La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su extrema preocupación por la violencia que ha resurgido en el futbol argentino nuevamente en distintos estadios de futbol , (Tigre, Santa fe, etc.) siendo todos de público conocimiento.; y solicitar se tomen las medidas pertinentes.

Señor presidente:

Frente a la dimensión del tiroteo entre hinchas de Tigre, suenan huecas las exhortaciones de los dirigentes para que cese la violencia y se esclarezca el hecho

La violencia ha vuelto a ser letal. Así lo demuestra la muerte de uno de los barrabravas de Tigre que participó el domingo último en el enfrentamiento a tiros que mantuvieron dos facciones de la hinchada de esa entidad. Según las primeras investigaciones, los grupos antagónicos intercambiaron cerca de cien disparos. El saldo fue de trece heridos de bala, uno de los cuales, Adrián Velázquez, falleció anteayer, en tanto que otro se encuentra en grave estado.

Lo del domingo fue la ratificación de que es cada vez más habitual que la violencia en el fútbol se manifieste por batallas entre hinchas de un mismo club, lo cual demuestra que los violentos pelean y se matan, y matan a inocentes, no por un supuesto amor a la camiseta, sino por negocios y posicionamientos políticos.

Tampoco sorprende que la violencia interna en los clubes crezca y se fortalezca cuando se logra la participación en torneos internacionales, como ahora Tigre, que está jugando la Copa Libertadores, porque entonces se multiplican negocios que manejan los barras, como la venta de entradas, de camisetas y otro tipo de suvenires, además de la comercialización de paquetes turísticos cuando el equipo va a jugar al exterior. Los barrabravas se constituyen en verdaderas agencias ilegales a las cuales se les puede adquirir pasajes, entradas y estadía.

¿Alguien puede pensar que semejante estado de cosas florece a espaldas de los dirigentes deportivos y de los funcionarios políticos, judiciales y policiales? Uno de los capos de las facciones que se enfrentaron es Daniel Paz, alias "el Negro Fiorucci", locatario y administrador de un negocio, La Barra del Matador, que está prácticamente dentro del club. Paz se jacta de ser el jefe de seguridad de Tigre y tiene vía libre para presenciar entrenamientos y tomar contacto con los jugadores. Fiorucci y su segundo en la conducción de la facción Los del Rincón, Abel Lavigna, estaban siendo buscados por la policía, en tanto que Marcelo Paulette, jefe del grupo conocido como La 13, está detenido.

La protección y la disponibilidad de fondos de que gozan los mafiosos que anidan en Tigre quedaron demostradas en el campeonato mundial de 2010, en Sudáfrica, adonde viajaron alrededor de 15 de ellos, integrando el grupo kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas. Ellos permanecieron hasta el final no obstante la pronta eliminación de la Argentina, se mudaron de la escuela en donde se había alojado a los hinchas a un hotel y terminaron ingresando en los estadios con credenciales de la FIFA, luego de haber revendido sus entrada Paz, o Fiorucci, tuvo en su momento vinculaciones con el radicalismo Pro de zona norte, también con el ex intendente de San Fernando -donde está enclavado el club Tigre Jorge

Amieiro, del Frente para la Victoria, y hoy las tiene con el actual intendente de ese partido,

Luis Andreotti, integrante del grupo de jefes comunales que responden a Sergio Massa, intendente de Tigre y fuertemente involucrado en la vida del club Tigre. El presidente de Tigre es Rodrigo Juan Molinos, concejal del municipio y vicepresidente segundo del bloque Frente Todos por Tigre, liderado por Massa.

En línea con el deseo del fiscal de San Fernando, Alejandro Musso, que investiga el caso, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) ordenó que Tigre deberá jugar a puertas cerradas su próximo partido, ante All Boys. Más de lo mismo, de parte de ese organismo dependiente del gobierno de la provincia de Buenos Aires que no siempre puede hacer honor a su pomposo nombre. Tampoco sorprende el silencio de la Asociación del Fútbol Argentino, ahora completamente superada por la magnitud de los hechos.

El lunes pasado, la nación informó generosamente sobre las vinculaciones que políticos y sindicalistas influyentes en la vida de los clubes mantienen con las mafias del fútbol. Tigre es simplemente uno más en ese paquete en el que están desde los clubes más importantes hasta los más pequeños y dirigentes de gran parte del arco político.

Frente a la dimensión de episodios como los del domingo, suenan huecas, de compromiso, las exhortaciones de los dirigentes para que cese la violencia y los hechos se esclarezcan. Se espera de ellos mucho más que eso: un primer e imprescindible paso, desatar los nudos, los negociados y los miedos que los unen a los mafiosos disfrazados de hinchas..

2/3/2013 Diario La Nación

Por todo lo expuesto es que vengo a solicitar de mis pares la aprobación del presente proyecto.