La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su más profundo pesar por la muerte del presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, el Comandante Hugo Chávez Frías, ocurrida el 5 de marzo del corriente año y solidarizarse con el dolor del pueblo de la hermana Republica

Señor presidente:

El presidente venezolano Hugo Chávez falleció ayer, después de darle pelea a un cáncer que se le detectó en 2011.

La noche del 6 de diciembre de 1998 Hugo Chávez cumplía un sueño que desde hacía tiempo venía madurando en su interior: a sus 44 años era elegido presidente con la promesa de lograr una Venezuela sin pobres. Esa noche, la mayoría de los venezolanos llevó al poder a un debutante de la política electoral y castigó a los partidos tradicionales Acción Democrática y Copei, en el poder desde 1958. Esa noche, un ex militar recordaba que el Estado arrastraba una deuda histórica con los excluidos y se proponía saldarla y, prometía cumplir los idearios de Simón Bolívar.

Chávez creó el Movimiento Bolivariano Revolucionario, con el que en 1997 decidió presentarse a las elecciones. Sus lemas de entonces fueron: "Por la Asamblea Constituyente, Contra la corrupción, Por la defensa de las prestaciones sociales, Gobierno bolivariano ahora". Chávez llegó a la presidencia con el mayoritario voto de los pobres, las clases medias empobrecidas y los eternos excluidos, promoviéndose como el líder que cambiaría el clásico sistema bipartidista que se alternó en el poder en Venezuela desde 1958.

En su discurso siempre abundaron las citas de Simón Bolívar y otros próceres de la independencia como Ezequiel Zamora, siempre subrayó la necesidad de la integración latinoamericana y siempre se opuso al neoliberalismo en todas sus formas.

El proceso de cambio que encarnó Chávez desde 1998 apuntó a democratizar y redistribuir el ingreso petrolero. En un referéndum, la mayoría de los venezolanos aprobó la nueva constitución en 1999. Era la primera de una serie de consultas populares que el gobierno de Chávez ganaría.

En las relaciones internacionales, Hugo Chávez fue un "líder generoso", como destacaron innumerables veces Fidel Castro, Pepe Mujica, Dilma Roussef o Rafael Correa. Fue un grande latinoamericano, que supo acompañar a Néstor Kirchner y a Lula Da Silva cuando el imperialismo quiso imponer en la región un modelo económico conveniente para pocos, contradictorio con los objetivos inmediatos de la región: rescatar de la pobreza a millones de latinoamericanos, devolverles la dignidad, reindustrializar los países y continuar con los esfuerzos hacia la multilateralidad, en comercio y en política.

La Cumbre de Mar del Plata de 2005 resultó en un hito en la historia reciente por el contundente rechazo de los países de la región al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que proponía el republicano George W. Bush. "ALCA... al carajo" dijo Chávez a una entusiasta multitud, parado junto a su par boliviano Evo Morales con el apoyo de los entonces presidentes Néstor Kirchner y Lula Da Silva. Lo determinante en el acercamiento de todos ellos fue la sintonía sobre el pasado, el énfasis en la integración y la decisión de aproximarse por encima de las diferencias nacionales y personales, que ninguno diluyó en ningún momento.

Chávez fue un latinoamericano generoso, que auxilió a Cuba con barriles de petróleo para paliar la crisis energética y sus cuentas en déficit, y además pudo dotar a Venezuela de profesionales: no solo de médicos y maestros, también de tecnología en medicina, posibilitando el incipiente crecimiento de esa industria, vital en el presente. El "derroche" que le criticaban sus opositores, no fue solo una muestra más del inmenso corazón de la patria venezolana, fue también un ejemplo de pragmatismo y de adaptación a las nuevas relaciones que Latinoamérica comienza a mostrar.

En este sentido, Chávez se lanzó a la política de integración. En el 2004 fundó la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, la cual nucleó a varios países que hasta entonces estaban alejados del ámbito latinoamericano. Más allá de sus objetivos comerciales, es una organización que pone el foco en el hambre y la pobreza de los pueblos, y en la integración como manera de paliarlas. También fue un firme impulsor de UNASUR, CELAC, el Grupo Río, y recientemente de MERCOSUR, organismo al que luego de muchos esfuerzos pudo ingresar, para beneficio de toda la región.

Las misiones sociales impulsadas por el chavismo a partir de 2003, en estrecha alianza con Cuba, mejoraron la salud y la educación de los venezolanos y redujeron notablemente la pobreza. El concepto de socialismo del siglo XXI es una de las fases de la Revolución Bolivariana de mayor aceptación entre los seguidores del proceso de cambio, anunciada en mayo de 2005. Durante ese período, la Asamblea Nacional, aprobó leyes de nacionalización de todos los proyectos petroleros en el país.

El líder bolivariano, que la oposición tilda de antidemocrático, se presentó ante el electorado quince veces y sólo perdió en el referéndum de 2007, sobre la reforma constitucional.

Se fue glorificado en las urnas por su pueblo, revalidado en numerosas ocasiones, repuesto en su lugar por movilizaciones masivas tras el nefasto golpe de 2002. La última elección fue una más (porque ratificó una tendencia) y fue única porque se produjo en medio de su enfermedad: quedó como el pronunciamiento final y tajante de lo que Chávez fue para Venezuela, plebiscitado por sus compatriotas. Los números y la recurrencia hablan solos, poco hay que agregar.

Chávez ya está en el Panteón Latinoamericano, junto a su admirado Simón Bolivar, junto a San Martín, Belgrano y José Martí, con Artigas y con el Mariscal Sucre, con el Che, con Salvador, con Perón y con Evita, y por supuesto, siempre, siempre, con su Compañero Néstor Kirchner.

Hugo Chávez fue otro de esos hombres que, como decía Miguel Ángel Asturias, cerró los ojos y se quedó velando.

Hasta siempre Compañero! Patria o Muerte!