La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de sus áreas competentes, informe:

Cuáles fueron los estudios realizados y los resultados obtenidos de los mismos con relación a la utilización y control técnico de colectivos de pasajeros interurbanos de doble piso -o doble nivel-.

Cuál es la estadística anual de accidentes de tránsito ocurridos en rutas nacionales que involucran a este tipo de vehículos.

Cuáles son los controles realizados sobre la fabricación y la circulación de estos colectivos.

Qué controles se realizan sobre la actividad desempeñada por el personal de conducción y la velocidad efectivamente desarrollada por este tipo de rodados en las rutas nacionales y provinciales.

Señor presidente:

Durante los últimos meses del año pasado, y nuevamente en el último mes, tuvimos que lamentar accidentes con víctimas fatales en diferentes rutas nacionales protagonizados por colectivos de doble piso -o doble nivel-. Frente a esa situación volvemos a solicitar, como ya lo hiciéramos a través del Expediente 6001-D-2006, que el Poder Ejecutivo Nacional informe acerca de diferentes aspectos de esta problemática que seguimos desconociendo.

Aunque de manera aún espasmódica, irregular y sólo concentrados en la Terminal porteña de Retiro, cabe reconocer que en los últimos meses se han comenzado a realizar algunos controles por parte de la CNRT sobre la cantidad de horas de servicio de los choferes de micros de larga distancia. Lo que queda claro es que, aunque imprescindibles, dichos controles son absolutamente insuficientes para la solución de la problemática que venimos a plantear.

Según el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, en la Argentina mueren 28 personas por día en accidentes de tránsito, resultando esta cifra cada vez mayor desde el año 2001 a la fecha. Dentro de esa cifra, llama la atención la cantidad de accidentes en las rutas nacionales y provinciales en los cuales intervienen colectivos de doble piso, unidades que generalmente recorren largos trayectos, con varias horas de viaje y en condiciones en las cuáles son susceptibles de volcar o perder su estabilidad.

Tenemos conocimiento que, a partir de una serie de accidentes ocurridos durante los últimos dos años en diferentes provincias, la Secretaría de Transporte de la Nación encargó un estudio a la Universidad Tecnológica Nacional sobre la seguridad de los colectivos de doble piso. En aras de proteger la integridad física y psíquica y la vida de nuestros ciudadanos, creemos oportuno conocer si efectivamente se ha realizado una seria y pormenorizada investigación sobre la seguridad que presentan estos rodados y cuáles fueron los resultados. Este tema se discute desde que comenzaron a circular este tipo de vehículos en la década del '80, lo cual nos lleva a plantearnos la necesidad impostergable de encarar un debate serio y responsable acerca de la conveniencia o inconveniencia de continuar con su utilización.

Resulta claro que, si bien este tipo de unidades se utilizan en varios países, en la mayor parte de los mismos no son utilizados para transportar personas a largas distancias, dado que consideran que este tipo de rodados presentan inestabilidad y no resisten las inclemencias del tiempo, como fuertes tormentas o granizos. Esa decisión adoptada en otros países se sustenta en la opinión de expertos de todo el mundo que afirman la existencia de una visible inestabilidad en ese tipo de colectivos y micros, riesgo al cuál se suma la velocidad de circulación, el mal estado de las rutas y la falta de peralte de las curvas, que no siempre permiten el control y dominio de los rodados. En la mayoría de los países del mundo, en general, el transporte de pasajeros de larga distancia se realiza por vía aérea o ferroviaria, cumpliendo el colectivo una función complementaria con servicios diurnos y paradas frecuentes, o siendo utilizado para servicios turísticos especiales. Desconocemos que existan en otros países del mundo servicios de colectivos de doble piso que recorran tramos de 1.000 km. prácticamente sin paradas y en horarios nocturnos.

Se hace necesario entonces conocer los estándares de seguridad que se adoptan en el país y las características técnicas de este tipo de unidades de transporte de pasajeros. Teóricamente, para que una unidad se encuentre en condiciones de prestar un servicio público de pasajeros, debe estar construida por una empresa habilitada, tener los planos aprobados, tramitar la habilitación en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y realizar la Revisión Técnica Obligatoria. Resulta imprescindible también tener acceso a los informes de las áreas técnicas periciales responsables del monitoreo permanente del estado de las unidades que circulan con pasajeros por las rutas del país y saber si existe un seguimiento atento y responsable de esta problemática por parte de las autoridades nacionales con competencia en la materia.

De acuerdo a expertos desarrolladores de este tipo de vehículos, la altura ideal que los mismos deberían tener se inscribiría en el rango de 3,4 a 3,6 metros. Sin embargo, las unidades actuales de doble piso cuentan con una altura promedio de 4,05 m. y las de un solo nivel de 3,90 m., presentando en consecuencia los mismos inconvenientes de estabilidad. Las unidades consideradas más seguras por los especialistas -el Aerobús de 1986 y el CX40 de 1987-, nunca fueron comercialmente exitosas. Para los empresarios, los vuelcos de estas unidades se producen como consecuencia de errores humanos: exceso de velocidad, maniobras bruscas, radios de giro pequeños, fuertes aceleraciones, etc. Lo que en general no asumen los empresarios del transporte automotor es su responsabilidad en la capacitación de los choferes y en el exceso de horas de trabajo a los que son sometidos. En cualquier caso, es el Estado quién debe establecer fehacientemente las causas accidentológicas y llevar adelante las políticas que considere más adecuadas para su erradicación.

Nos enfrentamos entonces con una situación donde el riesgo sobre la vida de las personas transportadas se contrapone a las necesidades comerciales de las empresas. Y ello de por sí justifica acabadamente que se solicite al Poder Ejecutivo la información que se tramita en este pedido de informe, la que permitirá conocer datos específicos y fehacientes que nos permitirán darle un adecuado tratamiento a la temática de los accidentes ocurridos con este tipo de vehículos. El control y regulación estricta del transporte de personas es una responsabilidad indelegable del Estado, y la disminución de los accidentes en las rutas nacionales debería ser una constante preocupación del Poder Ejecutivo Nacional.

Por tanto, y ante el registro de frecuentes accidentes con importante número de víctimas que viajan en estos vehículos, resulta imprescindible que se tomen urgentes medidas a los fines de determinar las causas que los producen y permitan la consiguiente aplicación de políticas tendientes a reducirlos.

Por todo lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto de resolución.