La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

De interés de la Honorable Cámara la celebración el 25 de Marzo el Día del Trabajador de Prensa.

Señor presidente:

El 25 de marzo se celebra el Día del Trabajador de Prensa. Casi imperceptible en el calendario de las efemérides, nos parece propicio rendir hoy un sincero homenaje a los trabajadores de prensa quienes desempeñan tareas en los medios de comunicación que día a día asumen el compromiso de informar y formar a una población que necesita este preciado bien social para la toma de decisiones. El concepto de Trabajador de Prensa es mucho más amplio que el de Periodista, cuyo día, como sabemos, se celebra el 7 de junio. Precisamente, la recordación del Día del Trabajador de Prensa se debe a que el 25 de marzo de 1944 se creó el Estatuto del Periodista Profesional, Ley 12.908, marco legal que ampara en la actualidad la actividad de los trabajadores de prensa en sus diferentes categorías. Dentro de los trabajadores de prensa no sólo consideramos a los periodistas, sino a todas las categorías profesionales incluidas, precisamente, en el artículo 2 de la ley 12.908. Allí se establece el reconocimiento de estabilidad laboral y profesional al director, codirector, subdirector, jefe de redacción, secretario general, secretario de redacción, pro-secretario de redacción, jefe de noticias, editorialista, corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante, traductor, corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaborador permanente.

Estamos hablando de todos aquellos que desarrollan tareas dentro de un medio periodístico como diarios, agencias de noticias, medios televisivos, radios, diarios digitales, y cualquier otro formato que difunda informaciones de interés para la comunidad.

En particular, la ley 12.908 no sólo determina quiénes son considerados trabajadores de prensa sino que consagra sus derechos inalienables para ejercer su profesión, en un marco de dignidad y libertad, tal como la comunidad se lo demanda cotidianamente. El marco normativo expresa en su articulado la vigencia de la Matrícula del Periodista Profesional, documento que no sólo establece la identidad del trabajador de prensa, sino que le permite el libre tránsito y el acceso irrestricto a las fuentes de información para el cumplimiento de coberturas de hechos noticiosos.

También están contenidas en la Ley 12.908 el régimen de trabajo, estabilidad laboral, retribución salarial, régimen de vacaciones y disposiciones relativas al reconocimiento de importantes beneficios sociales por enfermedades laborales, hoy muy frecuentes en la actividad debido a la flexibilización laboral que aún debemos desterrar. Sin embargo, nuestro homenaje al trabajador de prensa sería acotado sino recordáramos que el 25 de marzo de 1977, hace exactamente 31 años, era secuestrado por un grupo de tareas el periodista argentino Rodolfo Walsh.

Dueño de una pluma implacable contra los regímenes autoritarios, el autor de "Operación Masacre" había realizado 24 horas antes de ser

víctima de las fuerzas dictatoriales su obra cumbre: la Carta Abierta a las Juntas Militares. En aquel escrito medular, con singular maestría,

Walsh hizo un drástico balance sobre el desastre económico, político y social que estaba sucediendo en aquella Argentina de la represión y la censura, a apenas un año de iniciada la última Dictadura, esa misma dictadura que se cobraría la vida de alrededor de 200 trabajadores de prensa. La valentía de Walsh también debe ser reconocida hoy en el Día del Trabajador de Prensa como una muestra de la importancia del periodismo como herramienta de lucha para la libertad y la democracia aún en las peores situaciones. En mi provincia, Catamarca, también debemos reconocer a periodistas como Juan de la Cruz Saseta y "Lito" Gutiérrez, entre otros, ambos trabajadores de prensa que supieron sortear la censura, y dieron testimonio de apoyo y compromiso a los familiares de detenidos políticos en la cárcel local. Con estos ejemplos extremos de compromiso que nos brinda la historia, reivindicamos la labor de los trabajadores de prensa y su Estatuto Profesional, la ley 12.908, como garantía necesaria para su libre desempeño en nuestra sociedad democrática.

Revalidamos el rol central de la tarea de los trabajadores de prensa como pilar de derechos establecidos constitucionalmente como es el

de informar y estar informados; ambas caras de una misma moneda, donde diariamente están conectados todos los actores de la vida democrática de un país que necesita desarrollarse. Los ejemplos de los periodistas comprometidos, capaces de ofrendar sus vidas por la Democracia que hoy vivimos, sirven de claro fundamento para realizarles desde el Congreso de la Nación, como representación de la voluntad popular, un humilde y sincero reconocimiento en su Día.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares su aprobación.