PROYECTO DE TP
Expediente 0247-D-2009
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA CONVOCAR EN FORMA URGENTE A LOS ORGANISMOS QUE PARTICIPAN DE LA ACTIVIDAD AZUCARERA DEL NOA A LOS FINES DE IMPLEMENTAR UN INCREMENTO EN EL PRECIO DEL AZUCAR.
Fecha: 03/03/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 2
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1.- Dirigirse al Poder
Ejecutivo Nacional, para que por intermedio de los organismos
correspondientes, conjuntamente con el Poder Ejecutivo de Tucumán,
convoque en forma urgente a los organismos que participan de la
actividad azucarera del NOA. (UNION CAÑEROS INDEPENDIENTES
(UCIT), CENTRO DE AGRICULTORES CAÑEROS DE TUCUMAN (Cactu),
CENTRO AZUCARERO REGIONAL TUCUMAN (CART) a los fines de
implementar un incremento en el precio del azúcar.
2.- Reconocer un valor
justo por la producción del pequeño y mediano productor cañero.
3.- Evitar que los
intermediarios compren la tonelada de caña de azúcar al pequeño
productor a muy bajo precio (actualmente a $25 la tn. de caña).-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Tucumán, hacia fines del
siglo XX, se caracterizó por el auge en la producción de azúcar de
caña, primera industria pesada de Argentina. En 1920 contaba con 36
ingenios azucareros equipados con la más moderna maquinaria del
momento.
Las primeras fábricas
azucareras fueron instalaciones sencillas que formaron parte de
haciendas en las que se realizaba todo tipo de actividades
agropecuarias. Poco a poco, áreas enteras dentro de estas,
transformaron la actividad agrícola-ganadera en agroindustrial
azucarera.
Dado que en los periodos de zafra la
actividad es intensa y continua, el ingenio o fábrica" requiere tener a su alrededor
a toda la población que interviene en el proceso industrial. De ahí que hayan
surgido los pueblos azucareros, que crecieron en forma gradual acompañando el
desarrollo de la empresa. Así, los ingenios se transformaron en verdaderos pueblos
industriales.
Las políticas
proteccionistas del gobierno nacional impulsaron el gran desarrollo de
la industria azucarera, que entre 1876 y 1914 logró un .aumento de la
producción de 112 veces, es decir, del 11.200 % .
Entre 1881 y 1895, se
redujo la importación de azúcar desde el 75 % del total consumido por
el país a un 4 % . A partir de 1894, cuando se produjo la primera crisis
motivada por el exceso de producción, los altibajos de la misma han
provocado variaciones económicas permanentes.
En 1950 debido , entre
otros fenómenos a las nuevas condiciones de mercado, decayó la
rentabilidad de esta actividad que proveía de trabajo a la población
rural de la provincia.
Una de las mas graves
crisis fue el cierre definitivo de 11 ingenios de la provincia de
Tucumán, producido en 1966.
El 28 de junio de 1966 los
militares tomaron el poder en Buenos Aires y, menos de dos meses
más tarde, enviaron quinientos gendarmes y policías federales a la
provincia de Tucumán para ocupar y cerrar por la fuerza siete fábricas
azucareras. En el curso de los años que siguieron, sucesivas medidas
de aquel Poder Ejecutivo Nacional (PEN), durante la presidencia de
Ongania y siendo Ministro de Economía Jorge Salimei, condujeron a la
clausura definitiva de 11 de los 27 ingenios que operaban en la
provincia, desatando un auténtico cataclismo social y económico. Las
medidas del régimen militar comprendieron, además, la eliminación de
unos 10.000 pequeños productores cañeros y la reducción de 120.000
hectáreas de cultivos. La provincia se sumergió en el marasmo más
completo a medida que su producción se contraía en un 40 por ciento
y que la desocupación arrojaba al exilio interior a unos 200.000
tucumanos. Los cierres, la parálisis económica y las quiebras se
extendieron por toda la provincia, afectando a la actividad
manufacturera, artesanal y mercantil que se vinculaba estrechamente
con el ciclo anual de la zafra y la molienda: grandes y pequeños
comerciantes, proveedores de máquinas y herramientas para los
ingenios y las fincas cañeras, carpinteros y herreros, tenderos,
almaceneros e infinidad de pequeños comerciantes. Varios miles de
zafreros santiagueños y catamarqueños, que arribaban cada año para
las cosechas, perdieron a su vez lo que representaba su fuente de
trabajo principal en una lenta agonía que puso fin, con el tiempo
(porque a ello contribuiría, también, la creciente tecnificación del agro
tucumano), a esa migración estacional que poblaba periódicamente los
campos tucumanos. Al finalizar la década, el territorio de Tucumán se
asemejaba a un 'paisaje después de la batalla', sembrado de pueblos
fantasmas, en los que sólo quedaban niños, mujeres y ancianos.
A partir de entonces, se
sucedieron años de crisis, representadas por quiebras de los ingenios
que quedaban y el arriendamiento de otros, donde no estuvo ausente
el envilecimiento del precio del azúcar por diversos motivos.
En la actualidad y a partir
de la reglamentación de la Ley 25113 que incorpora el contrato de
maquila para sectores agropecuarios, se estableció los parámetros de
negociación entre productores agropecuarios y los sectores
procesadores o industriales. En ese contexto, en Febrero de este año,
los industriales azucareros de las principales provincias productoras del
país decidieron llevar a un piso de 0,70 peso el kilo de azúcar puesto
en los ingenios, contra los 0.63 que venían pagando por el producto a
los cañeros. De esta manera los industriales buscaban elevar el precio
del azúcar, con el que saldrían a comprar el azúcar que esté en manos
de los cañeros con un piso de 0,70 y hasta 0,72 para los que
realmente no pudieran vender. Todo ello en la expectativa de llegar a
la zafra 2008 con un precio que pudiese estar 12 por ciento por arriba
de la cotización actual. En este marco a Tucumán le quedarían 200 mil
toneladas de azúcar stockeada, que si se vende un 10% mas caro
representaría unos 20 millones de pesos más. Actualmente cinco
ingenios tendrían en su poder el 50% del azúcar disponible para
atender la demanda interna (o sea 200 mil toneladas de las 400 mil
que habría hasta el 31 de mayo). Aclarando además, que el nuevo
valor se refería a la bolsa de 50 kilos, en consecuencia no debería
repercutir en las góndolas habida cuenta que la Nación fija el precio
del kilo de azúcar fraccionado, pues se trata de los productos de la
cesta básica alimentaria, por lo tanto encuadrada dentro de los
"precios a cordados".
Lo mencionado hasta aquí
no dejo de ser una expresión de anhelo, pues el verdadero precio lo
fija la ley de la oferta y demanda, por lo que se hace necesario que en
el tema azucarero se instrumenten medidas acordes y discutidas por
toda la actividad, de lo contrario el azúcar va a estar estacionada.
En Tucumán, el 85% de
la caña es de propiedad de pequeños productores, por lo que la
actividad azucarera tucumana enfrenta un gran desafío, en el sentido
que origina una gran competencia en la oferta, consecuentemente, al
haber sobreoferta se cae el precio. Esto se debe evitar, por ello se
pretende por un lado, generar líneas crediticias (créditos blandos) para
el productor cañero a fin de solventar los gastos que demandan la
producción de los azúcares, y por otro la operatoria antes mencionada
de comprarle a los productores cañeros, siempre a través de la
inmovilización de la otra parte del azúcar para que no salga a
sobreofertar.
Impera una necesidad de
recomponer el precio del azúcar, en el mercado interno. Hasta aquí los
valores fijados no contemplan los costos del pequeño y mediano
productor cañero, ocasionándole un quebranto que lo pone en riesgo
de abandono de la actividad, siendo excluido del sistema. Es por ello
que debemos reconocer un valor justo por su producción y
compensaciones mediante la provisión a precio diferencial de insumos
como fertilizantes, gasoil, herbicidas, etc.
La tarea es comprensiva
de múltiples aspectos a mejorar, entre ellos el acceso a una educación,
sistemas de atención de la salud, jubilación digna, brindarles una
adecuada infraestructura caminera y facilitarle el acceso a tecnologías
que le permitan mejorar su productividad.
Por las razones
expresadas solicito que ante la imperiosa necesidad de solucionar la
crisis por la que atraviesan los pequeños y medianos productores
azucareros, (la industria azucarera) no solo de mi provincia sino
también del noroeste, se convoque a los principales actores de la
actividad a los fines de implementar una recomposición del precio del
azúcar, mejorando la situación del mercado interno.
En la certeza, que nos
toca como representantes de nuestro pueblo arbitrar las medidas
necesarias, para dar respuestas a los hermanos de mi provincia y a fin
de garantizar la normalidad del ciclo productivo, es que solicito a mis
pares me acompañen en este proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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HERRERA, ALBERTO | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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AGRICULTURA Y GANADERIA (Primera Competencia) |