La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse a las autoridades de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) dependiente de la Secretaría de Trans- porte de la Nación a efectos de solicitarles que adopten todas las medidas necesa- rias para que el sistema de Aeronavegación Comercial se desarrolle en un contexto previsible, pacífico y armónico que garantice la SEGURIDAD OPERACIONAL de las aeronaves en todos los aeropuertos de todo el País.

Las disposiciones a adoptar deberán alcanzar a los trabajadores de las distintas organizaciones con participación en la aeronavegación y a usuarios pasajeros que utilizan y sostienen la estructura; y atenderán especialmente la normativa internacional de la que el País es signata- rio.

Señor presidente:

En los últimos meses de 2011, en el sistema de aeronavegación comercial de la República Argentina se produjeron dis- tintas situaciones que provocaron reprogramación y suspensión de vuelos con el perjuicio que estas situaciones acarrean a pasajeros, fundamentalmente; pero también a los trabajadores del sector, entre otros actores sociales.

El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 239 de 2007, ratificado por Comisión Bicameral transfirió la administra- ción de la aviación civil de la órbita militar a la civil. Esto se realizó de acuerdo con las recomendaciones formuladas por la ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL DE AVIACION CIVIL (OACI), a través de diversos documentos. La REPUBLICA ARGEN- TINA es miembro signatario del Convenio de Chicago del 7 de diciembre de 1944, ratificado por Ley Nº 13.891, y ha asumido ante la comunidad internacional, com- promisos referidos a la Aviación Civil con el fin de alcanzar el mayor grado de uni- formidad en los reglamentos, procedimientos y organización relacionados con el personal, aeronaves, rutas aéreas y servicios auxiliares con el objetivo de facilitar y mejorar la navegación aérea y contribuir a la seguridad de la aeronáutica ci- vil.

La medida fue bien recibida por la mayoría de los sectores aún con los inconvenientes propios de situaciones de cam- bio. Se comprobaba un acuerdo generalizado en que adecuar la dinámica a la normativa internacional era lo aconsejable.

Durante casi cuatro años el sistema aerocomercial transitó, con sus altibajos, hacia la normalización indicada en el DNU precitado. Hasta que una serie de planteos realizados sectores gremiales genera- ron zozobra entre los pasajeros y repercutieron negativamente en la opinión públi- ca. La situación desencadenó en el dictado del Decreto 1840/2011, que retrotrajo parcialmente la situación del control aerocomercial volviendo a poner en el centro de la escena a la Fuerza Aérea Argentina. El texto de 2011 consigna en su primer artículo que "se transfieren las funciones de control operativo de la prestación de los servicios de navegación aérea y de coordinación y supervisión del accionar del control aéreo a cargo de la ADMINISTRACION NACIONAL DE AVIACION CIVIL (ANAC) organismo descentralizado, actuante en la órbita de la SECRETARIA DE TRANSPORTE del MINISTERIO DE PLANIFICACION FEDERAL, INVERSION PUBLI- CA Y SERVICIOS, al ámbito de la FUERZA AEREA ARGENTINA".

Los fundamentos de la norma que restablece el control a la Fuerza Aérea son, por lo menos, ambiguos. Menciona re- comendaciones de la O.A.C.I. pero determina en contrario, ya que la organización internacional, precisamente, desaconseja la injerencia de las fuerzas armadas en la aviación civil.

La síntesis es que las medidas contra- dictorias, las marchas y contramarchas para aplicar recomendaciones de los orga- nismos internacionales de los cuales la Argentina es integrante, la generación de conflictos con organizaciones gremiales de trabajadores y, en general, la ausencia de una política con objetivos claros en materia de aviación aerocomercial han deri- vado en un estado de incertidumbre casi permanente que afecta a los pasajeros usuarios del servicio, tanto del País como del extranjero; innumerables reprogra- maciones, paros sorpresivos, fallas técnicas inexplicables, aeropuertos repentina- mente inoperables y un extenso etcétera que operan como excusa a una situación que, en el fondo, es eminentemente política. Como política debe ser la decisión del Poder Ejecutivo Nacional para adoptar una determinación clara y estable; en con- sonancia con los organismos internacionales en donde participa la República Ar- gentina, e instruir a los organismos a su cargo que son autoridad de aplicación en la materia, para que adopten las medidas necesarias a fin de terminar con la situa- ción de inestabilidad e incertidumbre que distorsiona actualmente al sistema en su conjunto.

Las acciones deberán poner especial atención en las condiciones laborales del personal que debe trabajar libre de pre- siones y preocupaciones. El cuidado del recurso humano, finalmente, tenderá a incrementar niveles de SEGURIDAD OPERACIONAL; palabras que enmarcan y en- cierran -en definitiva- toda operación de una aeronave desde que está dentro del hangar, sale, traslada, vuela, regresa y se guarda nuevamente. El concepto men- cionado, SEGURIDAD OPERACIONAL, debe estar presente en todo momento invo- lucrando a técnicos, tripulaciones, personal operativo de ANAC (Jefe de Aeródro- mo, Torre de Control, Técnica ARO-AIS, Meteorología, etc.), rampa, etc. Cuando el personal se desempeña en un clima armónico y previsible, el sistema completo se beneficia y la mencionada seguridad operacional alcanza niveles adecuados.

Por los argumentos expuestos solicito a las señoras y los señores legisladores el voto afirmativo para aprobar esta Decla- ración.