PROYECTO DE TP
Expediente 0284-D-2010
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LA IMPLEMENTACION DE CAMPAÑAS DE EDUCACION CONTINUAS SOBRE LA DONACION VOLUNTARIA DE SANGRE.
Fecha: 04/03/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 6
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería
con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los
organismos que corresponda, implemente campañas de
educación continuas acerca del beneficio para toda la
sociedad que implica la donación voluntaria de
sangre.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
I. ¿Falta sangre? (1)
"La sangre tira". Este podría haber sido el
último pensamiento que tuvo el actor Facundo Arana el domingo 10 de enero, segundos antes de
arrojarse desde un helicóptero a las aguas de Mar del Plata con el fin de llamar la atención sobre
un tema vital para miles de argentinos: la donación voluntaria de sangre. El evento solidario -
que continuó con una exhibición de surf, a cargo de Arana y los hermanos Weinbaum, famosos
por su programa MDQ- echó luz, de un modo original y convocante, sobre un tema grave y del
que se sabe poco: hoy, menos del cinco por ciento de la población ofrece su sangre de forma
espontánea. Y eso hace que, todos los años, cientos de miles de personas que deban apelar a las
donaciones de familiares para poder salvar sus vidas.
"La gente vive gracias a la sangre -sintetiza el doctor Fabián Romano, coordinador del
Subcomité para la Promoción de la Donación de Sangre de la Asociación Argentina de
Hemoterapia e Inmunología-. Cuesta mucho concientizar a la gente de que la sangre no se
fabrica, no se vende y no se compra, sino que se consigue porque se dona. Bastaría con que el 5
por ciento de la población cediera su sangre dos veces al año para que no tengamos problemas
de stock. Pero hoy no llegamos ni a eso".
Cualquier persona que tenga entre 18 y 65 años, esté sana y pese más de 50 kilos puede donar
sangre una vez cada ocho semanas (también pueden los jóvenes de 16 años con autorización
paterna, y los mayores de 65 con aval del médico). Pero en este momento la gente no dona ni
siquiera una vez al año año. Por este motivo, el 90 por ciento de la sangre que se consigue en la
Argentina llega por el llamado sistema de reposición. Esto significa que, si un paciente se va a
transfundir, debe asegurar con la cooperación de familiares y amigos que se reponga las
unidades (cada unidad equivale a 480 cm3 de fluido) que está consumiendo. "Buscamos que los
donantes sean voluntarios, para sacarle la carga al familiar del paciente: bastante tienen ya con
la enfermedad y la situación hospitalaria como para estar encima buscando sangre -explica
Margarita Chudoba, coordinadora del Programa Sangre de Fundaleu-. Pero la gente se aferra a
los mitos para no donar. En general, la mayor parte de la población necesita tener un familiar
internado para entender la importancia de donar sangre".
II. ¿Cuánto, cómo, dónde?
Nueve de cada diez personas necesitarán, en algún
momento de su vida, sangre para sí o para algún allegado. A su vez, todos los años la Argentina
necesita un millón y medio de unidades donadas (es decir, 750 mil litros de sangre) para que
parte de su población siga con vida. Cada donación se hace por un mínimo de 480 cm3: una
medida que, aclara el doctor Romano, no empeora el estado de salud del donante. Ni tampoco lo
mejora. "El punto es que donar sangre no hace nada en el organismo del donante. Ni bueno, ni
malo. Pero sí opera favorablemente en el organismo de quien la recibe. Por eso, siempre
pedimos a la gente que, si quiere dar una mano, nos extienda su brazo".
La donación de sangre es -según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud-
voluntaria, espontánea, altruista y no remunerada. Una vez que una persona decide ser donante,
puede recurrir a infinidad de lugares. Los centros de salud (públicos o privados) tienen su propio
banco (donde se procesa, recolecta, almacena y trasfunde sangre) y también hay homocentros
donde se puede hacer un aporte. "El día que la gente empiece a tomar conciencia, las cosas van
a cambiar. Por eso es importante la promoción en colegios secundarios y jardín de infantes -
explica el doctor Romano-. Nuestra esperanza es que las generaciones futuras no necesiten ver
a una figura pública y solidaria saltando de un avión para tomar conciencia".
III. ¿Cuál es el sistema actual de
donación de sangre en la Argentina?
Consiste en la donación ante la solicitud de un
familiar, amigo o conocido que necesita ser transfundido o sometido a una intervención
quirúgica.
Sería conveniente reemplazar este sistema de
donación de sangre mediante reposición, vigente en nuestro país, por el de donación voluntaria,
ya que la donación mediante reposición presenta las siguientes desventajas:
Es menos segura. Cuando la donación
se realiza para un paciente específico, el donante siente la obligación de llevar a cabo el acto, ya
sea por presiones familiares, laborales, sociales, etc., por lo que directa o indirectamente puede
no ser sincero con las pautas establecidas en el cuestionario, lo que implica un riesgo para el
receptor o para el donante mismo.
No contempla la necesidad de todos los
pacientes (situaciones de emergencia, pacientes provenientes de áreas geográficas lejanas, etc.).
Es una tácita aceptación de la
incapacidad del sistema de proveer los medios necesarios para la atención de los pacientes, lo
cual genera una situación extorsiva que es interpretada por los pacientes y familiares como una
presión de la que depende la asistencia y tratamiento médico. Esto agrega una cuota extra de
ansiedad y angustia en los pacientes y su entorno familiar.
IV. ¿Por qué se ha establecido el Día
Mundial del Donante de Sangre?
El 14 de junio se conmemora el Día Mundial del
Donante de Sangre, una jornada para crear conciencia sobre la necesidad de contar con sangre
segura, pero también para celebrar a aquellos donantes voluntarios gracias a los cuales muchas
personas pueden sobrevivir y vivir mejor.
Sin embargo, la recolección de sangre es desigual
de país a país. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el
mundo se obtienen más de 81 millones de unidades de sangre por año, pero sólo 27 millones de
ellas se colectan en países de ingresos medianos y bajos, en los que vive el 82 por ciento de la
población mundial.
Además, y también a nivel global, sólo 39 países
han alcanzado un nivel de donaciones voluntarias de sangre que cubre el 100 por ciento de sus
requerimientos.
Según información de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), en las Américas, cuentan con bancos de sangre provistos
exclusivamente con donantes voluntarios Aruba, Bermuda, Canadá, Cuba, Curazao, Estados
Unidos, Islas Caimanes y Surinam.
Otro de los problemas es que, en los países de
ingresos bajos y medios, más del 43% de las donaciones efectuadas por nuevos donantes
proviene todavía de donantes pagos o de familiares de pacientes que lo hacen como reposición.
De acuerdo con OPS/OMS, en la región de las
Américas, sólo el 36% de los donantes son voluntarios, todavía existe un porcentaje de dadores
pagos, y la gran mayoría de los donantes de sangre son para reposición
Pese a todos los esfuerzos, la disponibilidad de
sangre todavía es baja en los países de Latinoamérica y el Caribe. Más aún cuando se considera
que la OMS y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja
han establecido que para que un país pueda satisfacer sus necesidades de sangre el número de
unidades de sangre que se colecta debe corresponder al 3-5% de su población. En la región, la
recolección corresponde al 1,39% de la población
En el mundo, los donantes de sangre regulares,
voluntarios y no remunerados -que donan al menos dos veces al año- aportan en ese período 37,
6 millones de unidades de sangre. El 89 por ciento de ese total se obtiene en países de ingresos
altos.
En este contexto, el Día Mundial del Donante de
Sangre es una posibilidad para volver a decir por qué es esencial que la donación sea altruista y
que haya donantes regulares para garantizar el suministro de sangre segura a todos los pacientes
que necesitan transfusiones. En síntesis, este día es un vehículo para promover:
La motivación para que los donantes
sanos que hayan donado para sus familiares se conviertan en donantes regulares voluntarios no
remunerados.
El aumento del número de donantes a
través de campañas de concientización y motivación.
Estilos de vida saludables entre los
donantes de sangre, para proteger su vida y la de los pacientes que reciben su sangre.
Subrayar la necesidad de contar con
sangre segura.
Muchos pueden diseminar este mensaje. Porque
los que han experimentado el placer de "regalar vida", conocen el sentimiento de satisfacción
que produce el acto de donar. Y los donantes voluntarios son una garantía de sangre segura.
V. ¿Cuál es la importancia de la
donación voluntaria de sangre?
A través de la información y la toma de conciencia
de la necesidad de un cambio en el sistema de la donación de sangre, el donante concurre
espontánea y voluntariamente a la institución en donde se siente cómodo y realiza su donación
de sangre y/o plaquetas en forma habitual para cubrir las necesidades de su comunidad
1. La mejor promoción: el
protagonista
A medida que el donante voluntario va
fortaleciendo su vínculo con la donación, no sólo realiza un aporte mediante la donación misma,
sino que además, al difundir su experiencia fomenta el acto de la donación en el medio en el que
se interrelaciona y educa así a sus semejantes.
2. ¿Por qué hay que fomentar la donación
voluntaria de sangre?
Porque en la mayoría de los bancos la sangre no es
suficiente para afrontar las necesidades.
Porque si esperamos a realizar una donación en el
momento en el que surge una emergencia, ya estamos llegando tarde (desde que se dona hasta
que se puede utilizar una unidad de sangre pasa un tiempo no menor a 24 horas).
Porque con una donación de sangre se salvan
muchas vidas. Con una unidad de sangre entera donada se pueden obtener: concentrados de
glóbulos rojos, plaquetas, crioprecipitados y plasma.
Porque la sangre es irremplazable (no hay en el
mercado un producto fabricado artificialmente de características similares).
Porque está comprobado que la sangre del donante
habitual o de repetición es más segura que la del que concurre por primera vez.
Porque el donante voluntario de sangre constituye
el eslabón fundamental en la cadena de acontecimientos que dan como resultado la transfusión
de sangre más segura.
VI. Consideraciones finales
Cada año, en nuestro país, se necesitan 750.000
litros de sangre, es decir, un millón y medio de unidades (430 cm3) para cubrir las transfusiones
que se hacen en el nivel nacional, pero la verdad es que menos del 5 por ciento de la población
argentina dona sangre.
Cuesta que la gente entienda -dicen los expertos-
que, como la sangre no se fabrica ni se vende ni se compra, la única forma de obtenerla es a
través de las donaciones voluntarias. Bastaría con que sólo ese 5 por ciento de nuestra población
cediera su sangre dos veces al año para que no hubiera problemas de stock. Pero, como ya se
dijo, esto no ocurre.
Las estadísticas son taxativas: nueve de cada diez
argentinos necesitarán en alguna oportunidad sangre, para sí o para algún familiar, y justamente
deberá hacer los trámites en uno de los momentos más terribles, es decir, cuando la vida de un
ser querido está en riesgo.
Es importante, por ello, que se difunda el
conocimiento de que una donación de sangre no daña la salud del donante y, por el contrario,
favorece el organismo del que la recibe. Según recomendaciones de la Organización Mundial de
la Salud (OMS), la donación de sangre debe ser voluntaria, espontánea, altruista y no
remunerada. Una vez tomada la decisión personal, el resto es mucho más simple, pues hay
muchísimos lugares adonde concurrir, centros de salud públicos o privados, u homocentros
donde incluso se puede hacer un aporte (2) .
Pero de nada valdrá que, espasmódicamente, la
opinión pública argentina se vea sorprendida una y otra vez por un hecho impactante que le
llame la atención sobre su responsabilidad en la donación de sangre o de órganos. Debe existir
una política de Estado que, reiteradamente, ponga en la calle campañas de educación pública
para que todos tomemos conciencia de nuestro deber, y esto debe hacerse en todas partes,
comenzando por los colegios, desde los jardines de infancia. Porque es en la solidaridad y en la
información de las generaciones futuras en las que más confían los expertos.
Consideramos que el Estado Nacional, a través de
los organismos competentes, debe ponerse al frente de una masiva campaña nacional para
concienciar a la población respecto a la importancia de la donación voluntaria de sangre. Por
ello solicitamos la aprobación de este proyecto de declaración.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |