El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1°.- Declárase al Mate, como Infusión Nacional.

ARTICULO 2°.- Dispónese, que en todos los eventos y actividades culturales, sociales o deportivas de carácter oficial o que se encuentren previstos en las agendas oficiales nacionales e internacionales, deberá preveerse la presencia de la expresión y logotipo de Mate Infusión Nacional y la promoción de dicha bebida y sus tradiciones.

ARTICULO 3°.- La presente ley se reglamentará en un plazo máximo de NOVENTA (90) días a partir de su publicación en el Boletín Oficial.

ARTICULO 4°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

El presente proyecto pretende establecer al Mate, como Infusión Nacional, integrando el proceso que se viene desarrollando desde el Estado Nacional como política de incentivo turístico, económico y de fortalecimiento cultural integrando la tradición de los inmigrantes europeos y los saberes de los pueblos originarios.

Hoy, para los argentinos, es justo reconocer al mate como símbolo de pertenencia e identidad. Es una bebida autóctona, que remite a nuestra historia y a nuestra manera de ser. Todas estas características hacen del mate un ingrediente esencial de nuestra nacionalidad.

Cada país tiene sus tradiciones y costumbres como parte de su cultura, claro está. En la Argentina, tomar mate es parte de una antigua cultura heredada de los pueblos originarios. Esta famosa "bebida" es una infusión como lo son el té o el café. Sin embargo, los argentinos no toman mate para saciar la sed, sino como parte de un ritual cotidiano. Por eso, es muy común que alguien llegue a una casa y el anfitrión pronuncie dos frases: "hola", "¿tomamos unos mates?".

En todas las casas del país hay mate. No importa cómo esté la situación económica de coyuntura: el mate no distingue entre ricos y pobres, no hay colores ni clases sociales para compartirlo y disfrutarlo. No hace diferencias por género y se comparte tanto entre adultos, empresarios, en oficinas, entre los jóvenes mientras estudian, en sectores rurales, en el campo, en síntesis forma una parte destacable de nuestra vida diaria.

Es importante recordar que el origen de la cultura del mate, antecede al nacimiento de nuestro país, se pierde en el tiempo y la tradición americana. El uso de la yerba mate, alimento básico de los indios guaraníes y conocida por éstos como CAA-MATE, de cuyos términos "caá" significa en idioma guaraní "planta o hierba", en tanto que "mate", se supone derivado de la palabra quichua "matí", con la cual designaban a la calabacilla que usaban en general para beber.

Pero es indudable, que de ellos, quienes sorbían el mate mediante bombillas hechas de diminutas cañas, o la mascaban durante sus largas marchas, aprendieron su uso los conquistadores españoles.

Según, Ruiz Díaz de Guzmán, en su historia escrita,, en el año 1612, le atribuye a Hernando Arias de Saavedra, el descubrimiento del uso de las hojas de yerba mate en 1592. Este habría encontrado en las "guayacas" (Pequeños sacos de cuero en el que el indio transportaba sus más preciados bienes) de indios hostiles tomados prisioneros, envueltos en delgadas y suaves pieles, un polvo que resultó ser "caá".

Muy pronto se difundió esa bebida, de la que los españoles exageraban sus beneficios. Los jesuitas la preparaban en forma de té (mate cosido), porque desconfiaban del mate con bombilla, atribuyéndole connotaciones diabólicas, por lo cual se le aplicaron toda clase de prohibiciones. Hasta se lo denuncio a la Inquisición de Lima en 1610 como "sugestión clara del demonio".

Pero los jesuitas fueron los primeros en dedicarse al cultivo de la yerba mate de nombre científico Ilex Paraguariensis o Ilex Theazans

Con la expulsión de los jesuitas, ocurrida en 1769 sobrevino la decadencia de los mismos, la reducción de su población y el abandono de los yerbales cultivados. No tan sólo se perdieron éstos, sino que hasta la tradición de su cultivo.

Recién, medio siglo después, el médico y naturalista francés Aimé Goujaud, conocido como Bonpland, inició los primeros estudios científicos sobre la planta de yerba mate, su cultivo y sus usos.

Fue Federico Neumann en la Colonia "Nueva Germania" en el Paraguay, al margen del río Aguaray Guazú, quien luego de muchos años de fracasados intentos logró obtener la germinación de semillas de yerba mate en 1896, obteniendo por primera vez en 1901, después del esplendor de la época jesuítica, un producto elaborado con yerba mate de cultivo.

Muy poco después, en 1903, recuperamos lo que siempre fue nuestro, cuando se realizó la primera plantación racional y de importancia, en San Ignacio, Misiones, precisamente en la región donde venerables ruinas jesuíticas recuerdan los tiempos del esplendor de esas tierras.

Es destacable en la Yerba Mate sus probados beneficios, el mate es un alimento, el mate es salud. Estudios realizados, con rigor científico, indican que la yerba mate es rica en polifenoles, antioxidantes con gran poder para el sistema inmunológico, la defensa del organismo, protegiéndolo de la destrucción celular por los radicales libres. La infusión de yerba mate se reveló como un antioxidante más potente que el ácido ascórbico (vitamina C), con propiedades similares al vino tinto en su rol de fuerte antioxidante y de inhibidor en la oxidación de lipoproteínas de baja densidad.

Contiene un estimulante llamado mateína que mejora la actividad mental, aumenta la energía, mejora la concentración, es ansiolítico a la vez que estimulante, aumenta la resistencia al cansancio mental y físico, es antidepresivo, etc.

Posee 15 diferentes aminoácidos, vitaminas B1, B2 (riboflavina), C, A, caroteno, y minerales como potasio, magnesio y manganeso que evitan el ácido láctico en los músculos, siendo un energizante natural indicado para deportistas.

La producción de Yerba Mate en la Republica Argentina es un factor determinante en el desarrollo de las provincias productoras lo que ha generado actividades que inciden en las economías regionales, como el turismo, la gastronomía, la hotelería, la generación de industrias conexas y actividades de servicios, dando lugar a una cadena competitiva y dinámica. Refleja ello, la creación del circuito denominado, Ruta de la yerba Mate, que detenta el rango de Interés Cultural, desde Abril del año 2010, declarada por la Secretaria de Cultura de la Nación.

La Ruta de la Yerba Mate como camino cultural, es una ruta alimentaria única en el mundo, se presenta como el símbolo de la cultura productiva del Mercosur, que enlaza a más de 200 establecimientos de Misiones y Corrientes, cuyo denominador común es la Ceremonia del Mate como ofrenda de bienvenida y encuentro. Concientizando a visitantes que, en torno a este cultivo, se construyen diversos productos turísticos-culturales, que permiten reconocer de una manera atractiva el proceso de elaboración de la yerba mate, a través de toda la cadena productiva y reconocer que la yerba mate es el punto de inicio de una ceremonia que identifica a la argentinidad y es producto de una de las mayores actividades económicas e industriales del noroeste.

Por todo lo expuesto, queda claro, que cuando hablamos del Mate como Infusión Nacional, estamos hablando de tradición y cultura, como el conjunto de prácticas, ideas y valores que componen la médula de nuestra sociedad.

Por ello, solicito a mis pares acompañen la aprobación de este proyecto.-