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PROYECTO DE TP


Expediente 0621-D-2007
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LOS CONTROLES UTILIZADOS PARA AUTORIZAR LA COMERCIALIZACION DE LOS PRODUCTOS LLAMADOS "DIETARIOS".
Fecha: 15/03/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 11
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que a través del organismo que corresponda, informe:
a) qué controles se ejercen para habilitar la comercialización de los productos llamados suplementos dietarios;
b) la lista de los ingredientes de los suplementos dietarios respecto de los cuales se ha emitido advertencias sobre su uso a la fecha,
c) sobre el cumplimiento de la disposición ANMAT N° 3186/99 (Pautas éticas para mensajes publicitarios) en relación a los suplementos dietarios,
d) Si se han aplicado sanciones ante los incumplimientos a la misma, durante el año 2006,
e) Las acciones realizadas y resultados obtenidos por el Instituto Nacional de Medicamentos (INAME) en el marco del Programa de Pesquisas de Medicamentos Ilegítimos, durante el año 2006.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Ya sea que se encuentren buscando un atajo para bajar de peso o una cura para una dolencia grave, los consumidores pueden estar gastando miles de millones al año en productos, aparatos y tratamientos relacionados con la salud no probados, comercializados de manera fraudulenta y a menudo inservibles.
Hoy en día, el cuidado de la salud, genera ganancias millonarias que no siempre está acompañada por conocimientos sobre los alimentos o sobre la nutrición bajo la premisa de dar solución a algunas de las enfermedades más mortíferas, como el cáncer y las enfermedades coronarias, se anuncian milagrosas soluciones a partir de modificaciones dietéticas o la ingestión de ciertas sustancias, como proteínas y vitaminas que no siempre son verdaderas.
Las vitaminas son substancias químicas no sintetizables por el organismo, presentes en pequeñas cantidades en los alimentos, que son indispensables para la vida, la salud, la actividad física y cotidiana. No producen energía, por tanto no producen calorías. Estas intervienen como catalizador en las reacciones bioquímicas provocando la liberación de energía. En otras palabras, la función de las vitaminas es la de facilitar la transformación que siguen los substratos a través de las vías metabólicas.
Muchas veces se promocionan estos productos como vitaminas, cuando no lo son, o con propiedades de las que carecen, constituyendo un fraude y hasta un peligro para la salud. Por ejemplo la vitamina F. En realidad se trata de ácidos grasos, o el ácido linoléico, y linolénico, necesarios para nuestro metabolismo. Se encuentran en mayor o menor proporción en todas las grasas naturales. Por su parte la vitamina B17 o amigdalina, no solo no es una vitamina, sino que se trata de una sustancia muy tóxica. Su comercialización está prohibida en Europa y en EEUU y fue "descubierta" por los mismos que descubrieron la supuesta (y también falsa) vitamina B15.
El desconocimiento, y en algunos casos el afán de lucro, han llevado a etiquetar como vitaminas a sustancias que en realidad no lo son, bien porque no son relevantes para nuestro metabolismo o bien porque podemos sintetizarlas en cantidades suficientes para cubrir nuestras necesidades.
En el inicio de los estudios sobre vitaminas existió cierta confusión, aplicándose a veces distintos nombres a la misma vitamina. Tal es el caso de la llamada "vitamina B5", que es en realidad la misma que la B6, la "vitamina B3", que es una mezcla de niacina y ácido pantoténico o la "vitamina M", que es el ácido fólico.
Esto colaboró con el negocio algunos vendedores de "alimentos saludables" que llamaron extendieron la denominación a una serie de sustancias comercializadas por ellos, que no eran tales.
A mayor abundamiento, y a modo de aclaración podemos señalar:
a) Vitamina F - Con esta confusa denominación también se conoce a los ácidos grasos esenciales. Estos nutrientes son ácidos grasos que el organismo no puede formar y que por tanto es necesario aportar a través de los alimentos. Los ácidos grasos que constituyen la vitamina F son los poliinsaturados, en los que se distinguen los ácidos grasos omega-3 y omega-6.
Los ácidos grasos omega-3 son el EPA, el DHA y el ácido linolénico. Los dos primeros se encuentran principalmente en los pescados azules, mientras que el linolénico y el ácido graso de la familia omega-6 están presentes en los aceites de semillas y en los frutos secos.
b) Vitamina B15, o ácido pangámico, una sustancia presente en la mayoría de las semillas, pero irrelevante para nuestro organismo. Aunque es totalmente inútil, en principio no es tóxico, aunque se han encontrado lotes que contenían sustancias carcinógenas. La FDA (Fud and Drug Administration) prohibió su venta en los Estados Unidos.
c)Vitamina B17, o amigdalina, que no solamente no es una vitamina, ni tiene ningún papel metabólico en el ser humano, sino que es una sustancia muy tóxica. Se obtiene de carozos de durazno y otras frutas. Al fraude económico se une el riesgo para la salud que representa esta sustancia, debido a que es un glucósido cianogénico. No tiene funciones biológicas, y su toxicidad radica en que al ser degradada por las enzimas digestivas libera ácido cianhídrico. Esta toxicidad ha hecho que, en lugar de renunciar a su comercialización, actualmente se venda además como agente anticanceroso, indicando (falsamente) que su toxicidad se dirige especialmente contra las células tumorales. Su distribución está prohibida en diversos países, aunque se encuentra a la venta en múltiples distribuidores a través de Internet.
La falta de escrúpulos de algunas personas, que incluso se hacen pasar falsamente por vitaminas o investigadores hace que se venda de forma semiclandestina en algunos países y a través de Internet. Muchos de estos productos, especialmente los fabricados en algunos países de Sudamérica, unen a los riesgos de la intoxicación por cianuro la presencia de contaminantes y de bacterias. Esta sustancia es una vitamina para algunos insectos y bacterias: por ejemplo los ratones pierden pelo si su dieta no lo contiene. Sin embargo, los humanos podemos fabricar todo el que precisemos. La afirmación de que sirve para prevenir la calvicie, basada en el efecto de su carencia en los ratones es un fraude.
d) PABA, siglas del ácido para-amino benzoico. Es esencial para algunas bacterias, pero totalmente innecesario para el ser humano. pero no para los animales, incluyendo entre ellos a la especie humana, y la "vitamina B15", o ácido pangámico, una sustancia sin ninguna función biológica conocida en el organismo humano, pero que es relativamente abundante en las semillas de los vegetales.
e) Ácido orótico. También llamado "vitamina B13", es un compuesto intermedio en la síntesis de las pirimidinas, que nuestro organismo sintetiza perfectamente en las cantidades necesarias. También se han comercializado como "vitaminas" el ácido lipoico,
f) Lecitina. Es un tipo de fosfolípido, con propiedades emulsionantes, utilizado como aditivo alimentario (su código es el E- 322) . Nuestro organismo es capaz de sintetizar todos los fosfolípidos. Se he comercializado como estimulante cerebral o como adelgazante, indistintamente, basándose en la presencia de componentes (fosfolípidos) relacionados con ella en las membranas de las células cerebrales (y en las de todas las células, por otra parte) y, para su segunda "función", en su actividad como emulsionante. Evidentemente pensar que las grasas del tejido adiposo desaparecen por "emulsión" no tiene sentido. De tener algún efecto, la lecitina ingerida favorecería la emulsión de las grasas en el tubo digestivo, mejorando su captación. Además, la lecitina es un lípido, y como tal aporta calorías, y muchas. Es decir, la lecitina no adelgaza, sino que engorda. En cuanto al otro efecto biológico que le ha sido atribuido, el de reducir la tasa de colesterol circulante, podría considerarse como "no falsa", con la matización de que se debe no a la propia lecitina, sino al hecho de que la mayoría de las lecitinas están formadas fundamentalmente por ácidos grasos insaturados, que son los que realmente producen este efecto.
g) Carnitina. Es una sustancia fundamental en el metabolismo de los ácidos grasos, interviniendo en su transporte a las mitocondrias para su oxidación. La carnitina se obtiene fundamentalmente de los alimentos de origen animal, y es también sintetizada en nuestro organismo a partir de la lisina, aunque pueden producirse deficiencias en situaciones patológicas concretas. Se comercializa como una "vitamina" adelgazante, lo que es doblemente falso, ya que ni es una vitamina ni tiene ese efecto. El consumo de grasa depende de su utilización para obtener energía, es decir, de la realización de ejercicio, no de la cantidad de carnitina disponible.
h) Taurina Esta sustancia es esencial para los gatos, y puede que para los niños recién nacidos, ya que la leche humana contiene más que la de otras especies. Por esta razón se añade a las leches destinadas a alimentación infantil. Para los adultos, y para los niños que no sean de pecho, es absolutamente innecesaria.
i) Colina e inositol. La colina es muy similar en cuanto a sus características a las vitaminas del grupo B, sin embargo, no cumple con todos los criterios de su definición ya que no es esencial, es decir, se forma en el cuerpo, por lo que los alimentos no son el único modo de obtenerla. En concreto se sintetiza en el hígado y juega un papel importante en el metabolismo de las grasas y en la transmisión del impulso nervioso. Está presente en la yema de huevo, el hígado, la soja, la carne, la leche y los maníes.
El inositol forma parte de los tejidos de todos los seres vivos. En los animales está presente en los fosfolípidos (grasas que contienen fósforo y que forman parte de nuestras células) y en los vegetales, su estructura está relacionada con la del ácido fítico, sustancia que es capaz de formar complejos con el calcio, el hierro y el cinc, limitando su absorción por el organismo y que se encuentra en la cubierta de los granos de cereales. Los alimentos que contienen inositol en cantidades destacadas son las frutas, las verduras, los cereales, las legumbres, las nueces y algunos órganos animales como hígado y corazón.
Ambos vitaminoides se producen en el cuerpo en cantidad suficiente para cubrir sus demandas, por lo que no resultaría necesaria la ingesta de suplementos de estas sustancias. En cualquier caso, ha de ser el especialista quien decida si corresponde o no tomar estos o cualquier otro tipo de suplementos y su dosis.
j) Vitamina P: con este nombre se comercializan los flavonoides, de los que existen varios miles en los vegetales, y especialmente la rutina. El nombre de "vitamina P" se debe a Szent- Györgi, notable investigador en vitaminas reales, cuyo prestigio ha permitido el mantenimiento de este nombre erróneo. Su actividad como antioxidantes hace que puedan tener algún efecto preventivo de las enfermedades relacionadas con este proceso, como ciertos tipos de cáncer, pero desde luego no son esenciales (ni necesarios) en absoluto. (Cfr: Dr. Miguel Calvo. Área de Tecnología de los Alimentos
Departamento de Producción Animal y Ciencia de los Alimentos- Facultad de Veterinaria- Universidad de Zaragoza).
Es también notable la habilidad con la que los vendedores de suplementos dietéticos son capaces de transformar conceptualmente lo que eran subproductos y materiales de desecho de la industria alimentaria "normal" (cartílago bovino, lactosuero de quesería, salvado) en "sofisticados" productos dietéticos de alto precio de venta. Al cartílago de tiburón, más sofisticado que el bovino, y desde luego con un precio de venta muy superior, se le han atribuido "lógicamente", ventajas incluso mayores para la salud, no solo es un suplemento nutricional, sino que sirve para prevenir o incluso tratar diversos tipos de cáncer. Con la misma supuesta propiedad se venden distintas mezclas de hidrolizados de proteínas. Estas actuaciones salen ya de la competencia de la ciencia de los alimentos para pasar directamente a las de la policía y los jueces.
La publicidad nos muestra el "gran desgaste" que actividades como el estudio o el trabajo ocasionan al sistema inmune de niños y adultos, y la necesidad de "recargar" ese sistema inmune deteriorado. Viendo la publicidad televisiva, cuesta entender cómo la "humanidad" (y sobre todo, esa parte de la "humanidad" que estudia o trabaja) ha podido sobrevivir hasta ahora sin estos productos.
Además de alimentos "saludables", "no convencionales", "bio" o "enriquecidos", podemos encontrar en tiendas de dietética suplementos de vitaminas y minerales variados, tanto que en algunos casos esas supuestas vitaminas ni siquiera aparecen en los libros normales de nutrición.
En primer lugar encontramos algunas vitaminas que supuestamente tienen un efecto beneficioso sobre la salud en dosis mucho mayores que las consideradas normalmente como necesarias. Entre ellas destaca la vitamina C, que según la publicidad habitual es fundamental en la prevención y tratamiento de gripes catarros y demás dolencias o los cócteles de vitaminas antioxidantes (A, C y E), por su posible efecto preventivo frente al desarrollo de ciertos tumores. Aunque se han hecho estudios amplios y costosos no se ha encontrado tampoco ningún efecto preventivo, aunque naturalmente no pueda descartarse.
A la hora de diferenciar el producto, algunos vendedores contraponen las vitaminas "naturales", es decir, las presentes en los alimentos que pueden ser extraídas de ellos, a las vitaminas "artificiales". Es decir, a las obtenidas por síntesis química, o mas bien por sistema biotecnológicos. Esto en la mayoría de los casos (en el de la vitamina C particularmente, ya que suele ser la más afectada por esta distinción) es un completo absurdo. El ácido L-ascórbico es lo mismo desde todos los puntos de vista posibles, químicos o biológicos, proceda de los residuos de la elaboración de la piña o de un proceso biotecnológico.
Además, para ampliar la "gama de productos" se incluyen a veces entre los minerales "suplementarios" elementos cuya necesidad para el organismo es muy discutible, como el litio, o que son indudablemente innecesarios, como el germanio o el oro.
La lectura de la composición de los prospectos de los suplementos nutricionales que se comercializan en las tiendas de dietética demuestran la imaginación de sus fabricantes a la hora de incorporar ingredientes. Junto con vitaminas, pseudovitaminas y minerales se encuentran productos biológicos en gran número (y consecuentemente en diminuta cantidad) cuyo efecto nutritivo o saludable nadie ha explicado, aunque aparecen en los de la mayoría de las marcas. Es realmente difícil explicar que nutrientes esenciales pueden aportar unas decenas de miligramos de alfalfa, avena o de perejil, por ejemplo, ingredientes que entran con frecuencia en la elaboración de estos suplementos.
Si existe un concepto utilizado de forma arbitraria para describir un alimento es el de "natural". El único alimento "natural", en el sentido de que está creado específicamente para su consumidor, es la leche materna en la primera etapa de la vida. Todos los demás alimentos son "no naturales", en el sentido de que sus propiedades intrínsecas no dependen de las necesidades del consumidor.
Cuando se utiliza "natural" como antónimo de "procesado", se encuentran los mismos contrasentidos. En cualquier tienda de alimentos "naturales" se puede comprar, por ejemplo, proteína texturizada de soja, producto alimenticio que posiblemente haya sufrido uno de los procesados más agresivos y complejos de entre todos los existentes, y que es calificada como "natural". Por otra parte, la leche pasterizada será tenida inmediatamente como "no natural", a pesar de que su procesado, un simple calentamiento, en poco difiere del procesado doméstico tradicional de la leche.
Ante esto urge prevenir eficazmente los riesgos derivados de los alimentos, atizados periódicamente por la aparición de noticias negativas en los medios de comunicación, y alertando a aquellos clientes potenciales para alimentos "especiales", cuya diferencia fundamental con los "normales" es que son mucho más caros, o para suplementos de todo tipo.
La falta de conocimientos del consumidor lo sitúa en una situación de indefensión absoluta frente a la avalancha publicitaria promovida por empresas dispuestas a situar continuamente "nuevos" y "mejores" productos en las estanterías de los supermercados.
En nuestro país, existe la disposición de la ANMAT 3186/99 y 3280/99 establecen criterios objetivos de evaluación de las publicidades de estos productos que muchas veces traspasan la barrera entre alimento y medicamento.
Asimismo, recordemos que la ley de Defensa del Consumidor obliga a que la información suministrada al consumidor sobre las características esenciales de los productos debe ser cierta, objetiva, veraz, detallada, eficaz y suficiente.
Por todo lo expuesto, considero que debemos ser exigentes en cuanto a la veracidad de las afirmaciones relativas a estos productos, y a los requisitos que deben cumplirse para preservar la salud de la población.
Por los fundamentos expuestos solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de resolución.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
INGRAM, RODDY ERNESTO CHUBUT FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia)