La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar beneplácito y su más ferviente apoyo a la creación del Consejo de Derechos Humanos en el seno de la Organización de las Naciones Unidas.

Señor presidente:

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado en la cuidad de Nueva York y por una amplia y abrumadora mayoría la creación del Consejo de Derechos Humanos. El mismo sucederá a la Comisión de Derechos Humanos, organismo cuyo funcionamiento ha sido muy cuestionado en el ultimo tiempo de su funcionamiento.

La votación para la creación de este nuevo organismo fue de 170 países a favor, entre ellos la Argentina, la oposición de solo tres países y la abstención de otros tres. Ello deja en claro el amplio consenso con que nace este nuevo organismo tendiente a observar el respeto de los Derechos Humanos en el mundo. Los promotores de la reforma pretenden que el mismo funcione de manera más eficiente para defender los Derechos Humanos en algunos de los países más violentos como Sudan y Myanmar, logrando evitar de esta manera que se susciten en esos países matanzas atroces como las ocurridas en Rwanda y en otros países del mundo que acaban con la vida de cientos de miles de personas inocentes.

Nadie tiene el monopolio del respeto de los derechos humanos. Se cometen abusos en países ricos y en países pobres. En muy diferentes países, las mujeres no disfrutan plenamente de sus derechos. Las transgresiones de los derechos humanos, tanto si se cometen en nombre de la religión como del origen étnico o de la seguridad del Estado, van contra nuestra conciencia. Tanto si se cometen en público como si se cometen de una forma más insidiosa, esas transgresiones deben movernos a defender el derecho de todos los seres humanos a ser tratados con derecho y dignidad. Por ello la comunidad internacional y los Estados, como individuos de Derecho deben controlar que los Derechos de las personas se cumplan de la mejor manera posible en todo el mundo.

La causa de los derechos humanos ha entrado en una nueva era. Durante gran parte de los últimos 60 años procuramos sobre todo formular, codificar y consagrar los derechos humanos. Este esfuerzo dio lugar a un notable conjunto de leyes, normas y mecanismos, como la Declaración Universal, los pactos internacionales y otros muchos instrumentos. Esta labor debe continuar en algunas esferas, pero el tiempo de las declaraciones va dando paso, como es de esperar, a un tiempo de aplicación de esos instrumentos. Por ello, las Naciones Unidas deben otorgarse para sí y su correcto funcionamiento, organismos adecuados a las necesidades de las victimas de ataques a los Derechos Humanos.

Si bien el nuevo texto que se ha aprobado no logro darle al Consejo de Derechos Humanos el rango de Órgano principal de la ONU, debe verse como un avance hacia la creación de instituciones mundiales que puedan actuar de manera eficiente evitando algunos de los problemas con que contaba la Comisión de Derechos Humanos. Por ello, la Argentina, Canadá y los países de la

Unión Europea han votado a favor de la reforma confiando en que el Consejo resultara más satisfactorio.

En nuestro caso particular, la Argentina a sufrido en carne propia la parálisis de la Comisión, la cual, por razones que no son claras nunca se pronunció sobre las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en nuestro país cuando la Dictadura Militar tomó el poder por la fuerza, abriendo el periodo más oscura de la sociedad argentina.

Los integrantes del nuevo Consejo será el 9 de Mayo próximo y tendrá 47 miembros. De ellos, 8 bancas serán para países latinoamericanos, con mandatos de tres años y una sola reelección, 13 bancas serán para Asia, 6 para Europa del Este, 13 para África y Europa Occidental, Estados Unidos y Canadá ocuparan las restantes 7 bancas. Además el Consejo se reunirá tres veces al año por al menos 10 semanas, en lugar de una vez al año, por seis semanas como lo hacia la anterior Comisión.

Ante lo recién expuesto, la Cámara de Diputados debe enviar su más ferviente apoyo al surgimiento de este nuevo organismo que busca asegurar el cumplimiento de los Derechos básicos de las personas los cuales han quedado incluidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.