La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo, para que a través del organismo que corresponda, informe en el plazo de 60 días sobre los siguientes puntos:

1- Con respecto al PROGRAMA NACIONAL DE USO RACIONAL Y EFICIENTE DE LA ENERGIA (PRO.N.U.R.E) implementado por el decreto Decreto 140/2007 el 21 de diciembre de 2007 informar:

a) Detalle los resultados en términos cuantitativos relativos a la eficacia, eficiencia del programa. En particular, detalle si ha existido un descenso en el consumo de energía a partir de la implementación del (PRO.N.U.R.E). De ser afirmativo, informar cual ha sido el progreso medido en los distintos grupos de usuarios (residenciales, comerciales, administración pública, industria). En el caso de no registrarse descenso o registrarse un incremento en el consumo energético informar de manera similar.

b) Si se ha iniciado las una campaña masiva de Educación, Concientización e Información a la población sobre el programa.

c) El resultado cuantitativo efectivo del plan de reemplazo masivo de lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo, en viviendas del país.

d) El cronograma del establecimiento del régimen de etiquetado destinado al desarrollo e implementación de estándares de eficiencia energética mínima para ser aplicados a la producción, importación y/o comercialización de equipos consumidores de energía.

e) Si se han realizado acuerdos con asociaciones empresarias, cámaras y grandes comercios a efectos de hacer extensivas las medidas de racionalidad y eficiencia energética a estos sectores.

f) Si se han realizado convenios entre empresas energéticas, universidades públicas y privadas, centros de estudios especializados, organismos de investigación públicos y privados y cámaras empresariales, para el estudio de medidas adicionales cuyo objetivo sea mejorar la eficiencia energética.

g) Si se ha extendido el programa de eficiencia energética al sector no residencial. En caso de ser afirmativa la respuesta, detalle cuales son las medidas que se están llevando a cabo.

h) Si se han previsto mecanismos de financiación destinados a facilitar inversiones en proyectos de eficiencia energética.

i) Cuales son las acciones que se han llevado a cabo a fin de hacer más eficientes los sistemas de alumbrado público y semaforización en todo el país y que metas cuantitativas se han alcanzado.

j) Detalle otras acciones tendientes a hacer más eficiente el uso de la energía en la administración pública y los indicadores cuantitativos alcanzados.

k) Si se ha iniciado las gestiones necesarias para incorporar a los planes educativos de los distintos niveles de formación conceptos generales de energía, eficiencia energética, energías renovables y ambiente, en coordinación con las jurisdicciones correspondientes.

l) Detalle el resto de las acciones llevadas a cabo dentro del programa y sus resultados en términos cuantitativos.

2- Toda otra información que resulte de interés para comprender esta problemática.

Señor presidente:

Es necesario destacar la buena intención de plantear mediante el Programa PRO.N.U.R.E. un tema postergado por la anterior administración por parte de los que hoy siguen siendo los responsables de llevar adelante la política energética y de infraestructura. La crisis energética ya afectó el invierno pasado a los usuarios industriales, a algunos residenciales y todo parece indicar que estamos caminando al borde del precipicio en materia energética.

Ahora bien, centrándonos en la cuestión de la crisis energética debemos comprender la situación en la cual nos hallamos hoy. Es importante entender que una crisis no surge por una equivocación coyuntural sino por una línea de acción errada en el tiempo o sin más por la carencia de ésta. Muchos especialistas se inclinan por esta última opción al diagnosticar la situación del sistema energético argentino. No debe ser atribuido al crecimiento de la economía el error de un desacertado planeamiento energético a las claras resultante en una restricción de oferta. El problema esta presente y debe encararse con determinación e inteligencia. No es la virtud del funcionario de turno la que nos trajo hasta esta situación sino su falta de idoneidad o peor aún la falta de decisión política.

Pasando revista de la situación actual, debe señalarse que Argentina cuenta con una estructura de producción energética diversificada por su dotación de recursos naturales. Sin embargo, exhibe una alta dependencia del petróleo y del gas natural como fuentes primarias de energía. A saber, a 2003 casi el 90% de la oferta interna de energía correspondía a combustibles fósiles, con un 49% representado por el gas natural y un 38% de petróleo crudo, según lo indica el Balance Energético Argentino elaborado por la Secretaría de Energía de la Nación. La importancia del petróleo y el gas como fuentes primarias de energía se ha mantenido constante en los últimos 35 años, aunque ha ido incrementándose la participación del gas natural.

Este desarrollo basado en el uso intensivo y creciente del gas natural ya no es sustentable por lo cual el paradigma energético argentino debería ir cambiando. En primer lugar, es necesario que las políticas de exportación de los recursos energéticos guarden relación con las reservas probadas, las cuales debe recordarse que se están agotando a una tasa por demás acelerada. Según datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, las reservas comprobadas de petróleo y gas natural están cayendo desde el año 2000. No solo se estarían perdiendo reservas relativas desde 1989, reduciéndose la cantidad de años de extracción posible de 14 a 9 en el caso del petróleo y de 36 a 10 en el caso del gas natural, sino que también en los últimos años están reduciéndose las reservas en términos absolutos. En particular, las reservas absolutas de petróleo descendieron un 25% y las de gas lo hicieron en un 28% respectivamente en solo 5 años.

En relación a ello debo recordar para los poco memoriosos que la privatización de YPF, uno de los "hitos celebrados con aplausos" por el ex presidente Kirchner durante el gobierno de Carlos Menem colaboró con la afirmación de la política de depredación del recurso, exportación sin límite e inexistencia de obligaciones exploratoria.

Más aún, a esta línea de acción equivocada se han agregado en los últimos tiempos las cortoplacistas y poco inteligentes políticas distorsivas del Ministro De Vido que, durante la anterior administración, provocaron una notable brecha entre los precios domésticos y los internacionales provocando la profundización de un segundo problema: el insuficiente flujo de inversiones privadas en el sector energético. Seguramente se dirá que las inversiones en el sector las debe hacer el Estado. Mientras que podríamos coincidir en ese punto, el gobierno nacional no ha demostrado eficacia en conseguir solucionar el problema con los importantísimos fondos públicos volcados a esas inversiones. No se ven cuales son las grandes inversiones en infraestructura energética de este o del anterior gobierno ni podemos tampoco afirmar tan claramente que todos esos fondos se hallan invertido correctamente. La inversión puede ser pública o privada pero se debería materializar con transparencia y el necesario control para evitar el mal manejo de los fondos públicos.

Las distorsiones de precios de los hidrocarburos se trasladan directamente al sector eléctrico dado el mecanismo de determinación de precios, sesgado hacia señales de gas natural barato que profundizan la dependencia de la generación térmica de electricidad de las centrales de ciclo combinado. Al respecto, consideramos equivocada la estrategia oficial de motorizar la construcción de centrales de ciclo combinado sin tener certezas de su futuro abastecimiento con gas natural.¿O acaso el gobierno piensa enfocar la estrategia de abastecimiento de estas centrales con fuel oil, gas oil o gas licuado traído por vía marítima? Si esta es la estrategia vamos así un camino contrario a la "eficiencia energética".

Otro riesgo poco señalado es que, de seguir sin importantes cambios la situación actual la Argentina dejará en pocos años de ser un exportador neto de combustible para pasar a importar, a precio internacional, aquel recurso. En años anteriores y favorecidos por los altos precios internacionales, el superávit energético ha sido crecientemente responsable en explicar el superávit de comercial global argentino. Por ejemplo, en 2005 el superávit energético fue capaz de explicar el 49% del superávit comercial global, notablemente por encima del 30% que representaba 3 años antes.

Cualquier persona con un mínimo de sentido común darse cuenta de que la profundización de esta política y la negación de esta crisis harán que el ritmo de crecimiento de Argentina sea restringido por la escasa o nula inversión en infraestructura energética, a mas corto que largo plazo.

Celebramos que el actual gobierno haya vuelto, a partir de la implementación del PRO.N.U.R.E. sobre los pasos de la anterior gestión reconociendo el total fracaso del Programa de Uso Racional de la Energía Eléctrica (PUREE) que no consiguió que los usuarios redujeran el consumo debido a que premiaba el ahorro y penalizaba el desperdicio, en vez de fomentar el consumo eficiente. Asimismo, consideramos que fomentar el uso racional de la energía no es una política de corto plazo sino de largo plazo referida a cuestiones culturales y tratadas desde la educación del consumidor o usuario. Al respecto, hemos señalado oportunamente que el cambio de uso horario fue una medida aislada que no hizo mella en solucionar una situación de crisis estructural. Es por ello que pedimos precisiones cuantitativas de los efectos de dichas medidas.

Al respecto señalamos también que previo al dictado de la Ley Nº25.561, conocida como Ley de Emergencia Económica, los precios del sistema energético se determinaban por reglas de mercado para hallar un balance entre oferta y demanda. Desde el dictado de aquella y bajo el esquema de cargos específicos las señales de precios han sido reemplazadas por decisiones administrativas, careciendo el nuevo esquema de mecanismos competitivos y regulatorios capaces de generar incentivos claros a la eficiencia, transformándose en cambio en la política de la "lapicera", en referencia a quien gana y quien pierde dinero en el sistema energético es "elegido" por el funcionario de turno.

La solicitud de información efectuada mediante este pedido de informes es entonces, un instrumento necesario para determinar si el plan PRO.N.U.R.E. fue solo "maquillaje" mediático para cambiar ejes de discusión de la agenda pública o si en realidad, y basándonos en datos concretos que esperamos nos suministren a la brevedad, el programa cumplió con los objetivos propuestos.

Por las razones expuestas, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.