El Senado y Cámara de Diputados...

ARTICULO 1º - Declárese a la ciudad de San Carlos Centro, provincia de Santa Fe, como Capital Nacional del Cristal Artesanal.

ARTICULO 2º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

La Ciudad de San Carlos Centro fue fundada en 1858 por Carlos Beck Bernard, con afluencia de colonos suizos e italianos que llegaron a esas tierras para el desarrollo de tareas rurales.

Con el correr del tiempo, sin dejar de lado los atributos que le dieron identidad agrícola, la región supo descifrar las pautas que la sociedad fue manifestando, delineando y creando alternativas para el progreso, con una dinámica de crecimiento sostenida y diversificada.

Los rasgos distintivos de esta ciudad ubicada en el departamento Las Colonias, son por un lado, la pujanza que se evidencia en el ordenado crecimiento urbanístico, y por otro, la situación geográfica de la localidad, ubicada dentro del corredor bioceánico, característica que, asociada a las políticas locales ha despertado el interés para la progresiva instalación de establecimientos productivos. Este fenómeno no ha pasado inadvertido para el turismo, desarrollándose una particular forma de recreación que permite al público conocer más acerca de los diversos sistemas productivos, bajo la modalidad de lo que se conoce como "turismo industrial".

En este marco, la "Cristalería San Carlos" cobra especial relevancia por el legado histórico que representa para toda la comunidad en tanto símbolo y vía de continuidad de un oficio que se practica desde antaño, como lo es la cristalería artesanal.

En San Carlos Centro tradición y tecnología conviven en armonía.

La localidad posee una rica tradición e historia en cuanto a la industria del cristal artesanal. Esta historia arranca en las postrimerías de la década de 1940, cuando finalizaba la Segunda Guerra Mundial y a causa de la desfavorable situación económica y social que se vivía en Europa, un grupo integrado por catorce jóvenes italianos denominado TOVA (técnicos obreros vidrio Altare), provenientes de Altare, un pueblo de la región de Liguria, Italia, vino a la Argentina con el fin de desarrollar aquí la industria cristalera, aprovechando toda una tradición en la práctica de este arte oficio.

Se embarcaron en Génova el 8 de septiembre de 1947 en el buque "Mendoza", de bandera argentina, con destino a Buenos Aires. Llegados al país se trasladaron a San Jorge donde fundaron la Cristalería SAICA, Sociedad Anónima Industria Cristal Artístico. Tiempo después algunos integrantes del grupo originario se establecieron en San Carlos Centro donde continuaron con su oficio. Uno de ellos fue Anselmo Gaminara, el más joven de ese grupo y diseñador de los cristales, que en 1950 funda junto con otros artesanos ligures la Cristalería San Carlos. Con el transcurrir del tiempo, la sociedad se separa y se funda otra cristalería, que por dificultades económicas cerró sus puertas en 1994.

De este modo se da inicio a la industria del cristal, con las técnicas provenientes de la escuela de vidrio de Altare.

La fundación de la "Cristalería San Carlos" ha marcado el inicio, a mediados del siglo XX, de un cambio paulatino de diversificación de la estructura productiva.

Esta fábrica de cristales fue pionera en la región, y junto con otras industrias, contribuyó a hacer de San Carlos Centro un importante polo generador de trabajo en el centro de la provincia de Santa Fe.

Actualmente, la fábrica "Cristalería San Carlos S.A." mantiene ese legado histórico y cultural, como heredera de la técnica de la elaboración del cristal artesanal, hecho a mano, que resulta un patrimonio de la ciudad, destacado y reconocido en el país y en el mundo, y que cada año genera la visita de grandes contingentes escolares y turistas de distintas latitudes.

Esta empresa es la única que hoy en el país elabora de manera artesanal el cristal, dado que las demás trabajan sobre el vidrio con procesos industriales mecanizados y estandarizados y producción en serie.

En su antiguo edificio no solo se alberga a los hombres que desde temprana edad llegan para formarse en el oficio cristalero, sino que también cobija historia y mantiene viva esta antigua tradición.

Es importante resaltar que a través de esta actividad se está conservando un oficio artesanal, que se transmite de padres a hijos y que en la actualidad permite que trabajen mancomunadamente cuatro generaciones de artesanos.

Podría afirmarse que en la localidad de San Carlos Centro, cuya identidad productiva de origen fue agropecuaria, se adquirió en forma extraordinaria la tradición comentada. Poco a poco los campesinos fueron aprendiendo los conocimientos al lado de maestros vidrieros. Se formó un núcleo de artesanos, algunos descendientes de pioneros, otros capacitados aquí, que asimilaron perfectamente las distintas técnicas que demanda el caprichoso cristal.

La declaración de esta ciudad como Capital Nacional del Cristal Artesanal es una oportunidad para traducir en hechos todas las intenciones plasmadas en distintos documentos nacionales e internacionales acerca de la importancia del rescate y conservación del patrimonio integral de la humanidad, en este caso por tratarse de un arte milenario, que desde Europa se trasladó con sus hombres ya hace mas de seis décadas, instalándose en la localidad de San Carlos Centro.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de ley.