PROYECTO DE TP
Expediente 0570-D-2009
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE LOS CASOS DE DIVERSAS ENFERMEDADES RELACIONADAS CON LA ACCION DE AGROTOXICOS EN ESPECIAL GLIFOSATO, DESCRIPTAS POR EL INFORME DE LA ONG GRUPO DE REFLEXION RURAL (GRR).
Fecha: 09/03/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 6
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo
y por su intermedio a quien corresponda, en virtud que mediante un
estudio efectuado por el no gubernamental Grupo de Reflexión Rural
(GRR) donde describe casos de cáncer en edades tempranas,
malformaciones congénitas, lupus, problemas renales, enfermedades
respiratorias y dermatitis en aumento, basado en testimonios de médicos
rurales, especialistas y habitantes de decenas de localidades del interior
país, aparentemente producidas o relacionadas a la acción agrotóxicos en
especial glifosato, se sirva informar sobre lo siguiente:
- ¿Si el
Ministerio de Salud de la Nación ha corroborado o no los casos
referidos en el informe de referencia?
- ¿Si se están
tomando las medidas para evaluar técnicamente, si efectivamente
el glifosato puede tener incidencia sobre la salud de las
personas?
- En caso de una
respuesta afirmativa, indique en que consisten y el estado actual
de cumplimiento.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las
preguntas efectuadas precedentemente, se fundan Un informe
redactado por el no gubernamental Grupo de Reflexión Rural
(GRR) y que transcribe Marcela Valente en un artículo llamado "El
herbicida nuestro de cada día" describe casos de cáncer en edades
tempranas, malformaciones congénitas, lupus, problemas renales,
enfermedades respiratorias y dermatitis en aumento, basado en
testimonios de médicos rurales, especialistas y habitantes de
decenas de localidades del interior país.
El GRR realiza desde 2006
una campaña para identifica los pueblos afectados por la fumigación con
glifosato, el herbicida tolerado por las variedades de soja transgénica
plantadas en Argentina, que elimina toda especie vegetal que no sea la
oleaginosa. Cuando es rociado desde aviones, la forma más eficiente de
aplicación, la deriva cae sobre zonas pobladas, dice el informe "Paren de
fumigar".
Cincuenta por ciento del
área agrícola argentina está ocupada por soja. En la central provincia de
Córdoba la proporción supera 80 por ciento. El país produce unos 48
millones de toneladas que exporta a China e India. Y, según datos
oficiales, se requieren unos 200 millones de litros de glifosato por año
para pulverizar los campos.
Por su fácil manejo y el
aumento de la demanda en mercados asiáticos, la leguminosa se extendió
desde mediados de los años 90 a expensas de otros cultivos, de la
ganadería y de los bosques. Pero, aparentemente, no fue solo diversidad
agrícola y natural lo que se perdió.
La soja ha arrasado con
corredores verdes de protección que bordeaban los poblados, formados
por huertas familiares, granjas lecheras y de pequeños animales y
plantaciones de frutales, afirma el estudio.
Y la población de esas
zonas quedó expuesta a los daños de la fumigación aérea.
El glifosato es el
componente activo del herbicida Roundup, patentado por la corporación
de la biotecnología Monsanto, que lo vende junto con su semilla
transgénica de soja Roundup Ready. La empresa ha negado que, en
condiciones adecuadas de uso, el producto sea nocivo para la salud
humana.
El glifosato es también
principal ingrediente de las fumigaciones áreas que se practican contra
plantaciones ilegales de coca en Colombia, y su uso en zonas fronterizas
con Ecuador ha dado lugar a denuncias de este país por daños a la
agricultura y a las personas
El proceso de control de
malezas y plagas se realiza sobre todo mediante glifosato y el pesticida
endosulfán. En el barrio Ituzaingo Anexo, en los suburbios de la capital
de la provincia de Córdoba, los vecinos reclaman desde 2000 que cesen
las fumigaciones.
Luego de varias denuncias
judiciales y estudios sanitarios, a fines de 2008, un fiscal hizo lugar a una
medida cautelar y, de momento, la pulverización en zonas aledañas al
barrio está suspendida.
Como parte de su campaña
"Paren de fumigar", el GRR apoyó demandas de los vecinos, recogió
testimonios de afectados e incorporó estudios médicos de personas
damnificadas. Esa investigación fue presentada este año a la justicia
federal y a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
El abogado Osvaldo Fornari, del GRR, dijo a IPS que se solicitó a la
justicia federal que investigara el proceso de aprobación de los herbicidas
y plaguicidas y que, en base al principio precautorio, adoptara "una
medida cautelar" como la suspensión de la venta y el uso de productos
sospechosos de causar contaminación en el campo.
La idea es que la medida
aplicada en el barrio Ituzaingo Anexo se adopte en el plano nacional: un
freno preventivo al uso de herbicidas muy tóxicos. Los activistas
sostienen que las autoridades provinciales tienen dificultades para frenar
el uso de agroquímicos, cuyo uso fue autorizado en los años 90 por
autoridades nacionales
También se pidió a la
presidenta que declarara "la emergencia ambiental" por esta causa.
Fernández ordenó instalar
una comisión, coordinada por el Ministerio de Salud, para investigar "las
causas y efectos vinculados a los contaminantes", trabajar en prevención
y brindar "asistencia y tratamiento" a las personas intoxicadas.
La ingeniera agrónoma
Alida Gallardo, agricultora orgánica del municipio bonaerense de
Trenque Lauquen, sostiene que el problema allí es "gravísimo".
"Nosotros estamos en el
área complementaria, alrededor del centro poblado. Al lado tenemos
campos de soja con fumigación. Hace tres años nos quemaron la
producción y ahora está más controlado", dijo a IPS.
"La soja dio lugar a estos tóxicos y ahora se los está aplicando a otros
productos, como el trigo. La gente tiene que entender que la
contaminación no es solo para el campo, sino para el que consume
alimentos también", afirmó.
Pero el también agricultor
Omar Barzeta, de Federación Agraria de la nororiental provincia de Santa
Fe, dijo a IPS que "los tóxicos, con precaución, se pueden usar porque
hay que combatir las malezas y los insectos, pero siempre cuidando la
deriva".
"Hay una ley que prohíbe
fumigar en zonas pobladas, pero es cierto que mucho no se cumple. El
municipio debería velar para que se aplique, siempre con el consenso de
todos, de los productores, de los vecinos", añadió.
El informe del GRR afirma
que la plantación de soja llega hasta las calles de algunos poblados. Las
máquinas y recipientes utilizados para fumigar se lavan y guardan en
zonas urbanas, y los granos, que diseminan partículas tóxicas, son
almacenados en silos situados también entre viviendas, escuelas y otras
instituciones de la ciudad.
Los testimonios
corresponden a decenas de lugares en las provincias de Buenos Aires,
Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, corazón del área agrícola, cuyos
habitantes reclaman un cinturón de protección al que no puedan acercarse
los aviones fumigadores.
Hace 30 años vivir en el
campo era sinónimo de vida sana, ahora es "una práctica suicida", afirma
Mario Córcora, de Junín, una ciudad del norte de la provincia de Buenos
Aires (centro-este), muy afectada por el herbicida.
En Santa Fe, la gente del barrio Malvinas de la ciudad de Rosario, logró
que se trasladaran ocho acopiadoras de cereal con silos en zonas urbanas,
denunciando que la salud de la población se veía afectada por su
presencia.
Un estudio del Hospital Italiano Garibaldi de Rosario reveló que en seis
poblados de la región los casos de cáncer de testículos y gástricos en
varones son tres veces más frecuentes que en el promedio nacional, los
de hígado, 10 veces más frecuentes y los de páncreas y pulmón, dos
veces más frecuentes.
En el paraje cordobés de
Alta Gracia, que atrajo en los años 30 a la familia del entonces niño
Ernesto "Che" Guevara afectado por el asma, es ahora uno de los sitios
afectados por las fumigaciones.
El revolucionario argentino-
cubano no soportaría vivir hoy en Alta Gracia, que fue una villa turística
reconocida por su clima seco, apto para la recuperación de enfermedades
respiratorias.
En Basavilbaso, en la
nororiental Entre Ríos, el ex fumigador Fabián Tomasi, de 43 años,
perdió masa muscular, padece infecciones en articulaciones, afecciones
digestivas y respiratorias y ardores en la piel, que lo obligan a dormir
sentado. Ninguno de estos males pudo ser atribuido a otra causa que no
fuera la exposición a agrotóxicos.
Otro caso que se investiga
en esa provincia es el de la familia Portillo. El padre, Walter, que vive en
la localidad Costa Las Masitas, está en silla de ruedas por una neuropatía.
Su hijo murió a los ocho años de edad, tras sufrir cefaleas, vómitos y
fiebre, al igual que dos sobrinos pequeños.
La justicia investiga si está contaminado el arroyo de esa zona rural, en el
que se bañaban los niños muertos y del que la familia extrae agua, pues
en él se lava maquinaria agrícola. (FIN/2009)
Por todas estas
consideraciones Sr. Presidente solicito a los Sres. Legisladores que
me acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE JUSTICIA UNION Y LIBERTAD - FREJULI |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |