PROYECTO DE TP
Expediente 0294-D-2009
Sumario: CREACION DEL PROGRAMA NACIONAL DE RECUPERACION DE SUELOS CULTIVABLES A TRAVES DE COMPENSACIONES EN MATERIA DE NUTRIENTES Y FERTILIZANTES.
Fecha: 03/03/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 2
El Senado y Cámara de Diputados...
PROGRAMA
NACIONAL DE RECUPERACION DE SUELOS CULTIVABLES A TRAVES
DE COMPENSACIONES EN MATERIA DE NUTRIENTES Y
FERTILIZANTES
Articulo 1º: Crease el
Programa Nacional de Recuperación de Suelos Cultivables a través
Compensaciones en materia de Nutrientes Fertilizantes en el ámbito de la
República Argentina, a los fines de promover y facilitar la recuperación del
grado de fertilidad media de dichos suelos que se hubiesen visto afectados por
el aumento de la productividad agrícola y la agricultura intensiva.
Artículo 2º: Será sujeto activo
del Programa constituido en al artículo anterior el propietario o arrendatario
rural titular de la unidad de explotación agraria respectiva.
OBJETO Y METODOLOGIA DE APLICACIÓN:
Artículo 3º: El Programa creado
en el artículo 1º consistirá en el reintegro del valor final que representen los
gastos emergentes sufragados por cada sujeto activo comprendido aplicado a
los cultivos de maíz, trigo, sorgo granìfero, soja y girasol en suelos tratados con
urea para nitrógeno, fosfato diamònico para fòsforo y nitrógeno y sulfato de
amonio para azufre y nitrógeno, estableciendo el porcentaje del reintegro a
percibir acorde a la enumeración que a continuación se detalla:
1. PARA LA PRODUCCIÓN DE
TRIGO: Se reintegrará el total de valor de los fertilizantes utilizados, sin
distinción de las cantidades de hectáreas sembradas por cada productor.
2. PARA LA PRODUCCIÓN DE
MAÍZ: Se reintegrará el total de valor de los fertilizantes utilizados, sin
distinción de las cantidades de hectáreas sembradas por cada productor.
3. PARA LA PRODUCCIÓN DE
SORGO GRANIFERO: Se reintegrará el total de valor de los fertilizantes
utilizados, sin distinción de las cantidades de hectáreas sembradas por cada
productor.
4. PARA LA PRODUCCIÓN DE
SOJA: Se reintegrará el 20% del valor de los fertilizantes utilizados, sin
distinción de las cantidades de hectáreas sembradas por cada productor.
5. PARA LA PRODUCCIÓN DE
GIRASOL: Se reintegrará el 50% del valor de los fertilizantes utilizados, sin
distinción de las cantidades de hectáreas sembradas por cada productor.
Artículo 4º: Los recursos que
el Poder Ejecutivo Nacional afectará para la liquidación de los reintegros
señalados, devendrán de los derechos de exportación oportunamente fijados
en consecuencia a lo dispuesto por el artículo 755 del Código Aduanero, en
favor del productor que incorpore a los suelos integrantes de su unidad
productiva la cantidad de fertilizantes y/o nutrientes requerida en función del
objetivo fijado en el artículo 1º.
Artículo 5º: En el marco de
dicho Programa, los productores agropecuarios comprendidos en la
categorización indicada en el artículo 2º, serán acreedores del reintegro
establecido en la presente, una vez efectuada la retención correspondiente a
las escalas de los derechos de exportación vigente a la fecha de su
comercialización para los productos enumerados. La metodología a emplear se
practicará sobre cada Tonelada comercializada,
Artículo 6º: El Programa
creado en el artículo 1º tendrá una duración de doce (12) meses, contados
desde la fecha de la reglamentación de la misma por el PEN y podrá ser
prorrogada a instancia de éste, respetando el esquema expuesto en el artículo
segundo.
Articulo 7º: El Poder Ejecutivo
Nacional, por intermedio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación, con intervención de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) en la materia que le compete, establecerá, dentro de los treinta
días de promulgada la ley, los instrumentos administrativos necesarios para la
puesta en marcha inmediata del presente programa y la fijación de los
controles y procedimientos tributarios correspondientes.
Articulo 8º: Comuníquese al
Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La presente iniciativa la entendemos
como un aporte indispensable para el diseño de políticas públicas a desarrollar
desde el estado con el objeto de abordar desde diferentes perspectivas la
situación de paulatina pérdida de nutrientes de nuestras fértiles tierra, que sin
darnos cuenta, y bajo la apariencia de granos, estamos exportando en miles de
toneladas sin prestar atención a la enorme depredación que le estamos
causando a los verdaderos dueños de esas tierras, que son todos los
argentinos que nos sucederán. Debemos considerar además que esta situación
afecta fundamentalmente a miles de pequeños y medianos productores de todo
el país que frente a una difícil coyuntura económica mundial, ven afectado el
equilibrio económico financiero de su actividad productiva, aparejando el riesgo
concreto de implicar una debacle que en forma progresiva englobará a todos
los aspectos de las economías regionales.
Frente a este escenario se pretende
desde este disparador establecer un régimen de compensaciones de
naturaleza práctica y directa en lo atinente a los fertilizantes que se utilizan y
que en vista de la necesidad imperiosa en cuanto a su adquisición, resulta
impostergable, ello motiva utilizar de manera práctica y eficiente los recursos
que percibe el Estado Nacional para instituir este Régimen propuesto, por el
cual los recursos afectados no vendrían de partidas ya asignadas a otros fines,
sino de parte de los derechos de exportación que se retienen a cada productor.
Con esto buscamos equilibrar la ecuación resultante del esfuerzo y el trabajo
del sector agrícola y por consecuencia la preservación de los suelos
cultivables.
Asimismo y por otra parte se
pretende proteger el suelo, patrimonio de todos los argentinos, de una situación
que derivará sin duda en la disminución de los rindes sin la utilización
adecuada de fertilizantes en la tierra poniendo en riesgo potencial su riqueza
futura, que constituye pilar esencial del progreso de nuestro pueblo.
No debemos obviar el rol central
que desempeña el sector público en la elaboración de políticas coherentes que
garanticen un modelo de crecimiento en materia agrícola que resulte
sustentable en el tiempo. Solo recordar ejemplos de prácticas como las de la
famosa compañía "La Forestal" que nuestro país padeció en el pasado, que
tornaron a la explotación en rapiña de las riquezas de los suelos convirtiendo a
vastas zonas otroras ricas, en desiertos. En consecuencia intentamos impulsar
una suerte de contrato intergeneracional que nos permita no agotar las
riquezas que la providencia nos ha donado, solo por un mero afán de lucro
circunscrito a una coyuntura temporal.
Año tras año los cultivos de granos
en nuestro país se llevan consigo una gran cantidad de nutrientes de los suelos
argentinos. Este hecho se ha intensificado considerablemente en los últimos
años por el extraordinario aumento de la producción de granos, la cual solo en
la última década se ha duplicado. Así a la agricultura Argentina le llevó mas de
cien años, desde fines del siglo XIX (donde se instala en nuestro país la
agricultura extensiva comercial de granos con los primeros inmigrantes) para
alcanzar una producción de 45 millones de toneladas como promedio de las
campañas 94/95 y 95/96, y solamente 11 años mas para llegar a duplicar esa
producción, hecho que se logró en las últimas dos campañas 06/07 y 07/08
donde se produjeron 94,8 millones de tn/año de promedio. (110,7% más). Esta
extraordinaria transformación se obtuvo con un aumento de solo el 35% de
nuevas tierras dedicadas al cultivo (campaña 1995/96: 23,1 millones de
hectáreas; 2007/08:31,1millones de hectáreas) ( 1 SAGPyA); todo el resto se
logró por los avances tecnológicos en genética, maquinaria agrícola, pesticidas,
fertilizantes y manejo de los cultivos.
Por otro lado, ese significativo
aumento de producción logrado en la agricultura argentina, no fue gratis en
términos de su costo en el deterioro general del ecosistema y el medio
ambiente. El proceso de agriculturización e intensificación de la actividad trajo
aparejados múltiples problemas de deterioro de los recursos naturales
(desmontes irracionales, contaminación, erosión, disminución de la
biodiversidad, monocultivo de soja, etc.), así como otros de carácter socio-
económico de organización de la producción, que significan una creciente
amenaza a la sustentabilidad futura (socio-económico-ambiental) de dicha
producción.
El deterioro creciente de la fertilidad
de nuestros suelos agrícolas es uno de los hechos más preocupantes dentro
de la problemática general que ha traído la intensificación de la agricultura en
nuestro país, señalada más arriba, y que atenta directamente en contra del
ansiado anhelo de llegar a producir 150.000.000 de tn, que solo podrán
conseguirse si mantenemos nuestras tierras con la mejor calidad productiva
posible y que hace a la esencia de éste proyecto.
Hasta hace 25 a 30 años atrás,
dentro de los países mayores productores de grano, la Argentina se
caracterizaba por utilizar cantidades mínimas de fertilizantes, siendo la de
menor empleo de ese insumo por unidad de superficie en el mundo. Ello era
posible porque todavía una gran proporción de las tierras usadas en agricultura
rotaban con pasturas donde se realizaban actividades ganaderas. Los períodos
ganaderos permitían la renovación de los nutrientes en los suelos antes de
volver nuevamente al ciclo agrícola. Sin embargo, aún en esa época, el
balance de nutrientes en los suelos era negativo; así, hay trabajos que
muestran que desde fines del siglo XIX hasta mediados de los años 70, las
tierras agrícolas de la región pampeana habían perdido más de la mitad de la
materia orgánica (principal fuente de N, nutriente estratégico para la
producción) cayendo a valores de 2 a 2,5% cuando los suelos originales tenían
4,5 y hasta 6%.
Lo anterior muestra que lo que se
llevaban los cultivos era mayor que lo que luego podían incorporar los períodos
con pasturas, sin embargo, como los rendimientos de los cultivos eran mucho
menores a los actuales, el proceso de deterioro era mucho mas lento y menos
perceptible que el de los últimos años.
A pesar de que en Argentina desde
la década del setenta se intensificaron las investigaciones (públicas y privadas)
sobre la respuesta a distintos fertilizantes de los principales cultivos de grano y
que existía un gran acopio de conocimientos agronómicos en esta materia,
recién en la década de los noventa los productores comienzan a utilizar este
insumo en forma mas o menos significativa.
Hasta comienzos de la década de
los 80 el consumo de algo más de 100.000tn/año (2 Gudelj; Galarza et al.)
sumando todos los fertilizantes, era realmente insignificante en relación a una
superficie cultivada cercana a los 20
millones de ha. Durante el período
1980-90 el consumo de fertilizantes comenzó a crecer tímidamente. Fue en esa
década cuando aparece una primera intervención del Estado, que en 1984
implementa una política para favorecer el consumo a través de un "plan canje"
de fertilizante nitrogenado (urea) por trigo (3 Del Bello), con participación de la
Junta Nacional de Granos; esta iniciativa se mantiene sólo hasta el año 1988.
Al finalizar la década de los 80 la suma de los fertilizantes que utilizaba la
agricultura argentina había llegado a un nivel de 300.000 tn/año-
Cuando se inicia con intensidad el
nuevo proceso de agriculturización, se generalizan los planteos de agricultura
continua, al mismo tiempo, el cambio tecnológico posibilita importantes
aumentos en los rendimientos y comienza a comprobarse rápidamente que los
nutrientes disponibles en nuestro suelo no eran suficientes para lograr dichos
niveles de producción de granos, por lo que se hacía imprescindible el uso de
fertilizantes químicos, especialmente en los cereales trigo y maíz.
Como consecuencia de lo anterior
en la década de los noventa el consumo de fertilizantes crece en forma muy
sostenida y llega en la campaña 2000/01 que inicia el nuevo milenio a un nivel
de 1,8 millones de toneladas. Finalmente, en las últimas campañas (excepto en
la actual 2008/09) el uso de fertilizantes se estima que alcanzó entre 2,6 y 2,8
millones de tn.
Nuestros productores han adoptado
los fertilizantes a pesar de que las relaciones de precio insumo-producto han
sido muy desfavorables comparadas a las internacionales. En la década de los
noventa, por el bajo valor de los productos (consecuencia de un dólar
devaluado y bajo nivel de precios internacionales de los granos) y luego de la
devaluación de 2002 por el encarecimiento de los insumos (fertilizantes).
Los productores agrícolas de
nuestro país, si bien han incorporado el uso de fertilizantes, lo hacen en dosis
muy inferiores a las recomendadas debido al alto costo relativo de este
insumo.
A modo de ejemplo podemos
señalar que una dosis modal utilizada por productores cordobeses de la zona
agrícola núcleo pampeana, constituía, al momento de la última siembra
(campaña 08/09), en Trigo el 50% y en Maíz el 49,3% del costo operativo total
hasta cosecha de esos cultivos respectivamente. (ver cuadro. 1)
Cuadro 1. Proporción del
gasto en fertilizantes en relación a los
Costos Operativos totales
hasta cosecha de Trigo y Maíz
(Valores calculados en
momentos previos a la siembra 2008/09)*
*Fuente: Área de Economía
Est. E Inf. INTA EEA Marcos Juárez
Dada la importancia estratégica que
tienen los recursos naturales (suelos laborables) para nuestro país, y que sin
duda es un recurso extinguible por el uso intensivo que del mismo estamos
haciendo, creemos que sería muy importante que el Estado comenzara a
diseñar y poner en práctica políticas destinadas a promover el uso de
fertilizantes, tendiendo a una meta de reposición de los nutrientes que se llevan
los cultivos en cada campaña, para frenar o disminuir significativamente el
deterioro de nuestros suelos agrícolas y asegurar la sustentabilidad de la
agricultura para las próximas generaciones.
Sabemos que el productor utiliza
fertilizantes tratando de maximizar la relación costo-beneficio privada y de corto
plazo. La única forma de lograr la utilización de dosis de reposición es a través
de la intervención del Estado mediante políticas específicas que tengan en
cuenta las relaciones de costo-beneficio social a largo plazo, del uso de
nutrientes.
Una primera iniciativa que podría
tener un efecto muy significativo, sería implementar una ley dirigida a los
principales granos que se producen en el país como por ejemplo los cereales:
trigo, maíz y sorgo granífero y los oleaginosos: soja y girasol. Estos cinco
productos constituyen el 96,4% de la producción total de granos del país y el
93,4% del total de superficie sembrada. (Ver cuadro 2)
Los elementos mas importantes que
consumen los cultivos son por un lado los macronutrientes: Nitrógeno (N),
Fósforo (P) y Potasio (K), y además una serie muy grande de microelementos
como Calcio (Ca), Azufre (S), Boro (Bo), Magnesio (Mg), Manganeso (Mn), etc.
De los macronutrientes, los más
utilizados por la agricultura argentina son el Nitrógeno y el Fósforo, ya que los
suelos de nuestro País en general se encuentran muy bien dotados de Potasio.
También se utilizan en menor medida Azufre y Calcio, este último
especialmente para disminuir el grado de acidez de los suelos que ha venido
creciendo como consecuencia del proceso de agriculturización.
Tabla. Área Sembrada
y Producción de granos de Argentina
Campaña 2007/08 (*)
Fuente: SAGPyA
(*) Se excluyeron Algodón,
Maní y Porotos.
La presente ley, para ser de
aplicación generalizada en todo el País y facilitar y simplificar su aplicación,
además de tomar inicialmente los cinco principales granos mencionados,
debería incluir en una primera etapa solamente a los principales nutrientes
utilizados en la actualidad, dejando abierta la posibilidad de ir incorporando
zonas, nutrientes y cultivos específicos.
En la actualidad el indicador de
menor variabilidad en el cálculo del consumo de nutrientes es la cantidad de
nutrientes que extrae cada tonelada de cada cultivo, desde que nace hasta la
cosecha.
Existen tablas de extracción de
nutrientes de cada cultivo que se han ido ajustando a través del tiempo para las
condiciones de nuestro país.
En el cuadro 3 se ha calculado la
extracción sólo de los tres nutrientes principales (señalados mas arriba) que
hizo la agricultura argentina de granos en la campaña 2007/08 multiplicando la
extracción sólo en grano que hace cada cultivo por tonelada cosechada (no la
total, considerando que el resto de la absorción, que hace la materia seca del
cultivo, queda en forma de paja, chala, marlos, tallos, hojas, etc. que
permanecen en el lote).
Cuadro 3. Estimación de la
extracción de los nutrientes N, P y S que hace la
Agricultura Argentina de
granos
(En base a la producción
de la campaña 2007/08)
Fuente: Elaboración del Lic.
Miguel A. PERETTI, (Estimaciones propias) en base a I. Ciampitti y F.
Garcia y estadísticas campaña 2007/08 de la SAGPyA
Respecto al Cuadro 3, podemos
observar que la extracción total que hace la agricultura de granos en el País,
sólo de los tres nutrientes estratégicos seleccionados, es de 4.160.151 tn. de
elementos puros, lo que se traduce en cantidades mucho mayores de
fertilizantes en la forma en que vienen formulados. (Por ejemplo Urea, que
contiene 46% de N.).
Otro aspecto fundamental a tener
en cuenta al estimar la extracción total, es el caso de la Soja, que es el único
cultivo del grupo de los cinco principales, que tiene la capacidad de reponer
una parte importante del Nitrógeno que consume, a través del proceso de
nodulación con rizobium, (microorganismo que fija N. del aire al suelo). La
fijación de Nitrógeno que hace la soja es variable, pero puede llegar a
abastecer hasta 2/3 de lo que consume el cultivo.
Cabe dentro de éste proyecto la
consideración de que se pretende evitar la sojización dado que se le está
dando una ventaja cualitativa y cuantitativa a los cereales al disminuir
sensiblemente su costo de producción, que los tornan sumamente competitivos
respecto de las oleaginosas, consiguiendo de esta manera morigerar el avance
avasallador de la soja.
Teniendo en cuenta las
consideraciones anteriores y los totales calculados en el Cuadro 3, en el
Cuadro 4 se hace una estimación preliminar del valor total que significaría la
extracción a los precios actuales del mercado de tres fertilizantes de uso
masivo en la actualidad. (Urea para Nitrógeno; Fosfato diamónico para Fósforo
y Nitrógeno y Sulfato de amonio para Azufre y Nitrógeno.
Por todo lo expuesto solicitamos a
nuestros pares nos acompañen en la aprobación del presente Proyecto de Ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ARDID, MARIO ROLANDO | CORDOBA | PARTIDO NUEVO CONTRA CORRUP. POR HONEST. Y TRANSP. |
DELICH, FRANCISCO JOSE | CORDOBA | PARTIDO NUEVO CONTRA CORRUP. POR HONEST. Y TRANSP. |
DIEZ, MARIA INES | SALTA | RENOVADOR DE SALTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |