El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1º - Declarase Monumento Histórico Nacional al Pozo de Petróleo denominado O-12, ubicado en cercanías de Cañadón Seco, provincia de Santa Cruz.

Artículo 2º - A los fines dispuestos en el artículo 1º, estos bienes quedan amparados por las disposiciones de la Ley Nº 12.665.-

Artículo 3º - Encomiéndese a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación asegurar la custodia, conservación, refacción y restauración, del Pozo Petrolero O-12, según lo prescripto en la Ley Nacional Nº 12.665.

Artículo 4º - La Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos inscribirá en el Registro Nacional de Bienes Históricos el Monumento declarado en el art. 1º de la presente Ley con la referencia Pozo Petrolero O-12.

Artículo 5º - Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

Desde 1931 la zona norte de Santa Cruz fue objeto de explotaciones infructuosas por parte de compañías particulares. En 1938 Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) inicia una serie de perforaciones que dieron resultados negativos. En su libro "Historia de YPF", el extinto senador nacional por Santa Cruz, Don Felipe Ludueña cuenta que en 1938 la estatal petrolera inició la ejecución de un programa de pozos de exploración de la serie "O", el último de los cuales fue terminado en 1949.

Tales perforaciones fueron distribuidas en una amplia zona de la provincia de Santa Cruz, pero sin obtenerse resultados favorables. Los repetidos fracasos desorientaron a los geólogos que en su afán tesonero fueron desperdigando las perforaciones de exploración sobre la extensa zona. Al no cejar en su empeño, la Dirección de Yacimientos Petrolíferos Fiscales ordena continuar los trabajos exploratorios y la perforación de los últimos pozos de la serie 0, el 10, el 11 y el 12.

Por razones de orden mecánico, el O-12 es el primero de estos tres pozos que se perfora, y otra vez la concurrencia de una serie compleja de factores, en que el azar juega el papel principal, se conjura de modo afortunado para suministrar por fin el buscado punto de partida, la punta del ovillo, el rayo de luz en la tiniebla.

La ubicación del pozo O-12, debido a dificultades por falta de agua, se traslado 10 kilómetros hacia el interior, donde se contaba con dicho elemento, imprescindible para la perforación rotativa. Es esta la primera de las circunstancias auspiciosas que habrá de concurrir al feliz resultado.

El pozo O-12 se encontraba situado a 81 kilómetros del pozo Nº 2, descubierto en diciembre de 1907, en la zona productiva de Comodoro Rivadavia, y a unos 16 kilómetros al sudoeste del pueblo de Caleta Olivia.

Los trabajos de perforación en el Pozo O-12, se iniciaron el día 26 de marzo de 1944, y se dieron por terminados el 26 de junio de 1944, fecha en que el pozo pone de manifiesto la existencia de una acumulación petrolífera de alto valor comercial, al resultar productiva una de sus capas, a razón de 160 metros cúbicos diarios, por surgencia natural.

Con la profundidad total de 1.613 metros, el pozo indicó una serie de 10 capas de interés de las cuáles sólo la más profunda, de 3 metros de espesor, fue ensayada, produciendo 160.000 litros de petróleo durante las 24 horas de surgencia natural. Las características del crudo proveniente del pozo descubierto fueron sobresalientes en su calidad, superando en mucho a todos los petróleos conocidos hasta el momento en la zona. Contenía 45% de destilados directos a 300º C, o sea algo más del doble del porcentaje que mostraba el promedio del petróleo de Comodoro Rivadavia. Su densidad, 0,873, que está directamente relacionada con esta composición, lo presentaba como el petróleo más liviano que se había conocido en la zona del golfo San Jorge.

Vale mencionar a los operarios del Rotary 23 de YPF que hicieron historia al descubrir el oro negro en territorio santacruceño al perforar el O-12: Jefe de equipo: José Mularz (polaco); Encargados de turno: Teófilo Baguinay, Nicolás Reinoso, Cándido Nievas y Luis Jáuregui; Jefe de perforación: Enrique Quintarelli; Motoristas: Juan Olivera, Alberto Fernández, Esteban Arancibia, José Humberto Avila y Vicente Chumbita; Operarios: Diego Fonday, Alberto Avila, Federico Troxier, Juan Peralta, Hermenegildo Vega, Luis Lavín, José Rementería, Angel Rodríguez, Ramón Pérez, Isidro Román, Pedro Cerezo, Raúl Gómez, Urbano Galleguillo, Otto Basilio y Rivera; Chofer: Víctor Obregón; Cocinero: Jou Tson Che (chino); Cutineros: Ceretti, Caamaño y Quiroga.

Pese a las enormes dificultades que debía afrontar Yacimientos Petrolíferos Fiscales en esos momentos, derivados de los inconvenientes de la Segunda Guerra Mundial, que obligaba a importar elementos técnicos indispensables, la repartición movilizó sus escasos recursos materiales y orientó su esfuerzo para iniciar la explotación de la nueva zona.

A nivel nacional, el gobierno del General Juan Domingo Perón iniciaba a partir de 1946 la movilización de fuentes naturales de energía, que hasta ese momento permanecían desaprovechadas, dejando estructurado el mecanismo de la Dirección Nacional de Energía, y dando nacimiento a cuatro entidades: Gas del Estado, Combustibles Sólidos y Minerales; Centrales Eléctricas del Estado y Combustibles Vegetales y Derivados.

Los proyectos de explotación petrolera incluyeron una prioridad insalvable: renovar la flota de buques-tanques. Las nuevas autoridades de YPF adquirieron en Suecia un barco de 17 mil toneladas de porte bruto en 1946 (se considera porte bruto a la capacidad de carga, más la de combustibles, provisiones y el peso de la tripulación) y otro en los Estados Unidos de 4 mil, en 1947; pero al año siguiente recibieron de este último país cuatro unidades más, por un total de 26 mil toneladas.

La dificultades para producir petróleo en cantidad suficiente y la falta de maquinarias y elementos de perforación, llevaron a YPF a impulsar la comprar de ese material donde fuera, pero por encima de la nueva flota, las maquinarias y la producción, lo más importante fueron las exploraciones del suelo.

Según documentos de la época, en 10 años, el campamento Cañadón Seco brindó extraordinarias satisfacciones a YPF, que decidió levantar en dicha zona una población con viviendas, establecimientos comerciales, galpones, talleres, etc. promoviendo el asentamiento definitivo de los trabajadores.

Datos registrados en 1957, en cuatro años Cañadón Seco intensificó en gran forma su producción con más de 360 pozos, que registraban 3.500 metros cúbicos por día, es decir que se aproximaba al 50 por ciento de la producción total de los yacimientos con Comodoro Rivadavia. La mayoría de los pozos eran de una elevada producción diaria, alcanzando algunos más de 100 metros cúbicos diarios.

El descubrimiento de petróleo en Santa Cruz inicia una etapa de impulso poblacional e industrial en la zona; es partir del pozo O-12 en que se demuestra una clara posición política nacional, desarrollo energético estratégico y soberano.

El 16 de noviembre de 1995 la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Cruz, por Ley Nº 2421, se declara Monumento y Patrimonio Histórico Provincial al Pozo de Petróleo O-12 de Cañadón Seco, fijando como día recordatorio al 26 de junio.

Es por ello, que creo necesario declarar como Monumento Histórico Nacional al Pozo de Petróleo O-12, junto a lugares como el campamento Cañadón Seco, hoy Comisión de Fomento, y el Monumento al Obrero Petrolero "El Gorosito", y encomendar a la Comisión de Monumentos y Lugares Históricos el desarrollo de un proyecto integral que involucre estos iconos de nuestro oro negro patagónico.

Por los argumentos antes expuestos solicito a mis pares el acompañamiento al presente proyecto de ley.