La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más enérgico repudio y preocupación por el inicio de los trabajos de exploración de la plataforma petrolera Ocean Guardian en el mar adyacente a las Islas Malvinas.

Señor presidente:

En el mes de febrero de 2010 presentamos un Proyecto de Resolución expresando nuestro más enérgico repudio y preocupación ante la inminencia del inicio de las actividades de exploración petrolera de la plataforma "Ocean Guardian". En este momento esas actividades han comenzado.

Como es de dominio público, el gobierno Argentino ha obtenido un unánime respaldo al reclamo por Malvinas en la cumbre de América Latina y el Caribe. Ese respaldo a nuestro país de parte de las jefas y jefes de Estado de las naciones que conforman el organismo, expresa que "el interés regional es que los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución justa, pacífica y definitiva en la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, de conformidad con las resoluciones y declaraciones pertinentes de las Naciones Unidas y de la Organización de los Estados Americanos".

A principios de este año, el Gobierno Nacional a través de la Cancillería envió al Gobierno de la Gran Bretaña una nota de reclamo en la que expresó su "más enérgica protesta" ante la inminente llegada de la plataforma petrolera Ocean Guardian a las Malvinas para iniciar trabajos de exploración petrolera en alta mar, tareas que los isleños ya habían intentado sin éxito los '90. Asimismo, el Canciller Argentino, Jorge Taiana, convocó a la embajadora británica, Shan Morgan, mediante una nota que le fue entregada al encargado de negocios de la embajada británica en Buenos Aires, Simon Thomas. En la misma, nuestra Cancillería expresó que el Gobierno "rechaza firmemente la pretensión del Reino Unido de autorizar la realización de operaciones de exploración y explotación de hidrocarburos en el área de la plataforma continental argentina", por considerarlas acciones unilaterales. Se reafirma el derecho de soberanía sobre las islas que enfrentaron a los dos países en la guerra de 1982, y se recuerda que en 2007, Argentina dio por terminados los acuerdos de cooperación en materia de hidrocarburos que habían firmado Londres y Buenos Aires en 1995.

La embajada británica confirmó la recepción de la nota de protesta argentina, no obstante manifestó que "El gobierno de las islas Falklands tiene derecho a desarrollar su industria de hidrocarburos en sus aguas", al tiempo que ratificaron que para el Reino Unido no hay dudas de su soberanía sobre las islas.

Era evidente que estas declaraciones inaceptables y provocativas -en lo que respecta al derecho internacional público-, culminarían con el inicio de las actividades de exploración petrolera de la mencionada plataforma. El gobierno de Londres no sólo no ha considerado nuestro reclamo al respecto, sino que ha desoído a la comunidad internacional que expresó su apoyo a nuestra postura.

La dimensión económica del conflicto que se avecina habla de la presunta existencia de miles de millones de barriles en la zona. Los números más generosos estimados en la década de los 90 hablan de una reserva de 60.000 millones, lo suficiente como para darles larga autonomía de gestión a las islas que estarían en condiciones de pedir su autodeterminación.

La escalada simbólica del conflicto se vio incrementada además, luego de conocerse información publicada por el diario Financial Times, en la cual se dejaba trascender que el primer ministro Gordon Brown estaba preocupado por una eventual escalada del conflicto que ambos países mantienen por la soberanía de las Islas Malvinas.

Se trata de una nueva provocación en este caso de fuerte sesgo no sólo económico, sino también simbólico frente a nuestro legitimo reclamo de soberanía sobre las Islas. La instalación de la plataforma semi sumergible que la empresa Desire Petroleum contrató para explorar petróleo en Malvinas (autorizada por el gobierno británico y bajo las licencias entregadas por las autoridades políticas de las Islas a empresas como Rockhopper Exploration, Border & Southern Petroleum y BHP Billiton), representan un paso tremendamente importante en la decisión unilateral del gobierno británico por desconocer nuestros legítimos derechos sobre el archipiélago o bien de continuar la negociación en el marco del derecho internacional.

La gravedad de los hechos planteados demanda una clara y urgente expresión de repudio de todo el cuerpo político argentino, sin distinción partidaria o ideológica. Entendemos que toda la dirigencia política argentina debe expresar su repudio ante tal ilegitima pretensión. En esa dirección se vienen expresando los gobernadores de las provincias argentinas, tal es caso de el gobernador neuquino (que por medio del decreto 126/10 no sólo respaldó las acciones de la Cancillería frente a la fricción diplomática por las islas Malvinas, sino que ratificó la negativa de cualquier pretensión británica sobre territorio nacional), como el de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos (quien advierte que Gran Bretaña "no debe avanzar con la exploración de hidrocarburos en territorio argentino"), entre otros.

En este sentido, el objetivo de este proyecto es que todo el Congreso de la Nación exprese de manera institucional su más enérgico repudio y preocupación por el inicio de los trabajos de exploración petrolera de la plataforma Ocean Guardian en el mar adyacente a las Islas Malvinas.

Por las razones expuestas, solicitamos a esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación la aprobación de este proyecto de Resolución.