y digna.

Este proyecto busca complementar la inclusión educativa, que ya se está trabajando desde otros programas aunque todavía falte mucho, con la inclusión social en el ámbito de la salud. Como bien se explicita en uno de los objetivos, se tiende a integrar el sistema educativo con el sistema de salud, optimizando los recursos y estructuras ya existentes. Todo esto intentando generar un marco de igualdad real de oportunidades y posibilidades, haciendo una opción preferencial por aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, indigencia, pobreza, exclusión o riesgo social.

Y estos objetivos se concretizan en acciones puntuales, tales como vincular las instituciones educativas y sanitarias, profundizar el campo de la educación para la salud trabajando con educandos, familias y docentes, sistematizar la información necesaria para poder operativizar la prevención y el tratamiento de enfermedades, entre otras propuestas que se diseñen para lograr la tanta veces nombrada, y poca veces realizada, justicia social.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.