La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su adhesión a los actos de conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Salta que se celebraran el 20 de Febrero del corriente año en la Provincia de Salta.-

Señor presidente:

Los antecedentes que dan testimonio de la gesta heroica que tuvo a Don Manuel Belgrano junto a hombres y mujeres gauchos del norte como protagonistas para librar la Batalla de Tucumán en 1812 y la Batalla de Salta cuyo Bicentenario se celebrará el 20 de febrero de 2013, ocupan grandes páginas de la historia emancipadora latinoamericana.

De éstos antecedentes, surge que; "las tropas realistas al mando de Pio Tristán se habían ubicado a las puertas de Salta y se parapetaban en El Portezuelo. Su posición era infranqueable. El General Don Manuel José Joaquín del Corazón Jesús Belgrano que se hallaba en Salta desde el mes de agosto de 1812, en medio de lluvias torrenciales logró acercarse al lugar y el Capitán José Apolinario Saravia penetró hasta el campo de Castañares, mientras que una avanzada de caballería creaba en el flanco sur una maniobra de señuelo.

El 20 de febrero de 1813 el General Manuel Belgrano ataca con éxito a los españoles librándose una batalla enérgica y sangrienta donde murieron 378 realistas y 103 patriotas, en el sector que hoy se llama Campo de la Cruz. La batalla duró aproximadamente tres horas y se definió a favor de los patriotas cuando surgió, listo para la lucha, un contingente de gauchos bien montados, envueltos en ponchos azules. Este destacamento fue armado y comandado por la valerosa Capitana del ejército Martina Silva de Gurruchaga. Belgrano escribe en el acta del cabildo el 24 de febrero, luego de la victoria "aquí concluye la dominación de los tiranos".

Poco después el 8 de abril de 1818 el General Manuel Belgrano fue premiado con un sable remachado en oro y 40.000 pesos, que dona en su totalidad para la construcción de cuatro escuelas.

Los hechos librados en Salta fueron relatados por el General Manuel Belgrano de puño y letra escribió en el Parte que se transcribe a continuación de la "Victoria del Ejército de la Plata sobre el Real de Lima - 20 de Febrero de 1813". Con fecha 27 d febrero de 1813:

"Excelentísimo, Señor. El Ejercito se propuso en el Río del Juramento, otro tiempo "El pasaje" venir a celebrar el reconocimiento de la soberanía de las Provincias del Río de la Plata, alejando a los tiranos de esta capital, pues cabalmente esto es lo que ha sucedido de un modo digno de los americanos libres.

Desde aquel punto escribí a Ud. el día 13 y a las 6 de la tarde, emprendí la marcha a la Ciénaga con toda la fuerza reunida, seguí a la Cabeza del Buey y en la mañana del 14 con motivos del parte Número 1, continué a Cobos sin ser sentido por el enemigo.

El suceso de la avanzada a que se refiere el expresado parte llegó desfigurado a su noticia, y entre si era una de las partidas del Ejército o él todo, llegue a Castañares con

aquel en la noche del 17 sin encontrar más impedimentos que las aguas que a torrentes cayeron sobre nosotros desde Cobos, y un retazo de camino tan pésimo que el empeño y

la constancia de mis bravos camaradas supo vencer, cuando los baqueanos creían imposible su tránsito; ellos es que las doce piezas de artillería que he arrestado y cincuenta carretas pasaron felizmente, y en la mañana del 18 todo estaba reunido en el punto de Castañares, y aún el enemigo no lo creía.

Me había propuesto sorprenderlo totalmente hasta entrar en las calles de la capital: las aguas me lo impidieron; y ya fueron indispensables otros movimientos; pues que habíamos sido descubiertos, respecto a que fue preciso dar algún descanso a la tropa y proporcionarle que secase su ropa, sus armas, recorrer sus municiones y demás. Así se ejecutó hasta que a las 11 de la mañana del 19 salí con el Ejército de Castañares y me dirigí a su Pampa, aproximándome a ésta, hasta situarme a las inmediaciones de Gallinato, con cuyos movimientos logre descubrir la fuerza enemiga y las diferentes posiciones que tomó con su guerrillas. Hasta que oscureció permanecían en aquella situación y luego reuní en masa sobre la columna del centro las cuatro restantes de ambos costados y no quise valerme de las granadas por no perjudicar tal vez a las personas oprimidas por la tiranía ni hacer destrozos en un pueblo que no tenía la culpa de que se abrigasen en él nuestros enemigos".

"Así es que amanecieron el día 20 empapados. Más benigno el cielo empezó a despejarse, y nos dio lugar para que las tropas se secaran, alistara las armas y comer; concluido esto reuní a mi segundo el Mayor Gral. Eustoquio Díaz Vélez jefe del ala derecha y el Coronel. Don Martín Rodríguez jefe del ala izquierda a quien di instrucciones. Cerca de las 12 formadas las columnas de ataque llevando 4 de ellas a su retaguardia 8 piezas de artillería, empezaron su marcha con tanta exactitud como si estuviesen en un ejército doctrinal. El enemigo nos esperaba formado, en batalla al Norte del Tagarete que llaman de Tineo y apoyada su ala derecha al cerro de San Bernardo, marchando el ejército hacia él hice adelantar dos compañías de cazadores del batallón que formaba la cabeza y salieron al mando de su comandante Manuel Dorrego a las que mandé sostener con la caballería del ala derecha, avanzando toda la línea del Ejército en medio del fuego mas horroroso que hacía el enemigo, hizo un cambio de frente a retaguardia, y arrolló cuanto se le presentó e hizo huir vergonzosamente a las líneas del enemigo, a refugiarse en la plaza dejando el campo cubierto de cadáveres y heridos y muchos ahogados en el Tagarate.

Solo se mantuvieron auxiliados del cerro, bosque y zanja de su frente las guerrillas y el Real de Lima y Paucartambo, pero el fin con los fuegos del cuerpo de reserva y ala izquierda del Ejército y las piezas de artillería mandadas por el Capitán Villanueva que fue contuso y el Ayudante de dragones José María Paz, tuvieron que ceder el puesto, huir unos y rendirse".

"Entretanto el ala derecha y parte del centro con el Comandante José Superi, dos piezas al mando del benemérito y valiente Teniente de Artillería Luna, entro en la ciudad y se apodero de su Iglesia y Convento de la Merced. Habiendo echado pie a tierra los Dragones se alturas hasta cuadra y media de la plaza, así como los piquetes de cazadores al mando de su Sargento Mayor Echeverria Pardos, Nº 6 al mando de su comandante Pico y Escuadrón de Dragones que había en ellas al mando de Cornelio Zelaya como el resto de los Cazadores al mando de Manuel Dorrego y los que habían en la línea del número 6 al mando de Carlos Forest, y dos piezas más al mando del Subteniente de Artillería Rabago a quienes envié a reforzar la Merced".

"Acosado el enemigo y temeroso de su total ruina previno la intimación, que le iba a hacer y me envió un parlamentario cuyo resultado usted lo sabe. La acción duró tres horas y media y ha sido muy sangrienta tanto en el campo como en las calles de la cuidad, el enemigo se ha comportado con mucha energía y valor, pero tuvieron que ceder al ardor del fuego y entusiasmo patriótico de las fuerzas del Ejército de mi mando. No hallo

Excelentísimo. Sr. expresiones bastantes para elogiar a los jefes y oficiales, soldados y tambores y milicias que nos acompañaron de Tucumán al mando de su Coronel Bernabé Araoz, como igualmente los hijos de Salta al mando del Coronel de Milicias Urbana creada por mi, Apolinar Figueroa, cuyo ardor lo condujo a tanta inmediación del enemigo que se encontró envuelto con él, recibió un sablazo del Gral. Tristán que solo le rompió su

casaca, y éste merced del buen caballo que montaba, logró escapársele, según el mismo Tristan me lo ha referido.

"Forme el ejercito del modo siguiente: "dividí la infantería en

6 columnas, conservando la caballería en su formación de cuatro escuadrones; cinco columnas componían la línea. La primera consistía en el Batallón de Cazadores al mando de su Comandante Teniente Coronel Manuel Dorrego y su segundo el Sargento Mayor Interino Ramón Echeverría, y las secciones al de los capitanes Pedro Suaristi Aquino, Manuel Rosas, Juan Anderson, Francisco Bustos y Cirilo Correa; la segunda era el Batallón de Pardos y Morenos al mando de su Comandante José Superi y su segundo el Sargento Mayor don Joaquín Leimone y su secciones al de los capitanes Inocencio Pasos, Ramón Mauriño y Bartolomé Rivadavia. La tercera al mando del comandante Interino del Número 6 Teniente Coronel Francisco Pico, se componía del primer batallón del expresado Regimiento y sus secciones al de los Capitanes Manuel Rafael Ruiz, Melchor Tellería, Pedro Domingo Isnandi Juan Pedro de Zela A la cuarta la formaba el Segundo Batallón del denominado regimiento al mando de su Sargento Mayor Carlos Forest y sus secciones al de los capitanes Francisco Antonio Jure, Antonio Pardo, Nicolás Fernández y José Manuel Gutiérrez Blanco. La quinta era el Batallón Número 2 al mando de su Comandante Teniente Coronel Benito Álvarez y sus secciones al de los capitanes Patricio Beldon, Marcelino Lezica, Francisco Guillermo y José Laureano Villegas, el tercer escuadrón de Dragones al mando de su Comandante Cornelio Zelaya comandante interino de todo el regimiento y las secciones, la primera del capitán Rufino Valles, la 2da y 3ra al de los Tenientes Joaquín Ochoa y José Olivera, cubrían el ala derecha del Ejército; el primer Escuadrón del mismo al mando del Capitán Bernardo Delgado, la 2da al del Teniente Mariano Unzueta y la 3ra al de Alférez Gregorio Yramain, cubrían la izquierda. La 6tra columna que se componía del regimiento Nº 1, al mando de su Teniente Coronel Gregorio Perdriel y su segundo el Sargento mayor Francisco Tollo dividido en cuatro secciones al mando de los capitanes Silvestre Álvarez, Mariano Díaz, Vicente Silva y Luciano Cuenca formaba el cuerpo de reserva de infantería y el de caballería lo componían dos escuadrones de Dragones al mando de él uno del comandantes y Sargento Mayor Interino Juan Manuel Millán y el Alférez Lorenzo Lugones y el otro al mando del Capitán Domingo Arevalo y sus secciones la primera al mando del Teniente Julián Paz, la 2da del Capitán Alejandro Heredia y la 3ra del Alférez Juan José Jiménez; agregué para la acción a los escuadrones de Milicias del Tucumán del mando del Coronel Bernabé Aráoz y Gerónimo Zelarrayán con quienes estuvo el Capitán de Dragones José Valderrama. Las piezas de artillería del la ala derecha estuvieron el mando del Teniente Antonio Giles, las del centro al mando de del Teniente Juan Pedro Luna y el subteniente Antonio Rabago, las del ala izquierda al mando del Capitán Francisco Villanueva, las cuatro del Cuerpo de Reserva al mando del Comandante Capitán Benito Martínez y José María Paz.

En el campo de batalla se le quitaron al enemigo cuatro piezas, dos banderas de división y varias cargas de artillería así como de fusil".

"No puedo asegurar a usted que el cuerpo ni que individuo haya sobresalido mas que otro; solo diré que a uno solo no he visto volver la cara y que a muchos aún heridos y contusos los e visto continuar en la acción.

El celo, la vigilancia y la actividad de mi Segundo el Mayor General don Eustaquio Días Vélez en las marchas y buenas disposiciones anticipadas para la subsistencia de las tropas son muy dignas de la atención de V.E. no menos que su valor en la acción, en que

aún después de herido se mantuvo con toda energía recorriendo toda la línea. Lo recomiendo V.E. excelencia, no menos que a la consideración de nuestros conciudadanos.

También le debo hacer presente que el Coronel Martín Rodríguez se ha comportado con valor en la acción y entrado a la cuidad dando disposiciones acertadas y avisándome lo oportuno. Es acreedor a las atenciones de V.E. por su buen servicio.

Los comandantes de de división a quienes nombró según el orden que ha tenido la formación del Ejército Manuel Dorrego que salió contuso, José Superi, Francisco Pico, Carlos Forest, Benito Alvarez, Gregorio Pedriel, también contuso, los dragones Cornelio Zelaya, Diego González Balcarce, Antonio Rodriguez, Domingo Arevalo con los respectivos oficiales de todas las divisiones son acreedoras a las consideraciones de V.E. por su valor y su celo en conservar la disciplina, después de una acción tan gloriosa en el que el soldado se cree autorizado para el enfreno.

Mis ayudantes Ignacio Warnes, Francisco Castellanos, Gerónimo Elguera, Manuel Baquera, José Manuel Vera, los oficiales que estaban a mis órdenes para comunicarlas, Francisco Escobar de cazadores que murió llevando a la guerrilla a mi costado derecho. Manuel Merilla de Pardos, Pedro Torres del Número 6, Luis García del Número 2, Antonio Madrid del Dragones que salió herido en un muslo y Juan Soncho de artillería se han desempeñado a mi satisfacción.

Los ayudantes del Mayor General, Capitanes Marcelino Cornejo, que salió herido, Hipólito Videla, el cadete del numero 1 Domingo Díaz y Rudecindo Alvarado, los del jefe del ala izquierda. Rafael Rocavado y Francisco Echauri han servido con toda actividad y eficacia y merecido los elogios de sus Jefes".

"No debo olvidar a los capellanes del numero 1 Roque Illesca, del numero 2 Juan José Castellanos, del Numero 6 Romualdo Gemio y José María Ibarburu de Pardos; Celedonio Molina, al de Dragones Dr. Diego de Telleria al de Dragones de la Milicia Patriótica del Tucumán. Miguel Araoz, han ejercido su santo ministerio en lo más vivo del fuego con una serenidad propia y han sido infatigables en sus obligaciones".

"También merece el cirujano del numero 1 Marías Ribero mis memorias y aprecio; las circunstancias hicieron que se hallase solo en la acción y debo manifestar a V.E., que no perdió un instante en proporcionar a los heridos los auxilios de su facultad en cumplir exactamente con sus obligaciones. No cesaría, Excelentísimo, señor de hablar de una acción las glorias para las armas de la patria y cuyas consecuencias es fácil prever. Sino temiese molestar a vuestra excelencia diré solamente que el dios de los ejércitos nos ha acechado su bendición y que la causa justa de nuestra libertad e independencia se ha asegurado a los esfuerzos de mis bravos compañeros de armas. Los guardé a Ud. Cuartel General de Salta 27 de febrero de 1813 Manuel Belgrano".

Hoy el Monumento 20 de Febrero, honra la victoria de Salta de 1813, inaugurado en 1913 para celebrar su Centenario, en el lugar de la contienda: Campo de la Cruz, se eleva altivo y muestra sus símbolos que representan los valores de nuestro ser nacional.

En el Bicentenario de la Batalla de Salta, que celebraremos el 20 de Febrero de 2013, nuestro Pueblo más que nunca reconoce su historia y recorre la memoria para dar paso al homenaje de nuestros héroes, el General Manuel Belgrano, Dona Martina Silva de Gurruchaga, Capitán Apolinario Saravia, Don José Moldes, entre tantos otros que desde su lugar ayudaron y guiaron la victoria de la Batalla de Salta en 1813. En los años posteriores otros grandes hombres como el General José de San Martín, el General Martín Miguel de Güemes contribuirán con su lucha para enarbolar la gesta de la Independencia de nuestra Nación y de los pueblos latinoamericanos.

Por lo expresado solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de éste proyecto.