La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

1- Su más enérgico repudio al golpe militar del 24 de marzo de 1976, al cumplirse el 30° aniversario del mismo.

2- Ratifica la defensa de la Constitución de la Nación en la república.

3- Insta a la ciudadanía a la reflexión y divulgación sobre el significado y las consecuencias de la interrupción de la vida democrática.

Señor presidente:

Hoy más que nunca en momentos en que el mundo asiste a una guerra de desproporcionadas fuerzas donde pueblos indefensos ven violados sus más elementales derechos humanos en una lucha por la defensa de su identidad, alzamos nuestra voz a las del resto del mundo, para lograr el respeto por las decisiones de los pueblos ante el avasallamiento de fuerzas internas, como ocurriera aquel 24 de Marzo de 1976, así como de fuerzas externas.

El 24 de marzo de 1976, la Junta Militar, -integrada por el Comandante en Jefe del Ejército, J. R.Videla; el de la Armada, E. E. Massera, y el de la Fuerza Aérea, O. R. Agosti-, asumió la función de los poderes legislativo y ejecutivo.

El derecho de huelga fue suspendido; se disolvieron los partidos políticos; se anuló la libertad de prensa y expresión; se disolvió el Congreso; se legisló por decreto; se reemplazó la Corte Suprema de Justicia. Más tarde, Videla se hizo cargo de la presidencia, y los militares ocuparon gran parte de los cargos públicos.

A través del Ministro a cargo de la cartera económica José A. Martínez de Hoz, se implementó un plan que apuntó a provocar un cambio básico en el funcionamiento de la economía. El endeudamiento internacional, la defenestración de la industria nacional y la pérdida de empleo son sus consecuencias, que nos condicionan hasta nuestros días.

Mediante los grupos de tareas, las Fuerzas Armadas aplicaron un método que incluyó represión, miles de muertos y desaparecidos. Los detenidos eran llevados a Centros Clandestinos de Detención para obtener la información buscada, y los hijos de las mujeres detenidas que nacían durante el cautiverio, eran separados de sus madres. No habiendo control del lugar donde eran enviados, muchos de ellos permanecieron fuera del alcance de sus familias, y sólo volvieron a unirse a ellas después de restablecida la democracia. En otros casos, la mayoría, la separación fue definitiva.

La persecución se extendió a centenares de dirigentes y activistas sindicales, políticos o estudiantes, religiosos, artistas, miembros de las organizaciones de promoción de los Derechos Humanos, intelectuales disidentes y personas inocentes.

Vinculada a la operatividad represiva ilegal realizada dentro de los límites del territorio nacional, las actividades de persecución se verificaron sin limitación de fronteras geográficas, con la colaboración de los Organismos de Seguridad de Estados limítrofes.

Las Fuerzas Armadas pusieron en práctica un método que dejó un saldo de miles de víctimas. Entre esas se encuentran los muertos y desaparecidos.

La represión se llevó a cabo mediante organizaciones de cada una de las fuerzas, denominadas "Grupos de Tareas". Estas unidades se encargaban del secuestro de las personas consideradas sospechosas para el Gobierno.

Las personas detenidas eran llevadas a los Centros Clandestinos de Detención en los que se los torturaba para obtener la información buscada sobre hechos, lugares, grupos o personas a las que intentaba capturar el Régimen.

Pero además la persecución se extendió a centenares de dirigentes, y activistas sindicales, políticos o estudiantes, miembros de las organizaciones de promoción de los Derechos Humanos, intelectuales disidentes y personas inocentes.

Por todo lo dicho, repudiamos una vez más el golpe militar de 1976.

Una república plena debe abogar por el equilibrio de sus poderes institucionales y garantizar el pleno respeto de los derechos humanos, basamento fundamental del sistema democrático.

Por lo expuesto, señor presidente, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.