PROYECTO DE TP
Expediente 0853-D-2010
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO NACIONAL DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA TRANSPARENTAR EL MERCADO DE TRIGO Y OTRAS CUESTIONES CONEXAS.
Fecha: 10/03/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 11
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que,
por medio de la repartición que corresponda, tome las siguientes medidas para
transparentar el mercado de trigo:
1) Reducir el tonelaje garantizado para
los molinos llevándolo a 3 millones de toneladas, ampliando en 3,5 millones de
toneladas el cupo de exportación.
2) Declarar las exportaciones
realizadas en base a trigo comprado a precio hecho.
3) Actualizar los pagos de
compensaciones a molinos harineros y a productores que aún no hayan sido
liquidados.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Después de un 2008 signado por la crisis
agropecuaria más grave que haya causado la política económica de un gobierno y de
un 2009 atravesado por una emergencia agropecuaria de extrema gravedad, el estado
actual del mercado de trigo no debería producir sorpresa a ninguno de los actores del
sector.
En momentos en que está por ingresar la
totalidad de la cosecha al mercado de acopio, el productor encuentra que la
mercadería que está entregando no tiene precio. No se trata de la oferta de un precio
inconveniente, tampoco se discuten retenciones: Simplemente no hay un precio de
referencia para el producto que ofrece. Otro dato excepcional que no puede pasar por
alto es que en la campaña de trigo 2009 la menor siembra de ese cereal en los últimos
100 años producirá una de las peores campañas en décadas. Las estadísticas no
mienten: A comienzos de siglo, a caballo y cosechado con trilladoras fijas, o entregado
al comprador en parva, se sembró más superficie de trigo que en el siglo de la
tecnología, la siembra con información satelital y el mejoramiento genético de los
cultivares.
¿Cuál es la explicación para este increíble
fenómeno? No es muy complicado: Todavía hay personas en el campo. Personas
sembrando, cosechando, tomando decisiones. Y para tomar decisiones, el único
requisito que no puede faltar es que esa persona se encuentre libre de incertidumbre.
La torpeza e impericia con que se ha manejado el Gobierno respecto al cultivo que nos
ocupa -repetidas con el maíz- han determinado esta excepcional catástrofe.
Según la Federación de
Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales "...hoy somos testigos de
un hecho absolutamente anormal como es el caso de no encontrar compradores para
una magra cosecha de trigo que se repite por segundo año consecutivo. Esta situación
corona un ciclo de desconsideración, desaliento y discriminación en contra de nuestro
trigo, caracterizado por ineficientes e inequitativas intervenciones del gobierno".
Es cierto que no sucede lo mismo con
todos los cultivos. La superficie sembrada de soja este año se incrementará una vez
más, demostrando que la "lucha contra la sojización" de la que habla el gobierno es
una declamación absolutamente hueca y sin medidas concretas que la respalden. No
hace falta ser erudito para darse cuenta que en un país libre, la mejor forma -sino la
única- de evitar que un cultivo se generalice es fomentar la realización de cultivos
competidores; más aún si ese cultivo que se intenta limitar es el más rentable de
todos.
Pero ¿De qué competencia estamos
hablando? Es por todos conocido que en términos agronómicos el trigo no compite con
la soja, porque al estar los dos cultivos en contraestación no ocupan simultáneamente
el suelo. Sin embargo, lo imposible en Argentina se hace posible, y ante la decisión de
invertir este invierno en la siembra de trigo con un escenario de incertidumbre de
producción y comercialización, o esperar a la primavera para utilizar ese dinero para
sembrar la oleaginosa, muchos productores han preferido la inversión más
seguramente rentable de esta última. Así, podríamos decir que curiosamente, la soja
se transformó en competidora del trigo.
Por estos días, la ausencia absoluta de
planificación a mediano y largo plazo en la agricultura es la menor de las deficiencias
del Gobierno en lo que hace a política agropecuaria. Si existiera un manual argentino
para hacer desaparecer el cultivo de trigo en el país, los primeros capítulos ya los
habría cumplimentado correctamente: Intervenga durante varios años el mercado
fijando cupos de exportación, aplíquele derechos de exportación en una proporción
similar a los cultivos competidores, deje librado su cultivo a la competencia con
cultivos más rentables, transfiera lo recaudado por sus derechos de exportación a
cualquier actor económico del país o del extranjero, menos a la promoción de su
cultivo y por último, obligue al productor de trigo a subsidiar el precio al que compran
los molinos harineros al país, y habrá conseguido su objetivo, reduciendo la superficie
sembrada en un 56% respecto a la sembrada 6 años atrás, mientras la de soja se
incrementa en un 43% en el mismo período.
Con las medidas propuestas no se
pretende resolver la grave situación en la que se encuentra el cultivo y su
comercialización. Apenas pretende transparentar y activar un mercado que hoy se
encuentra paralizado por la propia decisión de sus actores que, cubriéndose ante la
incertidumbre general, prefieren no actuar o actúan en legítima protección de sus
intereses.
Los exportadores, ante el
escaso cupo acordado con el Gobierno y la molinería para comercializar trigo, ya han
realizado las operaciones cubriendo el mismo, que además incluyen el saldo de la
campaña 2008-2009; y prácticamente han desaparecido del mercado. "En este
momento -aclararon en un comunicado del 20 de Diciembre- estando muy avanzada la
cosecha de trigo, se observa un volumen de oferta de este cereal que supera las
posibilidades de compra por parte de los exportadores en función del saldo exportable
autorizado. Y estas circunstancias generan una falsa imagen de inactividad por parte
del sector de la exportación"
Lo más grave sucede con los que sí están
en condiciones de comprar trigo, la molinería. El productor que sembró trigo, para
poder hacerlo tuvo que sumar al endeudamiento crónico producido por la cosechas
adversas de la campaña 2008-2009, las nuevas deudas de este cultivo, de manera
que cuando por estos días llega a la cosecha, lo hace "en las últimas", con una
capacidad financiera nula, y lo que necesita, especialmente aquél que tiene una
producción pequeña, es vender imperiosamente para ponerse al día. Esta presión
vendedora es aprovechada por los molineros, que ofrecen pagar por tonelada 100
pesos menos que el FAS teórico que difunde el gobierno como precio oficial.
Una de las formas en que pagan menos es
ofreciendo el precio FAS teórico, pero restándole el costo del flete, que de todos
modos tiene que afrontar igual el productor por su cuenta. En definitiva, lo que realizan
los molinos se podría considerar como su derecho de aprovechar un exceso
circunstancial de oferta para tener controlado un costo de su insumo principal que le
permita mantener los actuales precios de pan, pero ese subsidio a su actividad no lo
paga otra persona más que el productor, y precisamente, según lo detallado más
arriba, el más pequeño, el que no tiene resto para empezar una nueva campaña de
siembra, ni siquiera de soja de segunda. Y esto debe evaluarse necesariamente
considerando que los derechos de exportación hasta el día de la fecha no han sido
modificados. No solo no existe el precio FOB que se le paga en muchos países al
productor de trigo: Hoy no se le respeta ni el precio FAS que el gobierno publica en
forma oficial.
Tampoco es cierta la
suposición de que aumentando lo que se paga de trigo, traerá como correlato el
aumento del precio de los productos panificados. Según la Confederación de
Asociaciones Rurales de Santa Fe, CARSFE, el intento del Gobierno Nacional de
intervenir el mercado de trigo con el supuesto afán de tratar de mantener el precio del
pan más accesible a la comunidad, "es una mentira absurda, ya que el trigo tiene una
incidencia mínima sobre el costo del pan que hoy ronda en un 15% del precio final del
mismo. Y al medir la evolución del precio del trigo y del pan, se puso en consideración
que entre abril de 2006 con el mismo mes de este año el precio del pan pasó de 2,50 a
5,50 pesos el kilo, pero el del trigo osciló estable alrededor de los 0,50 centavos el kilo.
Esto demuestra el total fracaso de las políticas para el trigo, donde el único
perjudicado es el productor".
Ante este panorama, se hace necesario la
toma de medidas extraordinarias, que tengan como objetivo proteger especialmente al
pequeño y mediano productor agropecuario. Evidentemente, en esta coyuntura hay
dos caminos posibles como políticas activas. El primero es más coyuntural: que el
Estado compre a los productores al precio oficial -FAS teórico- el trigo que está
llegando hoy a los acopios y de esta manera hacerse cargo del virtual subsidio que
cobra la molinería con la diferencia de precio.
El otro camino contiene medidas de fondo y
están sugeridas al Poder Ejecutivo Nacional en este proyecto de Resolución. Tienen
por objeto el volver a recomponer el mercado de cereales a partir de incrementar en
3,5 millones de toneladas el cupo de exportación, para que sobre ese volumen de
comercialización la puja demandante haga llegar el precio pagado al productor a los
niveles publicados por el Gobierno. Al mismo tiempo, volver a publicar el precio al que
se está vendiendo diariamente, de manera de tener de nuevo un precio de referencia
que traiga normalidad y transparencia a los mercados. Por último, el pago de las
compensaciones por compraventa de trigo prometidas en 2008 y nunca efectivizadas,
porque de sostenerse ese incumplimiento, la incertidumbre sobre nuevas medidas
similares restringe las decisiones de compra y de venta de producto, para molineros y
productores, respectivamente.
Es evidente que la intervención estatal en
un mercado no es necesariamente buena -como este gobierno parece querer
demostrar permanentemente- o mala, como los profetas del neoliberalismo
proclamaron y aún hoy siguen proclamando en nuestro país. La intervención del
estado puede jugar un papel positivo o negativo, según los objetivos que el mismo se
fije y según los métodos que utilice, porque de ellos dependerá lo más importante: A
quienes, a qué actores de la producción y la economía del país se beneficia con esa
acción. Porque si se trata de beneficiar al más débil de una cadena de
comercialización, en este caso el productor más pequeño, queda claro al evaluar su
situación que estos últimos tres años de intervención en el mercado de trigo han tenido
consecuencias catastróficas.
En virtud de estas consideraciones es que
solicitamos a cada integrante de esta Cámara que acompañe la aprobación del
presente Proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CHEMES, JORGE OMAR | ENTRE RIOS | UCR |
RE, HILMA LEONOR | ENTRE RIOS | COALICION CIVICA |
FORTE, ULISES UMBERTO JOSE | LA PAMPA | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
06/04/2010 | INICIACIÓN DE ESTUDIO | Aprobado sin modificaciones con dictamen de mayoría y dictamen de minoría |
12/10/2010 | ANÁLISIS DE PROYECTOS DE COMPETENCIA MIXTA | Aprobado por unanimidad con modificaciones como proyecto de declaración |