PROYECTO DE TP
Expediente 0466-D-2007
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LA IMPLEMENTACION DE UN PROGRAMA PARA BRINDAR INFORMACION SOBRE LA ENFERMEDAD CONOCIDA COMO "MAL DE ALZHEIMER".
Fecha: 12/03/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 8
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que
Poder Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio de Salud y Ambiente de
la Nación, diseñe e implemente un programa o plan de alcance nacional
para brindar información sobre la enfermedad conocida como Mal de
Alzheimer, dirigida en especial a las familias de los pacientes con dicho
mal, en los hospitales públicos de todo el territorio nacional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Una, y muy importante,
manera de mejorar la calidad de vida de la persona con Alzheimer, es
un diagnóstico preciso para conocer en qué etapa de la enfermedad está
cada paciente, ya que todo el proceso se puede manejar bien con
tratamientos que no siempre incluyen fármacos, es lo que se llama la
"ciencia para el manejo de los pacientes con Alzheimer".
Con respuestas precisas
para un mal desconcertante, que suele asociarse con la vejez (del 15 al
20% de los casos aparece entre los 50 y los 55 años por herencia), el
psiquiatra geriátrico Barry Reisberg ha efectuado declaraciones sobre
este desorden cognitivo que avanza impasible contra la memoria, el
pensamiento y la conducta, hasta "robar" la independencia para vivir.
Entre los aportes del doctor
Reisberg al conocimiento del Alzheimer, está la escala para evaluar la
etapa en la que se halla un paciente. Conocida como Escala de Deterioro
Global o FAST, describe las siete fases de progreso del mal.
Reconocerlas en cada paciente permite pronosticar su evolución y
ahorrar angustias a los familiares.
Esto ayuda a la familia a
vencer temores de un futuro que es desconocido y permite mejorar
mucho la calidad de los cuidados porque es un proceso que puede durar
unos 20 años y, en cada fase, los pacientes necesitan recibir la atención
adecuada.
Según el neurólogo Héctor
Figini, experto local en afecciones de la tercera edad, "el límite más
difícil de establecer es el que separa el envejecimiento y la demencia".
De allí, señaló, la importancia para el diagnóstico de la información que
provee la familia sobre las actividades y el comportamiento de la
persona. Se estima que entre el 5% y el 8% de los mayores de 65 padecen
Alzheimer y el 30% de los mayores de 85.
En la etapa más temprana,
que pasa inadvertida, el mal aún no produce trastornos cognitivos
evidentes: el paciente trabaja y se relaciona sin problemas.
En la segunda fase, que se
confunde con el envejecimiento normal, olvida nombres y lugares,
dónde guardó objetos y compromisos.
La tercera etapa delata la
existencia incipiente del problema: aumentan los olvidos y se pierde la
orientación.
En la cuarta, que es cuando
la mayoría de los familiares consulta al médico, la persona se confunde
al hacer compras y pagar.
La enfermedad se
transforma en moderada cuando la persona no puede elegir la ropa
según el clima o el momento del día ni manejar el automóvil. La falta de
independencia para las tareas cotidianas es típica de la quinta fase y es
la que confirma el diagnóstico.
La severidad aumenta en las
dos últimas etapas.
En la sexta fase, la persona
pierde la capacidad de vestirse, de bañarse, de asearse al salir y tiene
incontinencia.
La séptima fase es terminal:
pierde el lenguaje (habla con monosílabos hasta producir sólo sonidos),
la locomoción (al año no puede mantenerse sentada) y la conciencia.
Tampoco sonríe ni reconoce a familiares u objetos personales, como un
recién nacido, no puede mantener la cabeza erguida.
"El mal se parece a una
regresión en el desarrollo normal, por lo que podemos aplicar sus reglas
al Alzheimer, explicó Reisberg, Un chico y un paciente con Alzheimer
pueden resolver las mismas pruebas de desarrollo cognitivo,
metabolismo y reflejos."
Denominada "retrogénesis"
por Reisberg, esa regresión progresiva devuelve al paciente a la niñez.
Es un fenómeno que permite comprender mejor qué mecanismos
alteran el funcionamiento del cerebro, el metabolismo y los
reflejos.
"Para un chico, los cuidados
de su mamá pesan en el desarrollo -puso como ejemplo-. Lo mismo pasa
con quien está en la séptima fase: es común que los familiares no sepan
cómo reaccionar, ya que quieren darle los mejores cuidados, pero no
entienden al paciente, que comprende todo lo que se le dice y mucho
más de lo que puede decir. Lo mismo pasa con los movimientos: cuando
se lo deja inmóvil en una cama, aparecen las deformidades."
Por esto la ciencia para el
manejo de los pacientes con Alzheimer sostiene que es a la familia a la
primera que hay que educar. "Así podrán comprender qué piensa y
cómo se comporta el paciente", concluyó el investigador.
Por lo expuesto, y por los
argumentos adicionales que, de ser necesario, expresaremos ante las
comisiones que asesoren respecto de este tema y en el recinto cuando
sea tratado, requerimos a la Cámara de Diputados de la Nación la
aprobación del presente Proyecto de Declaración.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CANTEROS, GUSTAVO JESUS ADOLFO | CORRIENTES | PROYECTO CORRIENTES |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 3304/2007 | ESTE EXPEDIENTE HA SIDO TENIDO A LA VISTA EN EL O/D 3304/07 | 29/11/2007 |