La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación y repudio por la muerte de Damián Alejandro Sepúlveda de 27 años de edad, quien apareciera el 13 de enero del corriente año supuestamente suicidado en el interior de una celda en la comisaría de General Madariaga, provincia de Buenos Aires.

Señor presidente:

Una vez más la policía bonaerense está sospechada de encontrarse involucrada en la muerte de un joven, Daniel Alejandro Sepúlveda, quien fuera detenido el domingo 13 de enero al mediodía en un bar del Barrio San Martín en momentos en que participaba de una discusión con un grupo de personas, según el informe policial. En esas circunstancias es detenido y trasladado a la comisaría de General Madariaga donde aparece supuestamente suicidado colgando de las rejas del calabozo con una remera.

Desde el primer momento la familia rechazó la versión de la pelea, manifestando el padre que "hay mucha gente que sabe que mi hijo no agredió a nadie. Estaba tomando una cerveza y cuando se lo llevaron no opuso ninguna resistencia. Es imposible ahorcarse con una remera, a mi hijo lo mató la policía". Agregó también que Daniel Alejandro ya había estado detenido 27 días, de los cuales 7 estuvo incomunicado, fue por una contravención, trabajaba en el campo, hacía tareas de mantenimiento arreglando alambrado y pintando y no tenía el dinero para pagar la multa.

Al trascender la noticia de la muerte de Daniel Alejandro el martes siguiente a la noche, se organizó una marcha en la que participaron más de cien vecinos reclamando justicia, en la que se suscitaron una serie de incidentes.

El fiscal de Pinamar que está a cargo de la instrucción, Juan Pablo Calderón, apartó a la bonaerense de la investigación ordenando identificar a todo el personal que prestaba servicios al momento del hecho, y secuestró el libro de actas, manifestando que "las investigaciones están a cargo del Ministerio Público para despejar todo tipo de dudas, porque en este tipo de causas no interviene casi personal policial".

La hermana del joven, Teresa Tisera, es sargento de la bonaerense y trabaja en la comisaría 15 de Mar del Plata, ni bien se enteró de los hechos viajó hasta Madariaga para dirigirse inmediatamente a la comisaría. En declaraciones a los medios manifestó que "nosotros sabemos que a mi hermano lo mataron. Dicen que se colgó de una reja con la remera, mi hermano pesaba más de 90 kilos, es imposible eso", agregando que no le cierra la información recibida, "primero hablaban de una contravención, pero después dijeron que lo habían detenido por disturbios en la vía pública y portación de arma blanca", aunque hay dos testigos que contradicen la versión. Por otra parte hay también contradicciones en los horarios ya que en la comisaría dicen que ingresó a las 11,20 de la mañana, mientras el fiscal le informó que había ingresado a las 11. La familia es originaria de Mar del Plata, Daniel Alejandro estaba viviendo en Madariaga con su padre.

La autopsia se realizó en el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora y en el informe preliminar afirma que la muerte fue provocada por ahorcamiento y que no se encontraron rastros de otro tipo de violencia. Según lo publicado por el diario Página 12 en una nota de Horacio Cecchi, referido al texto del informe de la autopsia, señala que "la víctima presenta un surco de comprensión extrínseca de cuello, tenue, supra tiroideo, poco profundo, ascendente, incompleto, compatible con surco de ahorcadura, de características macroscópicas compatibles con vitalidad...(hasta aquí el texto del informe), lo que es incompatible con el suicidio, mientras que, tal como recitan los manuales de medicina forense, un surco horizontal y completo indicaría tracción desde atrás, compatible con el asesinato".

A su vez el abogado de la familia, Julio Hikkilo, afirma que el nudo de la chomba no da por el peso del joven, por lo cual piden nuevos peritajes. Considera que el informe es incompleto exigiendo que sea peritada toda la zona del cuello en profundidad, en especial el hueso hiodes que es donde se suele buscar "para determinar si el suicidio fue con ayuda de terceros"; el surco del cuello donde no hay detalle de profundidad, solo se dice que es ascendente, solicitando una nueva autopsia esta vez en La Plata. Agrega además que la remera con la que supuestamente se ahorcó no es reconocida por la madre, era de mangas largas cuando Sepúlveda fue visto con una de mangas cortas y de otro color. Otro dato que aporta el abogado, es que al joven los policías lo apodaban "el cobarde" porque cada vez que veía un patrullero corría, "estaba muy atemorizado, ya en una ocasión le habían disparado en una pierna hace cosa de un año, estaba comprando en una panadería a las 11 de la mañana, se acercó un patrullero y, así nomás, le tiraron desde ahí". Amigos del joven también avalan que era perseguido por la policía, que si detenían a un grupo en el que él se encontraba, dejaban a los demás en libertad y a Sepúlveda lo retenían.

La jueza de garantías interviniente de Dolores es la doctora Laura Inés Elías, quien también actuara en la causa por el crimen de Emiliano Blanco de 16 años, ocurrido en 1997 y por el cual ordenó la detención de un ex comisario y un jefe de calle ya que consideró que estaba probado que lo habían detenido y golpeado brutalmente hasta ocasionarle la muerte. Por esta causa la jueza recibió amenazas hacia ella y su familia.

En la nueva autopsia solicitada por la familia, la fiscalía y la Comisión Provincial de la Memoria, realizada por personal altamente calificado, su resultado debió ser homologado por la Suprema Corte de Justicia provincial, el cual es categórico: señala múltiples golpes y una fractura de costilla no revelados en el primer peritaje, marcando "múltiples lesiones en el cuero cabelludo desde la frente hasta la nuca, lesiones en el cuello no explicadas en profundidad en la autopsia anterior, una lesión en el tórax realizada con un elemento que podría ser un bastón, con tanta fuerza que fracturó la costilla, lesiones en brazos y espalda.

Teresa, la hermana de la víctima, afirmó en conferencia de prensa que "estamos hablando que lo alojan en un calabozo en una comisaría" y aparece "con el cráneo hundido, una costilla fracturada, es aberrante, un médico que firma un precario parte médico donde dice que Damián no presenta lesiones. Hay muchas contradicciones en este caso y la familia hoy exige que de forma inmediata se cambie la carátula de esta causa".

El abogado, Dr. Hikkilo en dicha conferencia manifiesta que "del informe de la reautopsia surge un elemento que no es menor: dice que el cuerpo no se había conservado, lo estaban dejando pudrir para que la mayor cantidad de rastros posibles se borraran, sin rotular el cierre roto". "Lo que hacemos a partir de este informe es enterrar la hipótesis del suicidio, por eso el pedido de cambio de carátula. Porque aquí no hay que investigar un suicidio, acá no hay que investigar lo que pasó fuera del calabozo; hay que investigar lo que pasó adentro. Y digo eso porque aparentemente el fiscal ahora está inclinándose por investigar a la víctima". Finalmente remarca que este no es un hecho aislado, se encuadra en la profunda crisis de la bonaerense. "Está prohibido que se detenga a alguien por una contravención por esto mismo que pasó. Se están sacando cientos y cientos de policías con chalecos naranjas y cuatro meses de formación porque la gente reclama seguridad. Lo que están haciendo es cambiar figuritas. Por eso la muerte de Alejandro no es un caso policial. Es un problema profundamente político. Casal tiene que venir a explicar a la familia porque lo detuvieron cuando está prohibido, y por qué lo entregaron muerto cuando tendrían que haberlo custodiado. Esto exige una profunda reflexión de la sociedad para exigir una policía más calificada porque con esta no se resuelve el problema de inseguridad".

Estamos acostumbrados que casos como el de este joven trabajador bonaerense se sucedan sin que nada cambie. Torturas, asesinatos que pretenden disfrazar de suicidios, asesinatos alevosos por gatillo fácil, apremios, persecución, son hechos que cotidianamente sufren nuestros ciudadanos y ciudadanas bonaerenses, y en especial sus jóvenes y niños, sin que nada pase ni nada cambien. Ya llevamos décadas de democracia, pero la maldita policía sigue al igual que sigue la brutalidad en las cárceles e institutos. Solo el clamor de las víctimas hace posible que algunos medios reflejen también esta realidad, la de la inseguridad del inseguro, la del que poco o nada tiene para defenderse de este acoso, de esta persecución implacable que proviene de lo más oscuro que aún sigue desarrollándose impunemente o, en el mejor de los casos, con sentencias tardías y en situaciones de privilegio respecto al resto de los sentenciados o de aquellos que aún no tienen sentencia.

Es por todo lo expuesto que solicitamos a las/los señoras/señores diputadas/diputados que acompañen el presente proyecto.