La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a la salvaje represión de que han sido víctimas las manifestaciones populares opositoras al régimen autoritario del dictador libio Muamar Kadafi.

Su profunda preocupación por la falta de respeto a las libertades individuales y a los más básicos principios de humanidad que se vive en estos momentos en Libia.

Señor presidente:

En el marco de las convulsiones políticas y sociales que azotan a los países del norte de áfrica desde principios de este año, se ha desatado en Libia (Gran Yamahiría Árabe Libia Popular Socialista) una revuelta civil y militar cuya magnitud resulta difícil de evaluar todavía.

Lo que se vuelve evidente es que la reacción del régimen encabezado por Muamar Kadafi ha sido de tal violencia que resulta injustificable y merece el más absoluto repudio por parte de la comunidad internacional, requiriendo en consecuencia que se lleven adelante todas las acciones pacíficas necesarias para devolver la tranquilidad a ese país.

No podemos dar cifras de las víctimas ya que por orden del régimen se ha tendido un cerco a la información y todo lo que se sabe es mediante declaraciones de los propios protagonistas de los hechos. Ante cualquier denuncia de violaciones a los derechos humanos o restricciones a las libertades individuales, en forma inmediata surge una desmentida por parte del gobierno, acusando a los medios de prensa internacionales de estar montando un complot en su contra.

Según los relatos, Kadafi no ha vacilado en dar la orden de bombardear a los manifestantes que solicitaban el final del régimen que lleva más de cuarenta años en el poder. Esta información toma credibilidad por la deserción de dos pilotos militares libios que se negaron a cumplir con las órdenes impartidas y solicitaron asilo político en Malta.

Es imperioso que la comunidad internacional intervenga en forma inmediata. La vida de miles de personas está en juego. No existen motivos políticos o estratégicos que puedan justificar la inacción o la indiferencia cuando los principios más elementales en materia de derechos humanos están en juego.

Además de atentar contra la vida de los habitantes, durante el conflicto se ha visto gravemente afectado el derecho a la libertad de expresión. Al igual que en lo sucedido en Egipto el gobierno libio ha cortado el acceso a internet y restringido las comunicaciones a fin de impedir que se conozca la verdad de los hecho y de dificultar la organización de los opositores al régimen.

El Gobierno argentino debe actuar y solicitar a todos los organismos internacionales de los cuales es miembro la inmediata intervención pacífica en el conflicto.

Este régimen autoritario se ha perpetuado en el poder por tanto tiempo gracias a la acción u omisión de todos aquellos que por intereses económicos, políticos o estratégicos han hecho la vista gorda, e incluso han convalidado lo que sucedía en Libia.

Es necesario poner un punto final a esta situación para garantizar al pueblo libio la posibilidad de elegir un gobierno que los represente y gozar así de los mismos derechos que deben tener todos los habitantes de nuestro planeta.

Por las razones expuestas solicito a mis pares me acompañen en este proyecto de declaración.