La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su adhesión al Día Internacional de la Mujer, cuya conmemoración se celebra el día 8 de Marzo de cada año, en homenaje a las mujeres que lucharon y luchan por la concreción de los Derechos de las Mujeres y la construcción de de una sociedad más democrática e igualitaria.

Señor presidente:

La decisión de elegir el 8 de Marzo como Día Internacional de la Mujer se relaciona a varios sucesos que ocurrieron en distintas partes del mundo, en distintos años, todos cercanos a esa fecha. Uno de ellos ocurre en Nueva York en marzo de 1857 cuando cientos de obreras textiles realizaron la primera huelga en protesta por sus miserables condiciones laborales. Otro hecho sucede también en esa ciudad en 1908 cuando un grupo de costureras, apoyadas por su sindicato, decidieron ocupar la fábrica textil donde trabajaban, Cotton Textile Factory, para exigir igualdad de salarios y una jornada de trabajo de 10 horas. El reclamo terminó con un incendio en el que murieron quemadas 146 trabajadoras.

En 1910, en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, las delegadas provenientes de 17 países adoptan una Resolución, a propuesta de Clara Zetkin, para que se reserve un día en marzo, todos los años, que se consagraría como Día Internacional de la Mujer. Esta decisión tuvo repercusión en muchos países donde las mujeres en marzo realizaban actos y manifestaciones por sus derechos. Finalmente en 1975 Naciones Unidas establece el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer "para conmemorar la lucha histórica por mejorar la vida de la mujer".

Desde entonces, cada 8 de marzo, las mujeres se manifiestan por la reivindicación de sus derechos sumando a la construcción de sociedades más democráticas, con igualdad, libertad y solidaridad.

Al realizar este homenaje, podríamos repasar una larga lista de mujeres que en la historia Argentina han contribuido con sus acciones, con sus trabajos y con sus luchas a construir una sociedad más igualitaria. Cada uno, por afinidad política, por cuestiones generacionales, o por la identificación con una reivindicación determinada se sentiría mas cerca o mas representado por algunas mujeres. Reivindicamos en este 2014 la lucha de las mujeres sintetizadas en el nombre de Alicia Moreau, que nos marcaron el camino por el reconocimiento de los derechos como parte de la lucha por la igualdad. Alicia lo resumía así "La elevación social de la Mujer proviene de la afirmación de sus derechos basados en la igualdad de los seres humanos"

El avance legislativo en el reconocimiento de los derechos de las mujeres en ls últimos años es notable. Sin embargo persisten desigualdades en todas las dimensiones, económica, social y cultural, y se requiere políticas activas muy fuertes para el logro de la efectiva igualdad entre varones y mujeres.

Los retrocesos se observan en la enorme distancia que existe entre el derecho formal y su ejercicio concreto en la vida diaria de las mujeres. Así por ejemplo, a pesar que vamos por la 2º ley contra la violencia de género, la respuesta desde el Estado nacional, provincial o local, suele ser desarticulada, fragmentada y muchas veces no hay ninguna respuesta ante una mujer o niña que pide ayuda. La realidad es que en los últimos cinco años, una mujer es asesinada cada 35 horas por violencia de género en Argentina (1) .

En nuestro país, el embarazo adolescente continúa aumentando, las muertes por complicaciones de abortos inseguros sigue ocupando el primer lugar como causa de muerte materna y las mujeres no acceden a los anticonceptivos a pesar que hace 12 años fue sancionada la ley 25.673. Las niñas, niños y adolescentes no gozan del derecho a recibir educación sexual integral a 6 años de vigencia de la ley ESI. Las trabajadoras casi no participan en las paritarias ni llegan al 30% de las conducciones sindicales como lo establece la ley de cupo sindical.

Respecto al flagelo de la trata, se precisa la reglamentación de la ley 26.842 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas, para la puesta en marcha de políticas, estrategias, capacitaciones, asignación de presupuesto, entre otras cosas. Ya ha pasado más de 1 año desde su promulgación y la carencia de reglamentación frena la creación del Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas, donde participan las provincias y las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la temática, imprescindibles para diseñar un plan federal contra la trata de personas.

Para concretar una sociedad democrática y justa se precisa una genuina voluntad política de garantizar los derechos económicos, políticos, sociales y culturales de las mujeres. Ello será posible si avanzamos hacia la paridad, si las mujeres participan en igualdad con los varones en los órganos políticos donde se toman las decisiones, garantizando la incorporación de la perspectiva de género en los proyectos y programas con el objetivo de la igualdad y el goce de los derechos humanos por parte de las mujeres.

Además de la paridad en los órganos de decisión, el Congreso adeuda a las mujeres argentinas la incorporación en el sistema estadístico nacional de la perspectiva de género en toda la producción de información oficial; la regulación de la interrupción voluntaria del embarazo que vienen impulsando diferentes organizaciones sociales aunadas en la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

Asimismo, adeuda la revisión de la legislación para generar condiciones de no discriminación en el trabajo, contribuyendo a una mejor conciliación de la vida productiva con la reproductiva, generando una más justa división de roles en el interior de los hogares. Para ello se precisan licencias por maternidad compartidas para la madre y padre trabajador con carácter contributivo, jardines para niñas/niños en las empresas e instituciones privadas y públicas, indistinto para madres/padres; equiparación de beneficios para padres biológicos y adoptivos.

Implementar políticas de conciliación entre la vida familiar y laboral para varones y mujeres y establecer servicios de cuidados constituyen premisas fundamentales para el respeto de los derechos humanos de las mujeres y para que puedan disfrutar una vida más saludable, tanto ellas como su entorno familiar. Esto se enmarca en las obligaciones a las que se comprometió el Estado en los Objetivos del Milenio de bregar por el trabajo decente.

A 30 años de la democracia, en este 8 de marzo, renovamos nuestro compromiso con las mujeres argentinas, de profundizar el trabajo en pos de un orden nuevo, respetuoso de las diferencias de género, pero con igualdad de derechos y oportunidades para todos, sólo así construiremos una sociedad más democrática con igualdad y fraternidad.