PROYECTO DE TP
Expediente 6119-D-2008
Sumario: CREACION DEL REGIMEN DE PROTECCION Y PROMOCION DEL INSTRUMENTO MUSICAL DENOMINADO BANDONEON EN SU TIPO DIATONICO: RESGUARDO ESPECIAL, ACTIVIDADES TUTELADAS, PROMOCION, CREACION DEL REGISTRO NACIONAL DEL BANDONEON, PRIORIDAD DE COMPRA POR PARTE DEL ESTADO.
Fecha: 30/10/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 153
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º - Objeto. Créase el régimen de
protección y promoción del instrumento musical denominado bandoneón, en su tipo
diatónico.
Artículo 2º - Resguardo Especial. El Poder
Ejecutivo Nacional garantizará el resguardo y preservación de los bandoneones
que hayan pertenecido a intérpretes reconocidos o cuya antigüedad supere los 40
años.
Queda expresamente prohibida la
salida del territorio nacional de los instrumentos musicales mencionados en el
párrafo anterior, a excepción de aquellos que sean trasladados al exterior de
manera temporaria para ejecuciones de música nacional.
Artículo 3º - Autoridad de Aplicación. La
Autoridad de Aplicación de la presente ley es la Secretaría de Cultura de la
Nación, dependiente del Poder Ejecutivo Nacional, teniendo como órgano
consultivo la Academia Nacional del Tango.
Artículo 4º - Actividades Tuteladas. La
Autoridad de Aplicación promoverá las actividades que tengan relación directa
con el instrumento objeto de esta ley y que tengan por finalidad:
a) el estímulo a su construcción local,
conservación y restauración de ejemplares de especial significación o valor
cultural o simbólico;
b) el aprendizaje de su ejecución y
difusión de su repertorio vinculado al acervo musical de nuestro país;
c) la conservación de documentos,
objetos, lugares y monumentos que guarden relación significativa con sus
expresiones y con sus más destacados intérpretes;
d) la edición literaria, musical o
audiovisual de obras artísticas o científicas vinculadas;
e) la realización de festivales
musicales o espectáculos vinculados a su repertorio;
f) la difusión de la labor de sus
intérpretes o
g) el estudio o investigación artística,
científica o histórica del bandoneón o sus intérpretes.
Artículo 5º - Promoción. La Secretaría de
Cultura de la Nación impulsará políticas de promoción del bandoneón tendientes a
propiciar su difusión en el exterior.
Artículo 6º - Registro. Créase el Registro
Nacional del Bandoneón, en el ámbito de la Secretaría de Cultura de la Nación, la
que tendrá a su cargo los procedimientos de inscripción de los bandoneones
existentes en el país, su antigüedad y los datos de sus propietarios, conforme lo
determine la reglamentación.
Artículo 7º - Prioridad de compra. El
Estado nacional, los estados provinciales, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
los municipios tendrán prioridad de compra, cuando los propietarios de
bandoneones que hayan pertenecido a intérpretes reconocidos o cuya antigüedad
supere los 40 años decidan vender uno o más bandoneones.
Los propietarios deberán notificar, en
forma fehaciente, a la Autoridad de Aplicación su intención de vender el o los
instrumentos objeto de esta ley, en los términos que establezca la
reglamentación.
Artículo 8º - Reglamentación. La presente
ley deberá ser reglamentada por el Poder Ejecutivo Nacional, dentro de los
noventa (90) días de su publicación.
Artículo 9º - Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Mediante esta iniciativa se promueve
la sanción de una ley que, en el marco constitucional que brindan los artículos 41,
párrafos 2º y 3º, y 75, inciso 19, de la Constitución Nacional, declare patrimonio
cultural protegido de la Nación Argentina al instrumento musical denominado
bandoneón, en su tipo diatónico, garantizando el resguardo especial del
patrimonio que representan los bandoneones que pertenecieran a grandes
intérpretes del instrumento o cuya antigüedad supere los 40 años, promoviendo
su preservación y determinando restricciones a la exportación de todos los
bandoneones que actualmente se encuentren en posesión o dominio de personas
físicas o jurídicas públicas o privadas, de tal antigüedad o que hayan pertenecido
a grandes intérpretes del instrumento con prescindencia del género musical en el
que se los haya utilizado.
El fundamento central de este
proyecto es acudir con un marco legal apropiado a la protección más eficaz
posible de un instrumento musical profundamente enraizado en el sentir del
pueblo argentino que, luego de la guitarra, constituye un elemento fundamental de
nuestra cultura musical ya que es uno de los instrumentos más usados en los
distintos géneros musicales que integran nuestro acervo autóctono, como es el
caso del tango, el chamamé y la zamba.
El patrimonio cultural, conforme al
artículo 41 de nuestra Constitución, integra el patrimonio ambiental y por ende
existe a su respecto el derecho de protegerlo y preservarlo para las generaciones
futuras.
Asimismo proponemos la creación
del Registro Nacional del Bandoneón, en el ámbito de la Secretaría de Cultura de
la Nación, porque consideramos que para dar idoneidad y cumplimiento a la
presente ley, es indispensable un censo y registración, donde quede constancia
de:
- bandoneones de todo tipo, indicando
modelo, marca y año de fabricación;
- maestros de bandoneón;
- lutiers y afinadores de bandoneones
de todo tipo;
- conservatorios, instituciones de todo
tipo y/o personas que enseñen la práctica del bandoneón, y la enseñanza y
reparación y afinación del instrumento.
Si bien parece que los principios de
dicho instrumento ya fueron conocidos por los chinos, y se sabe que el francés
Gabriel-Joseph Grenié, que vivió en la misma época de Mozart, construyó un
instrumento que podía graduar su potencia sonora y fue modelo del armonio, al
parecer corresponde a un alemán Carl Friedrich (o Herman) Uhlig (1789-1874)
nacido en un pueblo llamado Chemnitz, en Sajonia, su invención con las
características que hoy lo conocemos hacia el año 1830. El instrumento recién
nacido fue inventado para reemplazar al órgano, por su alto costo y difícil
traslado, en los oficios religiosos y funerales así como en las procesiones
callejeras.
Pero a quien corresponde su
difusión, fabricación artesanal y, hasta su nombre es a Heinrich Band (1805-1888),
nativo de la ciudad de Krefeld. De su apellido deriva el nombre con que se conoce
mundialmente al instrumento: bandoneón. En la Argentina se lo llama
cariñosamente bandola, pero su nombre más común entre los cultores del tango
es "fueye".
Como nos cuenta, Juan Angel Russo
(Historia del tango, Instituto de Investigaciones del Tango, Buenos Aires, 1995), la
fabricación industrial del instrumento comenzó hacia el año 1864 cuando Alfred
Arnold (1828-1910) puso en funcionamiento su fábrica de bandoneones que
bautizó con el nombre de: Ernest Louis Arnold Babdonion und Konzertina Fabrik.
De esa fábrica salieron los bandoneones marca ELA, que en los primeros años del
siglo XX introdujo en la Argentina Maz Epperlein, un exportador de Liepzig que
terminó radicándose en Buenos Aires, ciudad de la que se enamoró.
Retirado Ernst Louis Arnold, la
fábrica quedó en manos de su hijo Ernst Hennann (1859-1946). En 1911, Paul
(1866-1952) y Alfred (1878-1933), hermanos de Ernst Hennann y por lo tanto hijos
de Ernst Louis Arnold, se instalaron con otra fábrica a la que designaron con el
nombre de Alfred Arnold Bandoneón und Konzertina Fabrik. De esta empresa
salieron los bandoneones AA (doble A), los de mayor prestigio por su fortaleza,
buen mecanismo y calidad de voces. También los denominados Premier eran
producto de la misma casa.
Kurt Muller, uno de los ocho
afinadores, además de los cien operarios que tenía la empresa, llegó a ser
bandoneonista de la muy afamada Juan Lloras Original Argentinische Tango
Kapella y afirmó que por esa época salían centenares de bandoneones para la
Argentina (esto era entre 1920 y 1925).
Al morir en 1933 Alfred Arnold, la
fábrica quedó en manos de su hijo Horst Alfred (1905-1979) y de Arno (1893-1970),
hijo de Paul. Ellos la dirigieron hasta después de la Segunda Guerra Mundial. En
ese momento la fábrica dejó de producir instrumentos musicales para dedicarse a
algo más utilitario: bombas de nafta para la industria automotriz. Arno Arnold, que
se había trasladado a Alemania del Oeste, en 1950 se instaló en Obersthaussen
con su Arno Arnold Bandonion Fabrik, empresa de escasa producción, que en
1971, al fallecer su propietario, cerró sus puertas. De esta manera, la dinastía
Arnold llegó a su fin, así como también la marca más afamada de
bandoneones.
A su vez, la prestigiosa casa Hohner,
produjo las marcas Germania, Tango, La Tosca, Concertista, El Pentagrama y
Cardenal y también la firma Mainer y Herold produjo bandoneones con la marca
3B.
Fuera de Alemania y de época no se
han fabricado bandoneones de similar calidad y difusión ya que el secreto de la
hermosa y cálida sonoridad de este instrumento radica en componentes metálicos
situados en el interior de sus cajas, denominados peines. Esos peines, 14 en total
(8 en la mano derecha -voces- y 6 en la mano izquierda -bajos-), son
básicamente chapas metálicas de cuya aleación depende el sonido. Esta aleación
no ha podido ser imitada y ésta es la razón fundamental de la necesidad de
proteger los bandoneones existentes.
El modelo estándar de bandoneón
posee 71 teclas (33 para la mano izquierda, 38 para la mano derecha), que
significan 142 voces, ya que en el denominado bandoneón diatónico, que es el
que se propone proteger por esta ley, abriendo es un sonido y cerrando es otro.
Esto confiere una gran riqueza armónica y melódica y a la vez lo dota de una gran
expresividad.
Todos estos elementos, los
históricos, los relativos a materiales empleados, técnicas de construcción y
lógicamente, procedencia y estado, son los conceptos que deben tenerse en
cuenta para fijar la calidad y por lo tanto, el valor de la pieza en cuestión.
La reseña efectuada nos permite
establecer que la mayoría de los bandoneones que hoy existen en la Argentina
tiene entre ochenta y cien años, lo que los convierte de por sí en reliquias de valor
histórico. A esto debemos sumarle la peculiaridad de que la Argentina, y en menor
medida Uruguay, fueron los principales compradores de bandoneones en la época
dorada de su producción dada su profunda vinculación con uno de nuestros
géneros musicales más característicos: el tango.
Este instrumento llegó a la Argentina
más o menos hacia finales del siglo XIX. Sobre el tema hay también numerosas
hipótesis y versiones: Augusto P. Berto dice que fue un marinero inglés, Tomas
Moor, quien trajo consigo uno de 32 teclas. Héctor Bates sostiene que fue un
brasileño de nombre Bartolo, y Eros N. Sirl, un tropero de nombre Pascualín,
traído de Alemania. Otros opinan que un hijo de Band vino con su instrumento
que había fabricado su padre y dio las primeras lecciones sobre su uso a un
nativo, José Santa Cruz, quien luego transmitió sus conocimientos a sus
seguidores.
Lo único cierto es que llegó al puerto
de Buenos Aires hacia 1870, sin que se conociera su mecánica y su técnica, sin
tradición musical, virgen y vacío, es decir, sin historia.
Paradójicamente esta llegada a
nuestro país significó salvar al instrumento pues hoy en día en su país de origen,
Alemania, es casi desconocido y no integra la lista de instrumentos utilizados en
su folclore, como lo es el acordeón. Fue nuestra cultura popular, nuestro tango,
nuestro chamamé y en menor medida nuestra música del noroeste la que,
utilizándolo en las interpretaciones, a la vez preservó el instrumento y
engrandeció sus posibilidades expresivas por vía de cultores de talla cuya
enumeración es, por suerte, extensísima. Así podemos recordar a grandes
bandoneonistas como: José Santa Cruz, "El Pardo" Sebastián Ramos Mejía,
Antonio Chiappe, Mazzuchelli, Zambrano y otros nombres que han quedado en el
polvo del olvido, todos de la primera época (finales del siglo XIX y principios del
XX). A estos siguieron: "El Tano" Genaro Expósito, Vicente Greco, Juan Maglio
"Pacho", Eduardo Arolas, Manuel Pizarro y otros nombres legendarios y famosos
en la historia del tango, quienes lo acunaron en sus rodillas y lo incorporaron y
para siempre, a sus agrupaciones de música popular. También la historia registra
a muchas mujeres intérpretes del bandoneón: Paquita Bernardo, Fermina
Marystani, Margarita Sánchez Casquet, Haydée Gagliano, Aurora Claudino, Aída
Rioch, Ebe Bedrune ("La Dama Blanca"), Nélida Federico y Eva Méndez, etcétera.
Y en lo que llamaríamos el apogeo del instrumento, tenemos a nombres tan
ilustres como: Pedro Mario Maffia, Anselmo Alfredo Aieta, Luis Petrucelli,
"Ciriaquito" Ortiz, Carlos Marcucci, Gabriel Clausi, Minotto di Cicco, Aníbal Troilo,
Astor Piazzolla, Raúl Garello, Néstor Marconi y muchos más, repito, por suerte. Y
no olvidemos a otros músicos ilustres no asociados al tango pero que también
engrandecieron y engrandecen la música popular a través de este maravilloso
instrumento: Isaco Abitbol, Francisco Cassis y Joaquín Sheridan, en el chamamé,
Dino Saluzzi en la música del norte y el gran maestro Alejandro Barletta que
universalizó el bandoneón a través de sus geniales interpretaciones de música
barroca y clásica.
Lo expresado habla a las claras de la
importancia histórica y cultural del bandoneón para los argentinos.
La profunda crisis que hizo eclosión
en el año 2001 ha impactado, también, severamente en este patrimonio y es por
ello que debemos tomar medidas.
Como dijimos, en la Argentina
existen muchos bandoneones importados entre finales del siglo XIX y principios
de XX que ya no se fabrican en Alemania y en ninguna parte. Por otra parte hacia
finales del siglo XX, el mundo fue testigo -y en rigor aún lo es- de una verdadera
resurrección del tango y de la difusión, particularmente en Europa, del chamamé
por la obra del genial intérprete Raúl Barboza, entre otros.
Este resurgimiento del tango y en
menor medida del chamamé, trajo consigo también un renovado interés por
estudiar el bandoneón, en todo el mundo.
Como la Argentina es casi el único
país que hoy por hoy posee bandoneones originales de altísima calidad, todas las
compras del instrumento se orientaron hacia ella. La crisis económica, la
devaluación y otros factores han hecho que en los últimos años, a veces por
precios irrisorios salga sin ningún control del país una enorme cantidad de
bandoneones de cerca de cien años. Esta verdadera sangría cultural continúa y
los resultados, de proseguir sin control alguno, serán muy perjudiciales para
nuestra cultura ya que podrá llegar el día en que no haya bandoneones o al menos
no los haya de calidad para las interpretaciones.
Queda a las claras que este
vaciamiento va en detrimento de nuestra propia cultura popular y que el mismo
debe cesar.
Por los fundamentos señalados,
solicito al señor presidente la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
COMELLI, ALICIA MARCELA | NEUQUEN | MOV POP NEUQUINO |
GALVALISI, LUIS ALBERTO | CIUDAD de BUENOS AIRES | PRO |
COSCIA, JORGE EDMUNDO | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |
Giro a comisiones en Senado
Comisión |
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EDUCACION Y CULTURA |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
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19/11/2008 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 1430/2008 | 09/12/2008 | |
Senado | Orden del Dia 0388/2009 | 31/08/2009 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION | 03/12/2008 | MEDIA SANCION |
Senado | PASA A SENADO - | ||
Senado | CONSIDERACION Y SANCION | 28/10/2009 | SANCIONADO |