La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar beneplácito por los resultados obtenidos en el Proyecto de Conservación Cóndor Andino, que se lleva a cabo desde 1991 en el Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, la Fundación Temaiken y la Fundación Bioandina Argentina.

Señor presidente:

El Cóndor Andino es uno de los animales más llamativos del planeta, sus enormes alas permiten considerarlo la mayor de las aves voladoras del mundo, las mismas le otorgan una extraordinaria capacidad de planeo, y transformándolo en un silencioso guardián del cielo andino, por encima de las altas cumbres cordilleranas.

Sus dimensiones son asombrosas, considerando que es un ave estrictamente carroñera, tiene una longitud que va desde un metro a un metro con veinte centímetros, su envergadura (desde la punta de un ala hasta la otra), supera fácilmente los tres metros. Su peso generalmente ronda en los once kilogramos.

El Cóndor es un animal exclusivamente carroñero, esto significa que no mata ni caza para alimentarse, solo se alimenta de animales muertos.

El Cóndor posee una cabeza y cuello desprovisto de plumas, lo que facilita la limpieza luego de comer, refregándose contra el suelo o las rocas, puede despojarse de los restos de sangre o carroña. Sus patas poseen cuatro dedos, tres grandes dedos delanteros con uñas romas y poco curvadas, un cuarto dedo opuesto que esta fuera del plano de los anteriores y poco desarrollado, esta característica es muy importante de definirlo como ave de carroña, ya que el mismo no es utilizado para ejercer presión. Sus ojos están ubicados a los lados de su cabeza, esto le da una gran amplitud visual, otorgándole una mayor facilidad para ubicar los cadáveres en descomposición. Tiene un pico fuerte con bordes cortantes que le permite cortar los fuertes y gruesos cueros de animales mucho más grandes. Esta característica es fundamental para posicionarlo en lo más alto de la denominada "cascada de carroña", ya que es el único que puede perforar los cueros de animales como vacas y guanacos, permitiendo así que luego de alimentarse el cóndor, puedan alimentarse las demás especies carroñeras como los chimangos, caranchos, o águilas. Su función biológica en el ecosistema como "limpiador" de la naturaleza, ayuda a la eliminación de posibles focos infecciosos y la contaminación de los campos.

Se distribuye en América del Sur a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego e Isla de los Estados, en Argentina. Hace 160 años su distribución alcanzaba la costa atlántica; hoy resulta alarmante que lo encontremos solamente en el oeste del país.

El Cóndor Andino tiene unas características de vuelo muy particulares. Su gran envergadura le proporciona una extraordinaria capacidad de planeo. Aprovecha las cálidas corrientes aéreas ascendentes para ahorrar de este modo energía. Así recorre el cielo durante muchas horas sin el más mínimo cansancio. Con flexiones de muñecas y de codo, las alas del cóndor van reconfigurando su nivel de sustentación, modificando drásticamente su envergadura. Cuando se arquean, aumenta la velocidad de vuelo; alcanza así una mayor estabilidad en las corrientes de aire turbulentas. El planeo es el vuelo distintivo del cóndor, el aleteo es sólo utilizado para el despegue, aterrizaje o para lograr impulso cuando no puede sustentarse con las corrientes de aire.

El Cóndor Andino tiene una gran importancia cultural. Los pueblos indígenas de la Cordillera de los Andes lo consideran como "El Espíritu Viviente de los Andes", y le otorgan una extraordinaria devoción religiosa, ya que el mismo ha sido venerado en ritos, cerámicas y pinturas rupestres a lo largo de los años.

El Cóndor Andino se encuentra en peligro de extinción a partir de la agresión directa e indirecta sufrió durante quinientos años por parte del hombre, a partir de la llegada del descubrimiento del continente Americano. La ancestral especie que en el territorio de nuestro país poblaba la totalidad de la Patagonia, hoy día, sólo es posible hallarla en lugares recónditos de la Cordillera de los Andes.

En Agosto del año 1991, se formó en Pampa de Achala, provincia de Córdoba, el Grupo de Trabajo para la Conservación del Cóndor Andino, el cual dio origen al Proyecto de conservación Cóndor Andino, que se lleva a cabo en el Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, la Fundación Temaiken y la Fundación Bioandina Argentina y cuenta con la especial colaboración de zoológicos e instituciones nacionales, provinciales y extranjeras.

Su objetivo principal es colaborar con la conservación, protección y rescate de este enigmático animal, salvaguardando de esta manera el ecosistema que alberga a esta fabulosa ave.

Uno de los pasos iniciales de este proyecto fue la reproducción de parejas de cóndor en cautiverio. Tomando en cuenta que estas aves poseen una muy baja tasa de reproductividad (ponen un solo huevo cada dos o tres años), fue necesario la aplicación de una técnica denominada de "postura múltiple". La misma consiste en retirar el huevo puesto por la hembra, estimulando una nueva puesta luego de un mes. El primer huevo es incubado artificialmente, mientras que el segundo en incubado naturalmente por sus padres, el mismo permanecerá en cautiverio formando parte del próximo programa reproductivo. Los pichones de los huevos incubados artificialmente son criados en aislamiento humano a través del uso de títeres de látex con fisonomía de cóndores y nurserys de aislamiento, favoreciendo el reconocimientos, por parte de los pichones de sus congéneres. Luego de la etapa del proceso de cría, que dura aproximadamente dos meses, los pichones se establecidos en recintos de crecimientos, donde interactúan con ejemplares adultos de su misma especie que le sirven de guía y ejemplo. Una vez completado su plumaje, aproximadamente a los siete meses, los ejemplares son puestos a disposición de los programas de conservación in situ.

De esta manera y gracias a once años de funcionamiento de este programa, se ha logrado reintroducir y liberar sesenta y siete ejemplares, en Venezuela, Bolivia, Chile y Argentina. Además se ha logrado la creación del Centro de Rescate del Cóndor Andino, en la provincia de Buenos Aires. El mismo, se encarga de la recuperación de ejemplares silvestres provenientes de diferentes puntos del país, cuya supervivencia fue puesta en peligro. De esta forma se ha podido liberar ejemplares en Argentina y Chile, en el marco de un Programa Binacional de Conservación de dicha especie.

El Proyecto de Conservación del Cóndor Andino ha desarrollado un programa educativo relacionado a la conservación de esta especie y el equilibrio de su incomparable ecosistema. De esta manera más de veinte mil alumnos por año en la provincia de Buenos Aires y en escuelas rurales del país, en especial en las zonas de influencia de los ejemplares liberados, han podido acceder al conocimiento y respeto del Cóndor Andino.

Además es importante destacar que el Proyecto de Conservación del Cóndor Andino ha establecido vías de integración cultural a través del intercambio con comunidades indígenas de la Cordillera de los Andes, quienes respetan y veneran al Cóndor andino, siguiendo tradiciones milenarias, en el marco de su cosmovisión andina.

Desde una perspectiva política es importante enriquecer e incentivar este tipo de emprendimientos, que ayudan a la conservación de nuestras riquezas fáunicas. Al proteger este tipo de acciones, no sólo estamos salvando a las diferentes especies animales que habitan en el territorio nacional, sino que también estamos conservando lazos culturales con nuestro pasado, a través de las comunidades originarias de América.

Así, veo oportuno apoyar desde esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación, proyectos admirables y ejemplares como el Proyecto de Conservación del Cóndor Andino.

Por las razones expuestas solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.