La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su profundo repudio y enérgico rechazo al doble atentado terrorista ocurrido en la ciudad de Argel, Argelia el día 11 de diciembre de 2007 perpetrado contra la sede de la Corte Suprema de dicho país y la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y expresar su solidaridad con las víctimas, sus familiares y dicha nación africana.

Señor presidente:

Este proyecto fue oportunamente presentado bajo expediente 535-D-2008, al no habérsele dado tratamiento parlamentario actualizamos el pedido de declaración que integra el mismo.

El día 11 de diciembre de 2007 la ciudad de Argel se vistió de luto. La capital de la República Argelina Democrática y Popular sufrió dos atentados que se cobraron la vida de decenas de personas. Sendos coches bomba han dejado 60 muertos y centenares de heridos. Fueron atacadas la sede de la Corte Suprema y las oficinas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Corresponde condenar con firmeza estos atentados terroristas y calificarlos como actos de barbarie, y al mismo tiempo solidarizarnos con las personas que han sufrido daños físicos y materiales, perdiendo, en muchos casos seres queridos, como consecuencia de estos atentados.

Los actos de terrorismo pretenden asestar un golpe en los valores más preciados de la civilización occidental, como son el derecho a la vida, a la libertad y demás derechos del hombre. Pretenden imponer obediencia y obtener ventajas a través del uso del terror. Por ello es nuestro deber como Nación, firmemente arraigada en los valores de Occidente, repudiar este tipo de actos, solidarizándonos con el país en cuyo suelo se perpetró el ataque a nuestros valores y cuya gente vive el dolor de la agresión no sólo a su estilo vida, sino a su propia existencia.

Hechos como este deben instarnos a redoblar los esfuerzos en el esclarecimiento de los atentados sufridos por nuestro propio pueblo. No hay que olvidar que nuestro país sufrió los atentados terroristas a la AMIA y a la Embajada de Israel, que dejaron muertos, heridos y familias desgarradas, y que hasta el día de hoy continúan sin resolverse. Esto no sólo prolonga el sufrimiento de las personas afectadas que no pueden cerrar sus heridas; deja también un claro mensaje de impunidad que multiplica exponencialmente las oportunidades de que actos de esta naturaleza se repitan.

Señores legisladores, no podemos dejar de expresar la condena para estos actos inhumanos y delictivos que han cobrado la vida de inocentes.

Por lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.