La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo a fin de solicitar que por intermedio de la Jefatura de Gabinete de Ministros, Ministerio de Defensa y los organismos pertinentes, informe a esta Honorable Cámara de Diputados, sobre las partidas presupuestarias y gastos correspondientes a la Dirección General de Inteligencia del Ejército, brindando detalles de conformidad a la siguiente requisitoria:

1.- Informe cuál es el monto del presupuesto anual correspondiente a la Dirección General de Inteligencia del Ejército asignado y devengado para los años 2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015, (detallando en particular cada uno de ellos).

2.- Informe detalladamente la asignación y gasto de cada una de las áreas específicas de la Dirección General de Inteligencia del Ejército.

3.- Informe la cantidad de la dotación de personal de la Dirección General de Inteligencia del Ejército. Informe el detalle de la cantidad de personal por cada área específica de la Dirección de Inteligencia del Ejército.

4.- Informe las causas, motivos y razones por las cuales se produjo el aumento del presupuesto correspondiente a cada uno de los años solicitados en el punto 1 de la presente.

5.- Informe las líneas generales estratégicas de las políticas de inteligencia de la Dirección General de Inteligencia del Ejército durante los años señalados en el punto 1 de la presente.

6.- Informe los objetivos generales y los objetivos particulares de inteligencia de la Dirección General de Inteligencia del Ejército seguidos en los años señalados en el punto 1 de la presente

7.- Indique nivel y grado de cumplimiento de los objetivos de trabajo en los años antes referidos.-

8.- Informe el monto del presupuesto de cada uno los organismos de inteligencia de las fuerzas de seguridad Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Servicio Penitenciario Federal. Informe cantidad de personal de cada uno de los organismos referidos.

9.- Informe detalladamente las operaciones de inteligencia desarrolladas por la Dirección General de Inteligencia del Ejército en los años señalados en el punto 1 de la presente. Informe en virtud de cuantas y cuáles de tales operaciones se suministró información de inteligencia en causas judiciales.

10.- Informe cuáles son los objetivos de inteligencia actuales de la Dirección General de Inteligencia del Ejército. Informe el personal y los recursos económicos destinados al cumplimiento de tales objetivos.

Señor presidente:

El presente pedido de informes encuentra fundamento en el sensible y significativo incremento del presupuesto asignado a la Dirección General de Inteligencia del Ejército.

El elevado y muy importante nivel de vigilancia existente en nuestro país ha sido puesto en evidencia por el fundador de Wikileaks, Julian Assange. Assange, quien afirmó que la Argentina tiene "el régimen de vigilancia más agresivo de todos los Estados latinoamericanos de tamaño medio".

Un elemento demostrativo que indica sin dudas cuál es el rol que le está dando el Poder Ejecutivo a las tareas de inteligencia, es el relativo al presupuesto asignado. El aumento presupuestario en materia de inteligencia evidencia la intención del gobierno al respecto.

En virtud de lo antes señalado, es que el Poder Ejecutivo procedió a la designación de Cesar Milani como Jefe del Ejército. El General Cesar Milani es un militar que se ha especializado en tareas de inteligencia. Consecuentemente resulta apropiado conocer cuál fue el rol que ha desempeñado en materia de inteligencia militar, y si eventualmente se puede establecer que en algún momento haya realizado actividades de inteligencia vedadas tanto por la Ley de Inteligencia Nacional (Ley 25.520), como por las leyes de Seguridad Interior (Ley 24.059) y de Defensa Nacional (Ley 23.554).

Debemos destacar que nuestro país, tal como en varias oportunidades lo destacara la propia Presidenta de la Nación carece de conflictos militares y de hipótesis de conflictos con fuerzas externas. Por lo tanto, estas partidas presupuestarias y gastos desmedidos parecen ser sólo explicadas por la estrecha relación y confianza entre el General Milani y el Poder Ejecutivo de la Nación; relación que fue más fuerte que todas las voces de la oposición y de la sociedad civil que impugnaron el pliego de designación del General al ser investigado por la Justicia por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura; todas cuestiones que no hacen más que agravar este estado de situación.

Nuestro país sufre como nunca los flagelos del narcotráfico, el lavado de dinero, el crimen organizado y la trata de personas, de modo tal que aumentar las partidas presupuestarias de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DIE), parece un total despropósito. Así como eventuales incumplimientos de lo normado por la Ley de Defensa Nacional, 23.554, que prohíbe realizar tareas de inteligencia sobre asuntos internos.

En plena conmoción y cuestionamiento al rol de los servicios de inteligencia en virtud de la muerte del Fiscal Alberto Nisman; los gastos en el área de inteligencia se multiplicaron por diez entre 2003 y 2014 Al sumar las asignaciones de la década tanto para la ex SIDE, dentro de Presidencia de la Nación, y las de los ministerios de Defensa y Seguridad, la cifra total llega a $8.019 millones, en su mayoría fondos reservados sin ningún tipo de control.

La obsesión presidencial por el manejo de información secreta ha generado rupturas y fuertes luchas dentro del Sistema de Inteligencia Nacional. La Presidenta de la Nación ha reconocido la pérdida de confianza a los principales funcionarios de la Ex-SIDE (actualmente SI) al entender que los mismos no le reportan de modo fidedigno la información recabada.

Al revisar los presupuestos nacionales de la década pasada, el gran incremento en el gasto se produce en 2011. A partir de ese año, comienzan a asignarse fondos para inteligencia también para el ministerio de Defensa, la mayoría manejada por el Ejército. La Secretaría de Inteligencia tuvo una partida de $515 millones y Defensa $321,2 millones. El ascenso del General César Milani en junio de 2013, al mando del Ejército coincide con un punto de inflexión en el giro del dinero para inteligencia.

En el presupuesto 2014, el ministerio de Defensa obtuvo $626,9 millones para "acciones referidas a la obtención, sistematización y análisis de información específica referida a los hechos, amenazas, riesgos y conflictos que afecten la seguridad exterior e interior de la Nación". La Secretaría de Inteligencia (ex SIDE), casi lo mismo, recibió $689,3 millones. A esto hay que sumarle los $558,1 millones que obtuvo el ministerio de Seguridad también para tareas de inteligencia.

Para el año 2015 la partida para inteligencia es aún mayor, pero con premios y castigos políticos. Tras la crisis en la Secretaría de Inteligencia a fines del año pasado; a este organismo, se le asignaron $800,8 millones. Esto significa, - por primera vez en la década-, una cifra inferior a la asignada al Ministerio de Defensa (con Milani) con $836,9 millones y casi lo mismo que le tocó a Sergio Berni en el ministerio de Seguridad con sus $772,6 millones. Por primera vez los fondos destinados a organismos de inteligencia externos a la Secretaría de Inteligencia, son mayores que los destinados a esta Secretaría.

No se dan detalles de por qué las Fuerzas Armadas tienen un presupuesto destinado a inteligencia cada vez mas importante, cuando seguramente ese dinero se destina a hacer inteligencia interior, tareas que éstas tienen expresamente prohibidas.

Informes de prensa indican una importante incorporación de alta tecnología por parte del ejército argentino, que habría comprado a Israel equipamiento para "intercepciones off-air" (que permiten la intercepción de llamadas sin necesidad de "pinchar" las líneas al estilo clásico, sino que sólo basta instalar pequeñas antenas cerca del objetivo a interceptar), como el modelo ELS-TR 3015, sindicado como "un sistema de inteligencia cibernética modular para las agencias del orden público, la seguridad nacional, el ejército y los organismos de inteligencia". Según las mismas fuentes, el ejército se hizo de equipos Phantom 31500, que es un "interceptor de líneas de ADSL, que se conecta en el par telefónico de cobre que corresponde al objetivo que se quiere monitorear. Toda la información que sube y que baja es captada por el Phantom y enviada para su análisis por el sistema de monitoreo. El sistema es totalmente pasivo y no intrusivo, pudiendo capturar toda la información (datos, emails, mensajes, VoIP, passwords, etc)". A la vez habría comprado los drones Zait,de última tecnología en su campo.

Esto parece indicar que la refuncionalización del Ejército al servicio del "proyecto nacional y popular" tiene como principal objetivo su participación en actividades de inteligencia y seguridad interior, ambas vedadas por la ley de defensa, la ley de seguridad interior y la propia ley de inteligencia.

La intervención de la inteligencia militar en actividades de espionaje interno y la presencia cada vez más extendida de efectivos militares en diferentes circunstancias y conflictos pretende ejercer un efecto disuasivo y evidente control a la ciudadanía.

Los recursos destinados a la inteligencia militar y la participación en seguridad interior crecen en medio de fuertes críticas por el estado de desinversión en el mantenimiento de materiales e insumos básicos.

Por las razones expuestas solicito a los señores y señoras legisladores que me acompañen en el presente Proyecto.