La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar beneplácito por el gran mérito llevado a cabo por las Abuelas de Plaza de Mayo, de restituir identidad al joven Francisco Madariaga Quintela, desaparecido durante la última dictadura militar.

Señor presidente:

La titular de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carloto, celebra junto a toda la sociedad, la recuperación del hijo número 101, quien se reencontró con su padre, militante de la defensa de los derechos humanos.

Se trata del joven Francisco Madariaga Quintela, hijo de Silvia Quintela, secuestrada por la dictadura militar el 17 de enero de 1977 en la localidad bonaerense de Florida, cuando estaba embarazada de cuatro meses. Su pareja, el sobreviviente Abel Madariaga, quien partió al exilio, emprendió la incansable búsqueda de su hijo que lo llevó a comprometerse a tal punto con la causa que es secretario de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo.

Abel Madariaga, ex exilado político de la República Argentina, victima también del terrorismo de Estado en los años setenta, integró junto a la Diputada Julia Argentina Perié, una generación de compatriotas que en un momento de la historia de nuestro país se atrevió a soñar con un destino mejor para la patria, denunciaron desde el exilio los crímenes de lesa humanidad.

Señor Presidente, La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo es una organización no- gubernamental, con fines de ubicar y restituir a sus legítimas familias a niños secuestrados y desaparecidos por la represión política, exigiendo castigo a sus responsables.

Tras arduas tareas por parte de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, ya se han logrado recuperar 101 hijos o nietos de desaparecidos con la ayuda de equipos técnicos profesionales en el marco jurídico, médicos, psicológicos y genéticos.

En el Banco de Datos Genéticos, creado por la Ley Nacional Nº 23.511, figuran los mapas genéticos de todas las familias con niños desaparecidos, aunque en el presente caso, el joven Francisco Madariaga Quintana, conquisto la obtención de su identidad con el valiente esfuerzo de voluntad generada por el propio interesado.

Su apropiador fue el capitán retirado del Ejército y ex carapintada Víctor Alejandro Gallo, que en 1997 fue condenado a diez años de prisión por su implicación en la llamada Masacre de Benavides.

Por estas razones y las que se expondrán al momento del tratamiento del presente proyecto de declaración es que solicito de mis pares, la aprobación del mismo.