La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar al año 2007 como AÑO DE LA SEGURIDAD VIAL, con el objeto de centrar todas las acciones de los organismos gubernamentales y no gubernamentales en la prevención de accidentes y en la educación para la defensa de la vida.

Señor presidente:

La Organización mundial de la Salud declaró el año 2004 como el Año de la Seguridad Vial, por considerar que los accidentes de tránsito constituyen la décima causa de muerte en todo el mundo,

En la Argentina resultan alarmantes los datos brindados por el Instituto de Seguridad y Educación Vial y por los informes de la Defensoría del Pueblo que señalan que en nuestros país las muertes durante 2005 hubo en el país 10.351 muertos en accidentes de tránsito. Pero los efectos no sólo se miden con la vara de la muerte: por año, cerca de 15.000 personas sufren algún tipo de discapacidad permanente por esa causa, desde secuelas por fracturas hasta cuadriplejias; las pérdidas económicas por los daños inmediatos y mediatos se estiman en US$ 10.000 millones, y más del 30% de los juzgados civiles del país están ocupados con juicios de tránsito, de acuerdo con datos de la Asociación Civil Luchemos por la Vida.

Eduardo Mondino, para solicitó al Gobierno que declarara la "emergencia vial" en el país. Para el titular de la Defensoría del Pueblo, la Argentina vive una verdadera "endemia de siniestros viales".

El similar sentido la Organización Mundial de la Salud señaló que los impactos de los accidentes de tránsito afectan a sectores de la población más vulnerables por sus consecuencias psicológicas y económicas. La vulnerabilidad alcanza también a los que trabajan en la vía pública, como cadetes y repartidores.

La situación de desprotección en la que están insertos los ancianos y las personas con necesidades especiales se agrava por la falta de modernización y adaptación de las estrategias viales.

Esta realidad que nos impacta no puede ser aceptada como una condición de nuestro comportamiento social, sino debe ser abordada con eficiencia y celeridad, con el compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad.

La toma de conciencia sobre esta situación y sus consecuencias es responsabilidad del Estado y de todos los actores sociales, e impone la toma de decisiones en forma inmediata y sostenida.

Las responsabilidades del Estado y de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales deben superar las decisiones transitorias y particulares, que tiendan a dar respuestas parciales, y asumir un protagonismo decisivo en la preservación y resguardo de la vida.

La sociedad toda debe comprometerse en esta cruzada en defensa de la vida.

Declarar el Año de la Seguridad Vial es mucho más que incluir en una agenda pública acciones específicas, es una instancia de promoción de ese compromiso.

Por las razones expuestas solicitamos la aprobación del presente proyecto.