La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que correspondan, solicite a la Alta Comisionada por los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Sra. LOUISE ARBOUR, su intervención ante el gobierno de los Estados Unidos de América a fin de que este otorgue visas humanitarias a los familiares de los cubanos presos en ese país Rene González y Gerardo Hernández.

Señor presidente:

El 12 de Septiembre de 1998 Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y Rene González Sehwerert fueron encarcelados por las autoridades de los Estados Unidos.

Los cinco cubanos, fueron juzgados en Miami y sentenciados con condenas que van desde la doble cadena perpetua más quince años de prisión hasta los diecinueve años de prisión en la menor de las sentencias.

Estos cinco luchadores contra el terrorismo que en cuarenta y cinco años le costó al pueblo de Cuba la vida de más de tres mil personas e incapacitó a más de dos mil, con su accionar evitaron más de ciento setenta atentados contra su pueblo, salvando con ello vidas de norteamericanos y cubanos. Este proceder llevó a nuestro Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel a manifestar: "Ellos son un símbolo de resistencia y dignidad de quienes no claudican"; también se pronunciaron a favor de los Cinco: Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz; el Obispo de Detroit Thomas Gumbleton; el Gremio de Abogados de los Estados Unidos; la Asociación Internacional de Abogados; el jurista argentino Dr. Carlos Zamorano, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asociación de Abogados de Buenos Aires; el Dr. Ernesto Moreau, Presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires y el Dr. Beinusz Szmukler, jurista argentino, actual miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación

El 9 de agosto pasado el Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito de Atlanta - en una sentencia unánime - anuló el juicio llevado a cabo en Miami y las sentencias de los Cinco y mandó realizar un nuevo juicio. Esa decisión unánime argumentada por el tribunal en 93 páginas demuestra, sin lugar a dudas, cómo fue imposible en Miami garantizarle a los 5 un jurado y, por lo tanto, un juicio imparcial, requisito constitucional garantizado a toda persona por la VI Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Al violársele a los 5 ese derecho fundamental el Tribunal de Apelaciones de tres jueces ordenó la anulación del juicio por haber este tenido lugar fuera de los parámetros jurídicos establecidos por la constitución norteamericana.

Sin embargo, los cinco patriotas cubanos siguen presos, hasta tanto se resuelva la cuestión en definitiva. Mientras tanto y pese al constante reclamo que la comunidad internacional realiza permanentemente en setenta y nueve naciones que nuclean a más de doscientos cuarenta Comités pro-liberación de los cinco cubanos, las

distintas administraciones gubernamentales de los Estados Unidos han agregado una pena complementaria a las condenas recibidas y es la negativa a otorgarles las correspondientes Visas a Olga Salanueva e Ivette Gonzalez, esposa e hija de Rene González y a Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández. Ellas hace más de cinco años que no pueden ver a sus seres queridos; en el caso de la niña Ivette de siete años de edad esta situación es de una tremenda crueldad pues viola en todos sus aspectos la Declaración Internacional de los Derechos del Niño.

La Corte Suprema de los Estados Unidos dice expresamente: "Si la Constitución protege algún interés este es el de mantener la familia, por lo tanto no se pueden romper los vínculos al obstruir las relaciones de un recluso con su esposa e hijos."

Los numerosos instrumentos del Derecho Internacional expresan muy claramente los derechos de los prisioneros de recibir visitas de sus familiares y la obligación de los gobiernos a facilitarlas.

El Buró Federal de Prisiones de los Estados Unidos aconseja que los prisioneros sean regularmente visitados por sus familiares.

Por todos estos motivos es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de declaración.