La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional disponga, a través de los organismos que correspondan, las medidas necesarias para eliminar las restricciones a la importación de medicamentos de baja y alta complejidad, primordialmente para tratamientos oncológicos y retrovirales, que son imposibles de sustituir.

Señor presidente:

Como es de público conocimiento, la Secretaría de Comercio Interior, ha implementado restricciones a las importaciones en todo el país y de todo tipo de mercaderías. Dentro de estos controles restrictivos ha incluido a los medicamentos.

Las acciones implementadas desde la Secretaría de Comercio Interior han provocado escasez de algunos productos como Buscapina, Rivotril, Bactrim y Reliverán. Algunos de ellos pueden ser reemplazados por alternativas nacionales. De hecho el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB) ha confeccionado una lista de sustitutos de manufactura nacional, compuestos por las mismas drogas, tratando de evitar demoras en el tratamiento.

Esta solución no puede aplicarse para la mayoría de los medicamentos que se utilizan en tratamientos oncológicos y antivirales para el HIV, en los que no existen en la práctica alternativas nacionales. Se torna preocupante que en los casos de estos medicamentos de alta complejidad los laboratorios expresan que tendrían stock para 30 o 60 días sin haber sustitutos.

El sindicato mencionado recibió informes que en algunas provincias, por ejemplo Chaco, está faltando morfina, sustancia de gran utilización en el tratamiento del cáncer. Nuevamente se estaría privilegiando a las farmacias de Capital Federal y provincia de Buenos Aires que es de donde se distribuye para todo el país.

También hay que tener en cuenta las restricciones para la importación de los principios activos, que se fabrican en pocos países en el mundo, que permiten elaborar drogas en el país, lo que tendría consecuencias cuando la demanda agote el stock de la industria nacional.

Interrumpir el tratamiento a pacientes, por medidas exclusivamente de carácter económico sin tener en cuenta lo relativo a la persona, sin considerar esta cuestión puramente humana nos introduce en una situación salvaje y que amerita una solución inmediata, contundente y definitiva. No olvidemos que la problemática básica es que no se puede generar la misma alternativa para todos los medicamentos.

Es necesario e imprescindible tomar medidas inmediatamente antes que el stock en existencia se agote. No puede tener el mismo tratamiento un producto de lujo, de recreación, de comunicación, un auto por las restricciones a las importaciones, que un medicamento. Deben tener prioridad, rapidez y urgencia para evitar consecuencias no deseadas y en cuyo caso nunca aparecen los responsables de haber tomad las medidas.

Otra consecuencia que se produce como resultado de estas restricciones fue la suba de los precios de algunos medicamentos, razón por la cual los paciente sufren doblemente: por un lado por la falta de medicamentos, y por otro el incremento de los precios.

No podemos considerar todos los productos como una mercancía sino que debemos analizar la necesidad que satisface, la cual no tiene solo un valor económico sino que tiene, y aún mayor que el anterior, un valor social y personal imposible de dimensionar cuando lo que está en juego es el derecho humano a la salud de los ciudadanos. Debemos terminar con el doble discurso que se produce cuando se toman medidas de carácter económico y liberal para que cierren los números sin considerar al hombre como centro de la economía y destinatario de las políticas.

Por lo expuesto, Sr. Presidente, solicito la urgente aprobación del presente proyecto de resolución.