La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional para que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio Internacional y Culto informe con carácter de muy urgente el motivo por el cual se autorizó la realización por parte de un mandatario extranjero, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, de un acto público en nuestro país con el objeto de cuestionar decisiones soberanas de naciones hermanas, y de agraviar al Presidente de los Estados Unidos en su gira por la región.

Dr. Nora Ginzburg Diputada de la Nación .

Señor presidente:

Entre los objetivos estratégicos de la Cancillería Argentina se encuentran, entre otros, los siguientes: priorizar la integración de la Argentina al mundo, mediante consensos orientados al fortalecimiento del derecho internacional y la promoción de los valores asociados a la paz internacional; apoyar el multilateralismo; propugnar la apertura del país al mundo de manera realista, con el objeto de fortalecer el restablecimiento de la credibilidad, confiabilidad y previsibilidad de nuestro país; bregar por la consolidación de una América Latina políticamente estable, próspera y unida, basada en ideales de democracia y justicia social, y alcanzar una relación madura con Estados Unidos y la Unión Europea que permita ampliar los planos de cooperación respectiva en todos los campos.

Tales objetivos que pueden constatarse en la página correspondiente al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, se violan palmariamente al aceptarse la anunciada presencia del Presidente Hugo Chávez Frías en nuestro país, con el solo propósito de realizar un acto de características agresivas contra el Presidente de los Estados Unidos de América en su gira por Brasil, Uruguay, Colombia y México.

Mas allá del concepto que pueda tenerse del primer mandatario estadounidense, esta actitud conlleva un agravio no solo a todo el pueblo norteamericano, sino a las naciones hermanas que resultarán anfitrionas del mismo, constituyendo, además, una intromisión inaceptable en los asuntos internos de estas naciones que tiene el derecho soberano de recibir a quienes les plazca. De ningún lado surge que el Presidente venezolano deba ser fiscalizador de las relaciones internacionales de estos países

De la misma forma y por imperio del artículo 99 de la Constitución Nacional la actitud del Jefe Supremo de la Nación compromete a todo el pueblo argentino en tal insólita e infundada autorización.

Pareciera ser que la circunstancia de que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha comprado bonos de nuestro país, lo que nos convierte en sus deudores, es aprovechado para utilizar a la Argentina como contraprestación como si fuera un patio de juego o mejor aún un salón de fiestas lo cual resulta inadmisible desde el punto de vista de nuestra soberanía.

No otra cosa puede pensarse si se permite el alquiler de un espacio en territorio argentino para la organización de un acto extraño a nuestros intereses y que en nada nos beneficia tanto en el contexto nacional como internacional con consecuencias imprevisibles y cuya magnitud se ignora si ha sido evaluada.

El tirano Chávez, con antecedentes golpistas, que ha sojuzgado a su propio pueblo y violado todos sus derechos humanos con procederes nazi-soviéticos, puede denostar a algunos Presidentes, o alabar a otros según sus caprichos donde quiera, pero no puede permitírsele que lo haga en nuestra patria, involucrándonos en sus delirios.

Sería importante saber que beneficio concreto tiene para la integración de la Argentina en el mundo, para la paz internacional, para el multilateralismo, para el restablecimiento de la credibilidad, confiabilidad y previsiblidad de nuestro país, para la consolidación de una América Latina basada en democracia y justicia social, y finalmente para alcanzar una relación madura con los Estados Unidos la visita de este señor que se cree con derecho a considerarnos el patio trasero de su república bolivariana y a armar un espectáculo circense que nos desprestigia ante el contexto de las naciones.

Por lo expuesto solicito a mis pares el apoyo al presente Proyecto de Resolución.

Nora Ginzburg Diputada de la Nación